domingo, 30 de mayo de 2010

Sobre los jueces improvisados y otros devaneos Morales


Siempre me sorprenderá los infinitos matices de moralidad que mucha gente tiene para juzgar a los demás. Tal vez se deba que para mi, la idea de moralidad sea simplemente una convención social que no puede incluir todas las aristas del comportamiento humano o que, para ser sinceros, erigirme en juez del comportamiento ajeno me parece la manera más sencilla de crear un seudo ego irracional que podría limitar mis aspiraciones más ideales. Cualquiera sea el caso, me fastidia - y me aburre además - las "grandes lecciones morales" que algunas personas se toman la tarea de dar solo por favorecer su propia opinión sobre sus privadas opiniones, o lo que es peor, sobre su manera de ver la vida. De manera que y aunque jamás me tomaré el atrevimiento de esgrimir juicios de valor sobre los demás, siempre respetaré la postura pretendidamente mesiánica de quienes están convencidos que tienen la capacidad de "demostrar" las verdades a través de opiniones irrestrictas. Tal vez esa indiferencia sobre la postura de sus ideas extremistas sea la mejor manera de hacerles entender su fugaz importancia.

¿Y a que viene toda esta divagación, se preguntará mi amable lector?

A que hoy, de nuevo, alguien intentó darme una "lección" sobre mi proceder a través del método más inocuo de todos: un sermón indirecto. Sin preguntarme cosa alguna, sin tomarse la molestia de contrastar mi versión sobre lo que le molesta con la suya, no solamente expresó un juicio sino además, culminó el tema intentando ridiculizarme de la manera más ingenua.

¿Y cual fue el motivo de tan azaroza discusión? Una fotografía, que mi improvisada "juez" asumió era imposible de realizar de la manera en que logré plasmarla: es decir, de forma técnica en lugar de manipulación digital. Lo más risible del asunto, es que considero mi fotografía bastante normal, sencilla. Asi que no entra en discusión mi idoneidad fotografia, mi talento creativo, sino su opinión sobre mis motivos para "ocultar" porque hice la fotografía de la manera en lo hice. ¿Y lo peor? que al parecer su "integridad moral" solo atañe a mi capacidad para explicar como logré un sencillo efecto fotografico en una imagen que no considero ni entre las mejores de las que se mostraron el proyecto fotografico en el que participo, y mucho menos, la más elaborada. Al final de todo, lo que me hace reir de todo esto, es que la "Juez" , quién me acusa con toda tranquilidad de "Falsear" mi fotografía, no solo no le parezca "justo" preguntarme si hice la fotografía de alguna manera o cual fue mi método, sino que le sea mucho más fácil acusarme sin tener idea si tengo algo que decir...

En fin, creo que el valor del aprendizaje es precisamente ese: saber que cada vez que ocurre algo semejante, no solo aprendo un poco más sobre mi misma sino mi manera de comprender la sociedad en la que vivo.

Pd: Coincidencialmente, la fotografía que motivo la diatriba y que adorna la entrada, la titulé "Hecate" , la Diosa de los Tres rostros y de las encrucijadas morales. ¿Casual?

Si el posible lector le parece un tema interesante para analizar, le recomiendo leer otra reflexión sobre el particular que complementa perfectamente la opinión que expongo, puede encontrarlo aqui en el blog de la estupenda fotografa Carmen Moreno

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las casualidade no existen.. sellaste esa foto con la esencia perfecta .
El ego infantil de muchas personas tiende a reaccionar asi, es su manera de no aceptar lo que NO sabe, porque el Ego es su infinito dominio sobre el sabio interior que llevamos dentro, azota y si se siente disminuido y ofendido porque no tolera quedar como ignorante.
La conducta de tu "juez improvisada" es la típica de quien no lleva las riendas de sus reacciones, en todo caso, siempre, el problema lo tendrá quien te agreda.
Toda ofensa no replicada, no consigue ego donde asirse.. .

Miss B dijo...

Es que además Carmen, lo PEOR del caso, es que explico detalladamente en mi descripción de la fotografía como la hice. Además, en el reto se aceptó fotografias donde se captara el movimiento - fuera barrido, fuera larga exposición - que en este caso utilicé ambas. El problema es que ella no entiende COMO utilicé la edición digital y siendo asi, es mentira. Asi de simple.

Triste, porque de esos juicios de valor irrestrictos es que nace el prejuicio y este tipo de enfrentamientos inocuos.

Un besote bella!

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