Finalmente, llegué esa exquisita sensación de comprensión y felicidad tan sutil como fugaz que durante meses intenté plasmar en imagenes. Hoy culminé lo que será la primera etapa de mi proyecto "Las dos Evas". Una vivencia singular, poderosa, dolorosa, hermosa y profundamente personal. Una nueva visión de mi mundo personal.
Por supuesto, hubo tropiezos y unos cuantos sinsabores, en la construcción de este proyecto personal que comencé casi con ingenuidad: Mi única intención era avanzar un poco más en esa idea amplia y radiante que tengo sobre la fotografía. Y recibí más que esa nueva conciencia sobre el poder de esa imagen: encontré que la palabra visual - termino que utilizo con total responsabilidad - tiene el poder de recrear mundos, construir nuevas formas en el paisaje de mi mente. Renacer una y otra vez en simbolos propios que toman un nuevo significado. Hoy culminan tres meses de trabajo, temores, esperanzas y un sueño personal que se transformó en un triunfo de la idea, una forma concreta más allá de mis esperanzas. Uno a uno, subí con dificultad los peldaños que me conducen a ese habitáculo privado de mis deseos más intimos y antiguos, al núcleo mismo de mi pasión: la palabra y la imagen creado una nueva dimensión de las cosas, la belleza absoluta de la creación a través del lenguaje visual, la persistencia de la fuerza del tiempo a través de la fotografía.
Sea la imagen bendita, sea el maravilloso sueño de la metáfora la realidad primigenia. Lloro un poco, mientras redacto estas palabras, recordando a la niña que fui, sentada frente a una hoja en blanco, elevandose más allá de mi edad y el significado de mi propia necesidad. Recordando a la niña que imaginaba ciudades resplandecientes en su imaginación y se los confió sin reservas a la imagen. Escribiendo, escribiendo. Fotografiando. Mirando el mundo en mil formas distintas. Obsesionada hasta el delirio. Fascinada, abrumada por la maldición del fuego que nace en los limites de mi espiritu. Ah, sí, mi vida palpita en cada letra que estructura mis anhelos, la felicidad absoluta, sin medida de poder expresarme a través de mi propio lenguaje. Un sueño de Dioses, sin duda, la posibilidad de delinear un mundo, alzar edificios, otorgarle rostro a los valles mundos, un hilo de ideas con textura humana, un cosmos cuánticos donde el don de la palabra es el vehículo conductor.
Soy, ahora más que nunca, el ábside de mi absoluta necesidad por la frase y la creación. Victima, esclava, Señora y despota en el tiempo relativo de mi mente. Reina soberana en mi caótica busqueda de significado.
La pasión, la vida entrelazandose con mil formas de pensamientos, con hilos de pasión y doloroso amor. Viva, sí, tan viva, tan desesperadamente maravillada por el prodigio diminuto en mi irresoluto deambular. Brillante y ondulada esta satisfacción, firmemente sujeta al pánico redentor.
Ah, la magnifica conmoción de existir entre mis dedos y mi perspectiva. Un instante entre todos los instantes. Sacudida por el viento primigenio, percibo la música en mi espiritu y finalmente, la paz.
Por supuesto, hubo tropiezos y unos cuantos sinsabores, en la construcción de este proyecto personal que comencé casi con ingenuidad: Mi única intención era avanzar un poco más en esa idea amplia y radiante que tengo sobre la fotografía. Y recibí más que esa nueva conciencia sobre el poder de esa imagen: encontré que la palabra visual - termino que utilizo con total responsabilidad - tiene el poder de recrear mundos, construir nuevas formas en el paisaje de mi mente. Renacer una y otra vez en simbolos propios que toman un nuevo significado. Hoy culminan tres meses de trabajo, temores, esperanzas y un sueño personal que se transformó en un triunfo de la idea, una forma concreta más allá de mis esperanzas. Uno a uno, subí con dificultad los peldaños que me conducen a ese habitáculo privado de mis deseos más intimos y antiguos, al núcleo mismo de mi pasión: la palabra y la imagen creado una nueva dimensión de las cosas, la belleza absoluta de la creación a través del lenguaje visual, la persistencia de la fuerza del tiempo a través de la fotografía.
Sea la imagen bendita, sea el maravilloso sueño de la metáfora la realidad primigenia. Lloro un poco, mientras redacto estas palabras, recordando a la niña que fui, sentada frente a una hoja en blanco, elevandose más allá de mi edad y el significado de mi propia necesidad. Recordando a la niña que imaginaba ciudades resplandecientes en su imaginación y se los confió sin reservas a la imagen. Escribiendo, escribiendo. Fotografiando. Mirando el mundo en mil formas distintas. Obsesionada hasta el delirio. Fascinada, abrumada por la maldición del fuego que nace en los limites de mi espiritu. Ah, sí, mi vida palpita en cada letra que estructura mis anhelos, la felicidad absoluta, sin medida de poder expresarme a través de mi propio lenguaje. Un sueño de Dioses, sin duda, la posibilidad de delinear un mundo, alzar edificios, otorgarle rostro a los valles mundos, un hilo de ideas con textura humana, un cosmos cuánticos donde el don de la palabra es el vehículo conductor.
Soy, ahora más que nunca, el ábside de mi absoluta necesidad por la frase y la creación. Victima, esclava, Señora y despota en el tiempo relativo de mi mente. Reina soberana en mi caótica busqueda de significado.
La pasión, la vida entrelazandose con mil formas de pensamientos, con hilos de pasión y doloroso amor. Viva, sí, tan viva, tan desesperadamente maravillada por el prodigio diminuto en mi irresoluto deambular. Brillante y ondulada esta satisfacción, firmemente sujeta al pánico redentor.
Ah, la magnifica conmoción de existir entre mis dedos y mi perspectiva. Un instante entre todos los instantes. Sacudida por el viento primigenio, percibo la música en mi espiritu y finalmente, la paz.
Quiero agradecer por su constante apoyo y cariño a Arlette Montilla, Luis Roberto Lipavsky, Erika Zambrano y sobre todo a mis compinches / socias criminales / amigas / complices / visionarias de un mundo de ideas Ineles Di Donna y Katherine Gonzalez. Gracias a ustedes, hoy puedo mirar el mundo de una manera completamente distinta y pensar, en que la imagen danza en mi memoria creando un nuevo renacer.
2 comentarios:
Que hermoso texto, gracias por compartirlo
A ti por leerlo :) un saludo!
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