martes, 9 de febrero de 2010
Entre humores te veas.
El clima de mi país es eminentemente trópical. de manera que no caeré en el tópico de quejarme como si mi vida hubiese transcurrido entre crudos inviernos. Me agrada el calor - más apropiado sería decir que no me molesta - pero ultimanente, el clima ha comenzado a afectarme mi humor. No es que nunca me ha ocurrido, de hecho suelo tener picos animicos lo bastante notorios como para ser preocupantes, pero durante los últimos días, la curva ha sido más que notoria: furia desconcertada, tristeza quieta o una rabiosa alegría que no sé muy bien a que atribuir. Me hacen reir mis propias teórias conspirativas: ¿c0ntrol del clima para hacernos complices de una guerra mundial silente? ( go Maya's people, go ) o...¿quizá estoy entrando en una étapa de temprana menopausia? ( delirio privado). Como sea, esta temperatura seca, dolorosa, agraviante, me deja sin fuerzas, agotada, con unas permantente migraña ( que no necesita excusas para golpearme las sienes con frecuencia ) y una absoluta sensación de desconcierto. Silencio en los pasillos de mi mente: las ventanas quietas, la brisa deliciosa de un atardecer imaginado no termina de refrescarme. Y sonrio, un poco mareada, abrumada por esta simple sensación que la naturaleza nos golpea, nos brinda una sonrisa cruel y dura, aun asi maternal.
Cansada, si. Y danzando en medio de esta diminuta locura.
C'la vie.
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