Una sentida despedida.

Cuando tenía unos catorce años - de pronto me siento vieja a mis casi treinta - recuerdo que comencé a comprar el periódico el Nacional, todos los viernes, para leer un encartado humoristico que de pronto, se transformó en referencia de mi sentido de humor. Hablo por supuesto, del maravilloso "Camaleon" un suplento que versaba la realidad Nacional - siempre complicada, siempre contradictoria - en una protesta inteligente basada principalmente en la risa, en ese lenguaje exquisito y eterno del humor.

Nacido de la mano de Manuel Graterol Santander -Graterolacho-, periodista, publicista, poeta y humorista en verso y populacho y Luis Muñoz Tebar -LUMUTE- (+ 1936 – 1995), quien le daba el toque escolástico a la doble página central, que era las más buscada por los miles de aficionados de esta referencia humorística contemporánea. Durante años, coleccioné los fasciculos con una deliciosa sensación de ver el rostro de mi país desde otro ángulo, de entender la realidad en pequeños fragmentos de historia urbana que otorgaban sentido a una nueva idea de identidad a nuestra década, nuestra generación de pensadores recién nacidos que intentaban comprender a Venezuela a partir de su propia perspectiva.

Tal vez por todo esto o quizá simplemente que para mi Graterolacho era eterno en su inteligencia, su muerte me ha hecho sentir subitamente desamparada. La tristeza de una perdida irreparable en el mundo de las sonrisas.

Salve mi Camaleon Mayor. Que en el cielo de los poetas donde Eugenio Montejo y Nazoa seguro te esperan sigas creando un nuevo ideario de esperanza para este tu país que tanto lo necesita.

Descansa en paz, Poeta de la carcajada y el poder de la creación.