jueves, 30 de septiembre de 2010

De mis pequeñas Obsesiones Literarias, Coetzee



Cuando leí "Desgracia" de John M. Coetzee, el autor aun no había ganado el premio Noble de literatura que recibiría unos 6 años más tarde. Recuerdo, que terminé en libro en una sola sentada y por días enteros me sentí desconcertada, asustada, simplemente descorazonada de la vivencia cotidiana. Y es que Coetzee fue capaz de crear en un argumento en apariencia sencillo, una poderosa manifiestación literaria sobre las emociones humana, sobre ese límite en sombras que envuelve el horror y el temor. De hecho, sigo recordando el libro como una sucesión de  imagen desconcertantes, levemente oníricas de un mundo privado que se concatena con la realidad más atroz a través de la violencia, el odio, la caída de los principios y el triunfo del prejuicio y el dolor. Un panorama que se define así mismo a medida que la sencillez de la expresión del autor recrea la complejidad de un tiempo anecdótico devastador.

Un sencillo tributo al dolor.

No obstante, el mayor mérito de Desgracia es esa unión de patrones y formas filosoficas, que crean en si mismo un valor silencioso, poderoso. Inquietante. Algunas de las escenas más crudas y terribles, están resueltas a través de leves gestos de asentimiento, de un lenguaje profundamente triste y Universal. Los personajes cruzan miradas transidas de un discreto pánico - al borde mismo de la locura existencial, más allá de la compresión del hecho mismo - y se dejan llevar por la caótica sucesión de eventos que en apariencia no guardan relación alguna entre sí, a no ser la misma naturaleza humana de la angustia y de la desazón. Los ojos de los personajes - punto focal en ciertos parráfos de la historia, donde el presente alternativo pierde por completo su objetividad para dar sentido a una subjetividad soterrada y terca, elusiva - dan sentido a las imagenes más crudas de racismo; de machismo; del sentido de la vida; del orgullo; del sentido de la justicia. Lentamente, comprendemos que toda emoción del hombre se manifiesta a través del hombre, que toda miseria y virtud se crea a través de toda una serie de anecdotas sencillas en apariencia pero que estructuran una base de valores inabarcable, una consecuencia de infinita variables y desgarrador contenido emocional.


Como mencioné antes, La prosa es sencilla y por momentos poética, estética y visual. De hecho, muchas de las escenas están construidas en cortos trazos, pero de una manera tan vívida, que la intepretación personal parece envuelta en todo momento por la voz del autor. La Sudáfrica de principio de los Noventa, Una Ciudad del Cabo al borde de la idea más crasa sobre una sociedad dividida. El personaje principal, humano, errático, contradictorio, luchando en silencio con la diatriba de su propia moral y la concresión más sólida - y quizá más hipócrita - de su vida.  La vida de los campos estériles, las pequeñas idiosincracias - incompresibles, brutales - de una sociedad que se desdibuja en un significado torvo. Un míriada de elementos que se unen para dar forma a un Universo cuántico profundamente sentido y real.

Un suspiro de pura indignación y soledad.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Del Insomnio y otras ideas que deambulan en mi memoria

En ocasiones siento que leer consume cada momento de mis largos insomnios hasta convertirlos en un rutilante pensamiento. Una idea creativa en sí misma. Me sumerjo en la lectura con el mismo ahínco con que escribo noche tras noche: un deseo irresoluto. Recuerdo que cuando era más jovencita sentía que leer podía darle sentido a esa idea inconcreta en medio de las largas horas de simple silencio. Es complicado estar despierta, por completo lúcida, mientras el mundo parece flotar lentamente en medio de un vacío venial. Sin embargo, al crecer, descubrí que esas horas de gracia tenían un significado propio, era como una ligera ventaja en medio del tiempo cotidiano, esa idea creacionista un poco brutal que nacia a despecho de mi propia renuncia. Podía dejarme llevar por mis pensamientos durante horas, o simplemente, elaborar cuidadosas analogias de mis formas más ambiguas de expresión. Cualquier idea es válida durante esas horas que me son tan intimas como una voz personal en medio de las sombras, alargandose en las paredes de mi habitación favorita, creando formas raquídeas, dandole sentido incluso a los rincones más inquietos de mi imaginación. Claro está, sin embargo que siempre han sido las palabras - siempre lo serán de hecho - la que otorgen sentido a esa grieta de valor en medio de la otredad personal. La sensación de la palabra, la textura del tiempo literario, caótico, instintivo. Una interpretación de una cosmovisión personal que tal vez carezca de ritmo verdadero. O tenga uno propio. No podría decirlo, en realidad.

De hecho, el ritmo de la palabra, del vértigo, de un totum revolutum sabio como enumeración caótica en prosa barroca (a mí que me fascinaban las de Borges, y resulta que las de Robert Burton no tienen nada que envidiarle), es una idea basicamente espiritual. En medio de mi vigilia - usual, perenne, tan común en mi mente como la curiosidad y el tiempo cenital - he llegado a definir la idea de un texto como con masa gravitatoria, capaz de atrapar en su órbita --precaria y extraviada y descompuesta-- el cúmulo de sucesos que llenan la visión caótica del esteta. Siempre me ha producido perplejidad el modo promiscuo y abigarrado en que los hechos, las lecturas y los sueños tienen lugar, y la dificultad de este juego probablemente inútil (pero que es capaz de aliviar la tenue desesperación, ya lo decía Onetti) radica precisamente en eso, en perpetrar un concepto intimo donde la palabra sea el ábside de una connotación simbólica, sin el pudor al que ni los mismos hechos se atienen.

Una esperanza encantadora, sin duda, pero destinada a destruirse en el mismo instante en que la necesidad de la creación verbal asume la forma de un periplo nihilista. Bastante provocador por cierto, esa sencilla estructura de valores que se concatenan entre sí para darle sentido a la voz y a la letra, para crear ese lenguaje secreto que solo en nuestra mente tiene un sentido y un valor especifico. Mientras tanto, la palabra sigue ocupando ese lugar misterioso entre la razón y la irrealidad de la conjetura. Una sensación unánime, en medio de esa caústica idea de la cronologia carente de valor.

Como mi insomnio, esas horas huecas sin sentido, esa interpretación secular de la palabra tiene la impronta de una pequeña demencia en ciernes.

Cé la vie.

martes, 28 de septiembre de 2010

Epifania del Odio y otros Desvarios.


“En efecto, el odio es un licor precioso, un veneno más caro que el de los Borgia, ¡pues está hecho con nuestra sangre, nuestra salud, nuestro sueño y los dos tercios de nuestro amor! ¡Hay que ser avaro con él!”

Charles Baudelaire - Consejo a los jóvenes literatos
(traducido por Juan José Utrilla)



Nunca he guardado rencores. En realidad, podríamos decir que soy una altruista bienintencionada, con cierta tendencia a un paradojico cínismo secular. No obstante, a pesar de ese precario equilibrio entre dos valores en apariencia paralelos, muchas veces sucumbo - no sin lamentarlo, claro - en una pequeña especulación tardía e irritada sobre mi misma. Inevitable, esta singular sensación de ira que experimento en medio de mis pequeños devaneos con el desastres, esas grietas de profunda confusión que me dejan hundida en una cualidad abstracta de mi pensamiento. Vaya, hablemos de una rabia ciega, de esa sensación de triste futilidad que me domina cuando mi percepción psiquica supera mi capacidad para comprender la realidad con cierta satisfacción. Los ojos cerrados, las sienes palpitantes de un miedo instintivo, imposible de disimular, ajeno a toda sofisticación. Los labios apretados, intentando contener el grito o quizás, algo más sutil, un mera condenación futil a esta sensación de leve desesperanza que me atormenta y que probablemente me seguirá atormentando todos los días de mi vida.

¿Un pensamiento fatalista? No lo creo en realidad. De hecho, me considero razonablemente abierta a interpretar mi propios conceptos de una manera benigna. Nada de amarguras en este caso. Sin embargo, a veces me harto - así, llanamente - del rostro que miro al espejo, de esta sensación opalina de encontrarme en mitad de una racionalidad irreverente y un sincero miedo. De pie, con el corazón latiendome muy rápido - de hecho, tan rápido que por un instante me lleva esfuerzos respirar - continuo mirando el punto donde hasta hace pocos segundos, se distinguía con perfecto detalle, la silueta de un hombre. Traje oscuro, un rostro cansado, indiferente, la mirada mirando un mundo que probablemente no exista ya. Las manos abiertas, un gesto inconcreto. Irreal, desdibujado en medio del mundo de los colores y cosas que ya no puede ver, al que ya no pertenece. Retrocedo un paso, las uñas clavadas en las palmas de las manos y siento que de un momento a otro comenzaré a llorar y perderé todo control. Ah, sí, que fantasía cansina, ese consuelo leve de simplemente dejarme llevar por las lágrimas, la fresca sensación de juventud que la vulnerabilidad del sentimiento lleva aparejada. Pero nada sucede. Solamente continuo de pie, mirando la esquina vacía en silencio hasta que mi ritmo cardíaco comienza a normalizarse y una sensación hueca y agría me golpea como una bofetada. Con pasos torpes, intentó caminar, unirme a los transeuntes que me rodean, pero no lo logro. Alguien tropieza conmigo. Un rostro que me mira con cierta acritud. Casi puedo verme a través de sus ojos. Una mujer pálida, con los ojos húmedos rodeados de círculos oscuros. El cabello revuelta, las manos aferradas en un apretón casi excesivo. De nuevo la indiferencia y sigo allí, en medio de la calle mientras el rencor me llena, se hace una explosión que devasta todo pensamiento, toda emoción. Solo la ira, esta ira peligrosa y enloquecedora, esta sensación de frenética desazón. Me encuentro caminando a grandes zancadas por la calle, llevandome por delante a los peatones, empujandolos en algunos casos. Alguien me lanza un improperio. No me vuelvo a mirar. Una aguda jaqueca - blanca, serpenteante, exquisitamente real - me golpea y me deja sin aliento. Y la ira, siempre esta ira, de no comprender, de no saber con exactitud el sentido del temor, el verbo creador de esta visión que es una maldición en sí misma, una relámpago azul en medio del tiempo abstracto.

¿Por qué? una pregunta vana, simple, sin respuesta, tan vulgar. ¿Por qué está sensación de terror' ¿Por qué está creación profundamente visceral que me impide comprender el hecho natural en sí mismo? Quisiera liberarme finalmente de esta sofocante sensación de encontrarme perdida en mi misma, de no encontrar un momento de paz y tranquilidad en medio del tiempo curvo que forma la realidad, que le da forma a esta idea que llamamos normalidad. Pero no puedo, no hay respuestas, todo es absurdo. El miedo es puro, el miedo es tan mio como el sonido de mis jadeos, el fino hilo de sudor que se me desliza por la frente, los temblores helados que me recorren. Mios, mio en la impaciencia, en la angustia, en la nada frontal a la que me enfrento. Vasto y llano, la incongruencia, el detalle minimo que me deja a solas, muda y débil, en medio de las sombras de la razón.

La temperatura parece aumentar en la calle, mientras corro, con todas mis fuerzas, escapando tal vez de ese silencio, de ese mutismo indiferente que parece manifestarse en todas direcciones.  Ah, y este dolor, tan intimo, esta soledad tan abstracta, esta humilde angustia existencial. Tan joven en sí misma, tan tierna, recién nacida, siempre nueva, a pesar del tiempo y la experiencia. Finalmente siento que no puedo dar un paso más, que el corazón me extallará por la mera presión de la desesperación que me consume y entro en un restaurant, cualquier lugar en donde pueda pensar por un instante en paz. Un lugar pequeño, de mesas pequeñas y timidas. Las sillas de plastico. Una soledad exquisita, como la seda.  Me refugió en la taza de café espumoso, en su olor acre, mientras siento que recupero una fragil calma. Ah, sí, el bendito café, esa peñón de gibaltrar en medio de la tormenta venial de mi mente.

Un sorbo. Lo paladeo casi con ternura. Comienza a llover. Disfruto del olor penetrante, de la mera sensación de exquisita ternura. Una pensamiento diminuto de aparente paz. Con los ojos cerrados, escucho el sonido metálico, que se ondula y crece en el silencio de una ciudad distante en mi imaginación. Me refugio en esa lenta tranquilidad que me envuelve, esa apacible resignación quizá.

Una voz agorera y cristalina de un momento irreal, onírico.

A veces imagino mi mente como una habitación que carece de puertas y ventanas. A solas, allí, inclinada en la oscuridad, escuchandome murmurar alguna elegia al desastre. Ah, que idea dramática, ¿No es así? No obstante, es una imagen tan real que a veces siento que me hundo en ella y la sensación es casi agradable, una quietud ultraterrena. Imagino ese salón hermético, y me dejo caer allí, piernas y brazos extendidos, respirando cada vez más lentamente, hasta que no soy nada, hasta que la mera conciencia de mi existencia se torna quebradiza. Entonces abro los ojos y el mundo parece agolparse a mi alrededor, violento y natural. Tiemblo un poco. El olor de la lluvia me satura los pulmones. Una agradable sensación de perdida me recorre. Soy y no soy. Y no obstante, me siento tan aferrada al hoy, al tiempo, a la vida, al dolor y la felicidad rutilante de encontrarme aqui, en esta silla vulgar, en una ciudad cualquiera, que deseo llorar. Abrumada, tan cansada que apenas me puedo mover, espero ese momento de silencio donde todo parece retomar sentido y darle forma a los árboles, las personas que me rodean, la calle, los colores, la densa sensación que todo es real y que el temor es solo un pensamiento brumoso. Una agora sin sentido, una intima lágrima solitaria.

Termino el café. El regusto amargo me llena de cierta idea de normalidad. Me peino el cabello con los dedos. Suspiro, camino hacia la calle - más allá del tiempo real - y echo a andar, a solas, en mi pequeña condena visceral.

Un tiempo raquídea, una simple horfandad de la razón.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Una decisión al futuro.



Y de nuevo, luego de una jornada electoral que se extendió hasta después de la media noche, el mapa político de Venezuela vuelve a transformarse. Aunque aun el cambio no resulta verdaderamente significativo, el mismo hecho que haber logrado una representación cualitativa que fuerce a la Asamblea a la discusión en reformas y otros aspectos legales que antes decidía por voluntad presidencial, es un logro de peso. Con pasos pequeños pero coherentes, la oposición Venezolana camina  hacia la reconstrucción de una democracia plural y representativa, luego de un largo período legislativo donde el Presidente de la República Goberno sin oposición alguna.

Pero ¿Quienes son los perdedores y ganadores de esta jornada Electoral? Revisemos un poco las cifras y las circunstancias.

Ganadores:

* El Ciudadano de a Pie: Sorprende constantar, a la luz de las cifras presentadas hasta hoy por el CNE, que no solo la participación ciudadana  fue mayor que la obtenida en otras oportunidades, sino que en  zonas tradicionalmente oficialistas, la tendencia se inclinó sorpresivamente hacia candidatos de la alianza opositora. Aunque con toda probabilidad no sea otra cosa que voto castigo, el hecho mismo que la población manifestara su opinión en contra de la costumbre ideologica o el temor, indica una circunstancia interesante - e imprevisible - en la tendencia electoral futura.

* La Mesa de la Unidad: Torpe, sin lideres claros, carente de políticas inteligentes, con un discurso disgregado y una evidente disparidad a la hora de tomar decisiones concluyentes con respecto a su organización, la conformación de la llamada Mesa de la Unidad, levantó suspicacias desde su nacimiento. Con todo, su actuación durante las elecciones y luego de ellas, demostró una pericia política inesperada. En contraposición al nerviosismo y las contradicciones del comando de Campaña del PSUV, la MUD se mostró inteligente, ponderada y equilibrada. Queda la duda si su precario equilibrio podrá sobrevivir a las ambiciones personals de las toldas politicas que las conforman de cara a las elecciones presidenciales 2012.

* Voto Joven: Como fenómeno, el movimiento estudiantil ha permitido que la juventud Venezolana pudiera encontrar un espacio para manifestarte politicamente. Y esta organización es la prueba evidente de sus beneficios y también debilidades: Voto Joven, como organización y como grupo social logró establecer una eficiente red de observadores voluntarios, además de una manera rapida y congruente  de contabilizar y resguardar la voluntad popular. No obstante, al final de la tarde, los nervios parecieron traicionar a sus miembros y hubo varias informaciones cruzadas provenientes de sus filas. Igualmente, su trabajo durante la jornada electoral fue loable, destacable y una de las sorpresas más esperanzadoras durante las largas horas de proceso de votación y transmisión de datos.

* Testigos y miembros de Mesa: Al menos en mi caso, los miembros de mesa se encontraban preparados para todas las contigencias posibles. En mi Centro de votación, hubo inconvenientes con varias maquinas, ciudadanos que desconocian el proceso de votación,  errores en la data y otra serie de inconvenientes que amenazaban con ralentizar el proceso varias horas. No obstante,  cada miembro acreditado pudo solventar el inconveniente y permitir que el proceso continuara de manera rápida y fluida. Me tomó menos de quince minutos votar.  No dudo que en otros Centros de Votación la situación no fuera la misma, pero igualmente me sorprendió la preparación y la buena disposición del personal voluntario.

* Los Ciudadanos 2.0: Twitter, Facebook, Tumblr se convirtieron en herramientas para la denuncia y la información oportuna. Los votantes tuvieron la oportunidad de informar en tiempo real, lo que acontencia en centros de votación: situaciones irregulares, denuncias, excesos, desperfectos. Me asombro el nivel de eficacia que alcanzó las manera de construir una red de datos fiable: no solo nos permitió conocer a viva voz la realidad electoral con sus bemoles y defectos, sino además conocer las primeras cifras con bastante exactitud: durante las últimas horas de la tarde y hasta la madrugada, el Twitter estuvo lleno, además del inevitable fanatismo y exageraciones de los extremistas,  de aproximaciones que resultaron ser bastante cercanas a la realidad. Además, resultó entretenido e interesante leerlas opiniones de los electores y comprender que el ciudadano venezolano se ha hecho sumamante conciente de sus deberes y derechos. 


Los perdedores:

* El Consejo Nacional Electoral: Después de presumir de poseer el sistema de votación más eficiente del mundo, el primer boletin con cifras se retardó, sin una explicación comprensible, hasta la madrugada del día Lunes. Posteriormente, la Rectora Tibisay Lucena hizo un despliegue de absoluta improvisación al leer las cifras de manera desordenada, incomprensible y confusa. Las denuncias sobre funcionarios torpes, inexpertos se multiplicaron durante la Tarde. Muchos de los observadores internacionales se quejaron que sus acreditaciones carecian de datos referenciales como firmas válidas. En resumidas cuentas, el Sistema electoral Venezolano continua siendo lento, ineficiente y poco confiable.

* El Plan República: Aunque ultimamente las elecciones han sido resguardadas por un contigente de la llamada Milicia Bolivariana, la logistica e infraestructura continua siendo responsabilidad del plan República, quién durante la jornada de ayer dió muestras de sectarismo y arbitrariedad. Se reportaron númerosas situaciones tensas en Centros de Votación donde los efectivos militares se tomaron atribuciones más allá de las especificadas en su deber, y por si eso no fuera poco, muchas veces en favor de una tolda política. Al final de la noche, gran parte del electorado Venezolano se preguntó si finalmente esta era la prueba definitiva que las fuerzas Militares de nuestro país continuan su rapida transformación en un partido político en armas con evidentes simpatias políticas.
* El PSUV en las regiones: A pesar del triunfalismo, el PSUV sufrió una derrota cuantificable no solo en números, sino además en apoyo circunstancial de la provicia. Tradicionalmente, el partido oficialista se apoya en la figura del Presidente para llevar a cabo su campaña fuera de Caracas, donde los medios de comunicación opositores tienen poco o ningún alcance, por lo cual sorprende las victorias de varios candidatos de la MUD en regiones donde el Chavismo fue hasta hace poco, una mayoria aplastante. Con todo, el poder del partido de Gobierno continua siendo evidente, pero esta variación numerica construye una idea básica que probablemente cree una tendencia en el futuro: ¿Puede la oposición construir una base efectiva fuera de la Ciudad Capital?

* El Presidente Hugo Rafael Chavez Frias: A pesar de haberse dedicado durante casi dos meses a la Campaña Presidencial y utilizar los recursos del Estado a su discresión para publicidad, en esta ocasión la figura de Lider mesiánico del Presidente tuvo que enfrentarse al natural desgaste de su poder político luego de 12 años de politicas erradas y decisiones radicales. No solo no obtuvo los escaños que necesitaba para continuar gobernando sin oposición y a golpes de inspiración espontánea, sino que la cantidad de los votos obtenidos por la oposición demuestran que el descontento de la población contra sus políticas ha aumentado lo suficiente para ser evidente en las Urnas electorales. Probablemente, el Presidente resienta esta disminución de la popularidad haciendo uso de su infatigable retórica y construyendo otro enemigo imaginario contra el cual pueda enfrentarse y crear una matriz de opinión beneficiosa a su posible reeleción en el año 2012, pero lo que es evidente es que la oposición se convirtió en un enemigo real y una fuerza política a tener en consideración.

Lo bueno, lo malo, lo feo:

Lo Bueno: recuperar la confianza en el voto como herramienta para dirimir los conflictos de manera democrática. Un reencuentro con los ideales en un país cada vez más degastado por la elevada pugnicidad del discurso, el radicalismo y la violencia política. Me sorprendió la elevada conciencia democrática de muchos Venezolanos y me sorprendió agradablemente que incluso quienes habian dudado en votar, lo hicieran al final con orgullo.

Lo malo: Los tradicionales Abstencionistas. El desconocimiento del valor del resultado obtenido. La desconfianza hacia el sistema Electoral Venezolano. La suspicacia de algunos resultados excesivamente ajustados que probablemente no tendrán mayor revelancia, pero predisponen al electorado al momento de votar.

Lo Feo: La Ley de circuncripciones electorales, que permitió al Chavismo conservar la mayoría numerica a pensar que la votación opositora fue mayor y más consistente. Una trampa legal capaz de socavar los cimientos democráticos con tecnicismos carentes del menor valor social.


¿Que ocurrirá en Venezuela de ahora en adelante? Resta por conocer los siguientes pasos del Presidente, al tratar de enfrentarse a una minoria representativa con el poder de vetar sus iniciativas de Ley y su popularidad resentida por una erosión evidente de su bse de botantes. Pero por ahora, la oposición se encuentra en mejor posición de lo que lo ha estado en los últimos doce años. Solo nos queda esperar su propuesta y más aun, la manera como los dirigentes de ambas toldas políticas manejan los resultados - y sus lecciones - del día de ayer.





domingo, 26 de septiembre de 2010

Construyendo el país con el que sueño.



Querida Venezuela:

Llegó el día en que como otras veces, tomé la decisión de darte mi rostro. Asumir que soy hija de una patria hermosa como lo eres tu, bendecida por la divinidad, por el tiempo y por la tierra. Soy hija de una Patria de libertadores, de luchadores, de triunfadores, de grandes gestas. Soy hija del mar y de la montaña, del valle en flor, de los bailes de tambor, del cielo profundamente azul. Soy hija de Barlovento y el cacao, soy hija de Caracas y el Ávila, soy hija de Mérida y el páramo, crecí entre las esquinas de caracas, entre helados de parchita y hallacas, corrí persiguiendo las palomas de la Plaza Bolívar, soy hija del Pánteón, de la catedral, soy una estudiante la Universidad Central de Venezuela, soy una devota de la gran madre de Coromoto, soy hija de María Lionza, soy orgullosa Amazona de Sorte, HIja del Orinoco, de los llanos, dueña del tepuy, soy hija del Zulia y el lago brillante y misterioso. Aquí nació mi madre, aquí creció mi familia y aquí deseo que nazcan mis hijos. Soy hija de cada rincón brillante, de cada olor, de cada textura de esta tierra que amo con todo mi corazón. Todas esas voces forman parte de mi espíritu, soy el canto de la juventud, la pasión por la libertad, el deseo de crear una sociedad justa, contemporánea, llena de significados, donde todos tengamos el mismo derecho a desear un mejor porvenir.

Este fin de semana decidimos tu futuro y  no abogaré por ninguna opinión política, sino por la Paz. Aspiro a la libertad, aspiro a la máxima expresión de mi derecho como cuidadana, anhelo que cese el prejuicio, la idea del otro, la diferencia y el odio. Porque ése país oscuro donde el temor impera no eres tu, la bella Venezuela en la que crecí,  sino es el peor temor de quienes amamos  por encima de todas las cosas. Heredaré esta tierra al futuro,  te heredaré como  Tierra de gracia a mis hijos y por ese motivo lucho. Y lucharé siempre.

Porque Venezuela querida, tu llevas mi rostro y el de todos tus hijos. 

Paz para Venezuela. Porque todos somos Venezuela.

Tu hija que te quiere,
Aglaia.

sábado, 25 de septiembre de 2010

En la Intimidad de un trazo.


Hace poco miraba una reproducción del Cuadro: La joven con el arete de Perlas, de Veermer, cuyo original se encuentra en el museo Mauritshuis, en la Haya. No tengo dudas, por supuesto, que el arte es capaz de tomar un instante cualquiera y sacralizarlo, darle un sentido casi divino. No obstante, creo que dentro de esa misma capacidad, existen un espacio para la mera belleza, el sentimiento, trasformado en lineas y colores.

A primera vista, no se trata más que el retrato de una joven, con la cabeza ligeramente vuelta hacia la izquierda, mirando al espectador con grandes ojos asombrados. La boca entreabierta - ¿expectante, ansiosa, deseosa? -, el cutis traslucido, tocado a penas por el sol. El fino cuello ligeramente inclinado, la cabeza envuelta con una toca azul y amarillo. Un arete de perlas colgando de su oreja, difuminando y captando la luz. El suave cuello del vestido sobresaliendo un poco, delineando el rostro en medio de la oscuridad que le rodea. Y luego el silencio. No hay nada. Sobre la expresión de la joven, la exquisita luz bañando apenas el conjunto y la leve sensación de inquietud - ¿curiosidad, extrañeza? - que produce la escena al completo. La mirada silenciosa, el hombro ligeramente inclinado. El frio azul de las púpilas teñidas de tristeza. La sensación incesante que la idea se abre en si misma para rodear al cuadro y al espectador.

Se ha hablado mucho sobre la identidad de esta joven silenciosa, flotando en el mundo del pintor. He leído comentarios de renombrados criticos artisticos como Hagen que insisten en suponer que el arete - ese extraño, inesperado punto focal - es una señal de castidad. A diferencia de otros cuadros del autor, la pieza carece de la depurada técnica de espacios y formas que otorgó renombre a la obra de Veermer. La luz oscila levemente, desde la mejilla de la joven, el leve brillo de la perla, sus ojos expresivos, chispeando  por toda la superficie, al igual que el empleo de esas brillantes tonalidades entre las que destacan el azul y el amarillo. No obstante, el valor del cuadro radica en la interrogante, en la sensación expúrea que el rostro de la mujer, el reflejo del sol - brillante, evanescente - que resalta sus mejillas y su ansiedad - esa sensación casi desesperada en su expresión - es el verdadero enigma del cuadro, es la real esencia de la obra por completo. Podría cerrar los ojos y paladear lentamente, la magnifica sensación de atisbar por un instante el pensamiento de un hombre que vivió hace siglos atrás, respirar el dorado resplandor de la mañana de la última pincelada, el brazo erguido, el latir de su corazón - la emoción, casi completa su visión - , los dedos agarrotados en el pincel de madera. Una sonrisa leve. La modelo aguarda, intentando no dejarse llevar aquel secreto a dos voces, por el fuego de una hoguera maldita que parece devorar todo lo que no sea la belleza del cuadro, la idea de la pieza. El último resplandor, en la perla, el rabillo del ojo. Los labios húmedos. El suspiro eternizado. La belleza extendiendose en todas direcciones a partir de la forma vital. Un suspiro de pura divinidad. El tiempo sin forma, más allá del cuadro, de la obra completada.

El brillo de la perla.

- He terminado - musita para sí el pintor. O tal vez simplemente guardo silencio, asombrado, entristecido. Inquieto. Las manos temblandole un poco. La joven se vuelve hacia la oscuridad - de nuevo, anónima, la luz se aparta de ella. De nuevo es solo una mujer, mientras la belleza se encuentra atrapada en el lienzo para siempre - Suspira. Se muerde los labios. Aprieta las manos.

Abandona la era de los milagros. Tal vez le esperen tristezas y sonrisas, hijos, un futuro. Pero solo su imagen tendrá la trascendencia, navegará en Oceános del tiempo para llegar a otros pensamientos, para cautivar la imaginación de todo aquel que lo miré, ese pequeño núcleo tembloroso de pura ternura. Pero el pintor habrá sonreído, sin duda alguna. Soñará con ese rostro, repetido mil veces, en la luz, en el color, en la forma que nace lentamente, que brota de la noche en ciernes de sus pensamientos. Mira de nuevo a la joven, que ahora suya y que luego pertenecerá a la historia, a su historia, a la pequeña leyenda de la belleza. Una torva vanidad inquisitiva nace de sus convicción. Se vuelve un instante. También la luz le abandona. No obstante, un leve reflejo de su propia historia reposa en los colores, en la sensación que plasmó y que ahora puede contemplar con los ojos entrecerrados.

Vivirá, piensa quizá, cuando yo solo sea un recuerdo.

Sonrio, sin poder apartar los ojos de la reproducción de la pintura. La cuelgo en la pared de mi habitación y me dejo caer sobre las almohadas, observando el rostro de la joven en la oscuridad, exacto a la convicción del tiempo infinito que lo creo. La luz mengua, ondula un poco. Finalmente, apenas puedo distinguir los rasgos de la joven. Pero la luz de la perla continua brillando, incluso en la noche cerrada, en medio de mi vigilia silenciosa. Parpadeo, cansada, un poco sonnolienta - un pequeño milagro - y mientras me deslizo hacia mis sueños, hacia ese reino silencioso rodeado de pensamientos exactos, el brillo de la perla me acomopaña. El pequeño enigma de la belleza.

El tiempo arrebatado a la Divinidad.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Desvarios, silencios, fragmentos de luz errantes

Mi abuela solía insistir que cada idea, pensamiento, sentimiento, incluso nuestras dudas e incertidumbres, necesitan un lugar y un tiempo especifico en nuestro espiritu. Un aliento que les permita obtener las formas y fisuras, las sombras y las contextura que le otorgen un momento consistente en nuestro Universo personal. Tal vez por ese motivo, en las iniciaciones, la permanencia durante un período significativo de tiempo en condiciones díficiles forma parte de un desmembramiento que aísla a la persona de la comodidad y la complacencia. Como en tlos ritos de paso de cualquier experiencia o creencia mágica, el período termina y el espíritu renovado inicia un tránsito hacia una percepción vital más creativa, renovada y más sabia.

Históricamente hablando, sobre todo en la psícologia de las sociedades patriarcales, la enfermedad, el exilio y el sufrimiento se entienden a menudo como un gran desmembramiento iniciático que a veces reviste de un gran significado. Pero en el caso de las formas étnicas e intelectuales donde la femenidad posee  una importancia significativa, hay otros arquetipos adicionales de iniciación que surgen de la psicología y las condiciones físicas, así como también de las recreaciones más amplias de su propia capacidad para otorgar sentido a simbolos conceptuales privados y que forman parte de su mitologia personal. En la religión de la Diosa llamamos a estos tránsitos de conciencia "amor nutritivo" que es una manera de abarcar una idea conjuntiva, creacionista y dinámica sobre la pasión, sobre el poder magnifico y arrollador de una decisión personal. Porque ¿que otra cosa es una iniciación, un ritual que despoja a la mente y la voluntad de cualquier incertidumbre y duda y te empuja a nueva dimensión de tu conciencia unilateral sino una visión tima sobre el mundo? Una elaboración consecuente y estructurada de nuestra concepción de la idea primigenia sobre lo que llamamos mundo, el valor de las concreciones mentales, la realidad, las formas más aparentes del deseo y la razón. Para la Tradición de la Diosa que practico, el comienzo del viaje iniciático hacia el bosque de nuestra propia mente, comienza en el mismo momento en que comprendes que cada decisión, cada reverberación de su voluntad de crear y delinear el mundo a su medida, tiene como inmediato efecto una expresión de su yo más desconocido, el secreto en sombras del anhelo por liberarse de cualquier atadura intelectual. Hay una idea que suplica vivir, pero que solo recibe respuesta cuando nos atrevemos a dejarnos caer en la oscuridad de nuestros temores para encontrar la luz de la esperanza...y no me refiero a algo tan simple como una idea romántica y creciente de mi voz y mi nombre, una individualidad crasa, sino en nuestra necesidad de imponer el valor del tiempo personal por encima de la incertidumbre, el desconocierta y esa leve desesperación que sufrimos en medio de cada pequeño cataclismo personal que nos obliga a encontrar un nuevo camino, un norte desconocido hacia donde dirigirnos.

Los griegos llamaban a ese fenómenos rutilante y devastador, Sofía, el espíritu de la sabiduría, que toma la luz del abismo y se recrea asi mismo, elevandose en medio de un cielo nervudo y palpitande de pura expectativa.  Un deseo irrevocable sin duda, de otorgar sentido y belleza a nuestro Universo secreta, esa divinidad sin nombre que habita en nuestro espíritu, más allá de toda moralidad y valor cultural.

Suspiro, mirando como los primeros resplandores del amanecer comienza a palpitar en un cielo púrpura y plata. Una sensación de renovada fe, de profunda emoción me envuelve, tal vez la simplicidad de la razón sin sentido o ese despertar primigenio de mi nombre más austero. Recuerdo que mi abuela C. me insistía de pequeña que utiliza toda mi energía para seguir todos los caminos del mundo de los sueños hasta encontrar a la princesa que dormía en un palacio de Cristal y que creaba la fábula de mis pensamientos a través de su lento devenir por el mundo de los sueños. La amante secreta de Morfeo, la eterna durmiente que crea a traves de un tiempo cenital, el verbo creador y en la nacimiento del fenix de fuego en mi espiritu. Ah, si, esta especie de ansia de transmutación, de recrear cada sentimiento en medio de la luz nívea de mi voz más poderosa y personal.

C'e la vie.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Fiesta de las Tormentas



Durante el equinoccio de Otoño, la Tradición de la Diosa que practico, lleva a cabo la celebración denominada "La fiesta de las tormentas" en la cual se conmemora el poder y la fuerza espiritu  de la bruja. No obstante y como he repetido en  varias ocasiones, deseo que este blog sea un acercamiento sencillo y natural al mundo de la magia y los rituales, por lo que quisiera que todo el que desee llevar a cabo esta celebración, pueda hacerlo. A continuación, incluyo una variación del ritual de la fiesta de las tormentas que llevamos a cabo en mi familia,  para que todo el que así lo quiera, lo lleve a cabo.

Necesitarás:

7 velas rojas
un copa de vino tinto
Una rosa roja

Disposición:

Toma las velas y colocalas de tal manera que formen un circulo, en el centro del cual te sentarás. Dispón frente a ti la copa de vino y la rosa roja.

Cierra los ojos y toma una lenta bocanada de aire. Procura que todo tu cuerpo se relaje, que todos los músculos de tu cuerpo expulsen toda la tensión hasta que sientas que una exquisita sensación de tranquilidad te llena. Sigue respirando lentamente, mientras visualizas que la energía a tu alrededor toma una tonalidad rojiza, cálida y protectora. Ahora abre los ojos y enciende la vela que se encuentra frente a ti invocando:

"Soy el rostro de la Diosa
la fuerza del espíritu en la carne"

Enciende la segunda vela ( siguiendo la dirección de las agujas del reloj):

"Soy la energía del tiempo
todos los rostros de mi voz"

La tercera vela:

"Soy la convicción
y la fortaleza"

La cuarta vela:

"La música, la determinación y la inspiración"

La quinta vela:

"Soy la luz que renace
en tiempos de sombras"

La sexta vela:

"Soy una Hija ( o ) de la dualidad
Soy una creación divina
la fuerza de la creación"

Y finalmente la séptima:

"En nombre de la Diosa secreta
En nombre de los espiritus de la tierra
el viento
la tierra
el fuego y el mar
Invoco la fuerza de mi espiritu
para que se eleve, amplia e infinita
hasta que la luz del Universo la impregne de sabiduría
Que sea el tiempo y el poder en mí
Soy la creación, la convicción
la fe y la voluntad
de mi propias creencias
Así sea"


A continuación, levanta las manos y siente como la energía de la Diosa se manifiesta en ti. Con los ojos cerrados, visualiza que te encuentras en un valle al atardecer mientras gruesas nubes de lluvia cubren el cielo. Ahora, siente como el viento se hace más rápido y violento, levantando hojas y ramas del suelo. Imagina su poder, soplando sobre el valle en el te encuentras, sintiendo con toda claridad como toda la luz del sol comienza a desaparecer ante las nubes grises de tormenta. Escucha el sonido de los truenos lejanos, el resplandor de los rayos y centellas que iluminan por un momento las sombras. Alza el rostro, y finalmente, siente el contacto con la lluvia, las gotas frias y abundantes que comienzan a caer, mientras el sonido de la fuerza de la naturaleza se extiende a tu alrededor. Siente la forma como todo a tu alrededor parece lleno de poder, de la energía poderosa y fértil de la Madre secreta. Suspira, percibiendo el olor de la lluvia y la sensación de paz y fuerza que te transmite el sonido de la tormenta. La manifestación viva y perenne de la fuerza de tu espiritu.

Ahora, abre los ojos y toma la copa de vino. Alzala entre tus manos e invoca:

"En nombre de la Diosa
Soy la creación
la fuerza y la inspiración
Asi sea"

Toma un sorbo de la bebida y siente como el liquido te refresca, te llena de una sensación sensual y cálida. Por último, toma la rosa y deshojala. Cuando lo hayas hecho, toma sus pétalos y crea un circulo a tu alrededor con ellos mientras invocas:

"Que la Diosa esté en mí
que mi espiritu se inflame de su voz
soy la convicción y la sabiduría
el tiempo y la revelación
Así sea"

Sí lo deseas, realiza una corta meditación sobre tu perspectiva de vida y las esperanzas que guardas en tu espíritu mientras aguardas que las velas se consuman. Sino puedes o quieres hacerlo, apaga las velas ( nunca soplandolas ) diciendo:

"Crea poder en mí
Crea fuerza en mí"

Posteriormente, come y bebe algo para completar la estructura energética que has llevado a cabo.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Visitante



A solas, en mi habitación favorita, siento que el silencio que me envuelve tiene un significado propio, un aroma crepuscular, tan exquisito que siento deseos de paladearlo con ternura, con los ojos cerrados. Tal vez podría hacerlo, sin duda, pero en lugar de eso, tomo una hoja en blanco un lapiz y comienzo a escribir.

Los ojos se me llenan de lágrimas.Mis palabras son la única defensa que conozco.

El castillo de la Memoria  en el que habito se ha construido a base de narrarme mis historias, creando cadenas de palabras que poco a poco se van haciendo tangibles. Esas palabras han tomado formas sorprendentes: grutas, paredes, habitaciones, retratos, pasillos, jardines, murallas escondidas... mi vida entera se hace de ideas que cuando se verbalizan o se escriben cobran peso y sustancia.  Las construyo con la fidelidad platónica de las palabras, en la estructura firme de frases y parrafo que levanto a base de angustia, alegría, dolor, tristeza, desesperación, simple e ingenua felicidad.  Todas mis emociones se transforman, en una alquimia depurada y especifica, en un elemento de mi mundo interior, en un núcleo exacto y vital donde se sostienen los ojos ciegos de mi razón. Escribo, porque esa es mi manera de vivir. Dibujo un tiempo remoto a través de la sutil invocación del milagro del tiempo verbal.

Soy la reina de mi Castillo. Recibo largas esquelas con mensajes que a veces respondo, y a veces no. En ocasiones llegan barcos a mis costas, y recibo a los visitantes con gran alegría o con profunda desconfianza, dependiendo más de las intenciones que lea en su rostro que de las que anuncien. En otras ocasiones aparecen vagabundos en las tierras yermas de mis pensamientos, y a esos les brindo refugio durante el tiempo que sea necesario, les brindo un lugar en mi voraz necesidad de expresión y los miro partir cuando así lo desean.

Hay visitantes frecuentes, tratados internacionales de comercio con otras tierras y rutas de turismo y aventura que pasan por aquí de vez en diario. Pero mi Castillo lo habito sólo yo. Lo exploro frecuentemente, me interno en él por días, a veces por semanas. A solas, tocando los suaves tapices flamencos que cuelgan de sus imaginarias paredes, las sedas bizantinas que cubren los insustaciales muebles, los cuadros de retratos mudos que me acompañan en mi abstracto deambular. Cada vez encuentro algo nuevo, algún cambio interesante, un nuevo rincón en dónde pasar mis tardes de lectura. Cada nueva lectura agrega otro rincón que exploraré después.

El último visitante de la isla fue un explorador. Cuando supo de qué estaba construido Mi castillo de la Memoria y cómo se había formado, noté el entusiasmo en su mirada. "¿Me mostrarías las tierras que gobiernas?" Claro. Mi Castillo es mi orgullo. Lo tomé de la mano y lo invité a caminar. Exploramos muchas zonas juntos. Descubrimos que habíamos emisarios con mensajes y que habíamos recibido emisarios con mensajes, y algunos eran equivalentes. "¿Sabes? Yo también vivo en un Castillo, y se parece mucho a ésta. Cuéntame cómo es mi Castillo".

No supe que responder. Con turbación lo invité a que me siguiera, para visitar mis zonas favoritas. Él miraba de cerca las estructuras, de vez en cuando se quedaba mirando fijamente una palabra, un signo de puntuación que colgaba de las ramas simulando un fruto. A la distancia avistamos, sobre una loma de reflexiones, su castillo. "Con ayuda de mi convicción, construí un camino hacia el exterior, porque quería conocer mejor el resto del mundo. Estaba seguro de que había muchas más cosas interesantes por ahí que sólo mi tierras". Me pareció sorprendente. Yo nunca pensé en construir caminos. No sentí la necesidad de hacerlo. Sin embargo, en una ocasión, mis jardines protegieron a un pequeño principe rubio que buscaba a una rosa.

Pero esa es otra historia.

Mientras caminábamos, el explorador avisto unas grutas. "¿Qué son?" Son grutas. No estoy segura de qué contienen, nunca he entrado. Si no tienen iluminación en las entradas, quiere decir que están inexploradas, tal vez las construí hace poco sin darme cuenta. "Hay que entrar, no podemos dejar áreas sin explorar, mundos sin descubrir". No estoy segura de que sea buena idea. Me dejo llevar.

Cuando entramos, todo es oscuridad. Él toma una lámpara de aceite que cuelga de una de las paredes irregulas y empieza a descifrar el texto en las paredes. "¿Qué quiere decir esto?" No sé, no lo veo. "¿Qué dice de ti aquello?" No lo sé, no distingo. "¿Cómo puedes no saberlo? ¡Es tu Castillo, son tus palabras!" Sé que debo saberlo pero no puedo expresarlo. "¿Qué clase de reina de palabras eres, si no eres capaz de expresarlas? ¿Has notado que en tu Castillo cada vez hay menos visitantes? ¿Cómo podrías crear caminos con metáforas y deseos si no eres capaz de reconocerlos como propio?" La mayoría de los visitantes que regresan son buenos amigos, cada vez pasan más tiempo en mi Castillo, a diferencia de los comerciantes que vienen y se van... con algunos tengo puentes de palabras que unen sus tierras con la mía.

"¿Puentes de palabras? Construye uno, anda vamos, uno que nos saque de esta gruta y conecte con mi Castillo" No es tan fácil... primero necesito encontrar la salida de la gruta. "¿No encuentras la salida de la gruta? ¡Pero si es tu gruta, es tu Castillo, son tus palabras! ¡Es tu poder hacerlo!" Lo sé... dame unos minutos. Déjame ubicar dónde estamos, tengo que saber qué gruta es ésta... Así, en la oscuridad, no se me ocurre nada. Me siento paralizada, necesito enfrentarme  lo desconocido, la aspiración más absurda y desesperada en medio de las sombras... "Es inconcebible que seas la reina de un lugar que no conoces del todo. Voy por mi barca, tengo que regresar a mi isla. He visto cosas maravillosas aquí, algunas que seguramente tendrán eco en mis tierras. Si logras construir el puente, nos veremos. Si no, pues no. Pero ha sido un placer esta visita."

El explorador desapareció. Horas de soledad y angustia después, en un sueño lúcido, divagué en medio de cristales de colores, ese anhelo de comunicación tan desesperado y absorto que apenas tiene forma. Pero la salida que encontré no es la misma boca de la gruta por la que entramos. Salí al desierto, al sitio sin palabras. Al Silencio. Y me cuento la historia de cómo llegué aquí tratando de construir un puente, pero no con el Castillo de explorador - te necesito, cuanto deseo el roce de tus dedos en los mios - sino uno que me lleve desde mi Castillo de la Memoria el núcleo de mis pensamientos más eufóricos. La furía, la rutilante alegría sin rostro.

Cierro los ojos. Los dedos me tiemblan. El pulgar me sangra un poco.

Tal vez hoy no soy la reina de mi Castillo de la Memoria, soy su prisionera... y tengo que empezar de nuevo a descubrirlo.




martes, 21 de septiembre de 2010

Divagando



He disfrutado mucho leer Jonson, a pesar que siempre he tenido la idea que una obra de teatro debe leerse como tal y no como un obra en prosa común. Sin embargo, antes de leer a Jonson no había notado en realidad,  lo contradictorio que es leer una obra de teatro y tratarla como si fuera sólo el texto (aunque en las clases siempre te digan que uno tienen que tomar en cuenta que era una representación sujeta a un espacio bien definido) y no un complejo acto performativo. Creo que Jonson es uno de los grandes culpables de que, al menos en inglés, se le de un lugar preferencial al texto en el teatro en detrimento del performance, que es donde realmente radica el espíritu del teatro. Creo que la literatura ha maltratado mucho al teatro, de ahí mis desavenencias con Jonson: el personaje de las historias literarias, dictador del canon literario inglés. Sobre la persona, de la que apenas quedan huesos, no tengo nada que decir porque sería absurdo pelear con alguien que murió hace más de trescientos años.


Últimamente me he sentido vigorosamente agobiada. El teatro isabelino, Artaud y Derrida, pero sobre todo una repugnancia enfermiza por Ben Jonson, se han estado mezclando en mi mente de manera insospechada. No escribiré un largo post explicando porqué; sólo puedo decir que nunca antes había sentido un placer intelectual equiparable al físico.

Durante casi un año sentí que mi mente estaba sumida en un caos tormentoso que le dió un sentido un tanto autárquico a mis ideas. Era necesario un shock para salir de ese estado. Me encontré, metafóricamente, con una muralla que parecía detener todas mis intenciones de avance. Trate de rodearla, derribarla, ignorarla; todos parecían esfuerzos inútiles. Entonces intenté lo que parecía imposible y al mismo tiempo más lógico: escalarla. No, no es una tarea titánica. Toda lo que por su magnitud parece titánico deja de serlo cuando se enfrenta.

A pesar de que me siento bien por regresar a sus goznes el cauce de mi escritura, eso no cambia muchas cosas. Me gusta caminar por la calle y pensar en que la idea de la escritura,   como forma de redención a mi simple angustia existencial,  es una falacia. Escribir es un oficio tan pueril como el del artesano. Mientras veo a un ingeniero hablar con los albañiles me identifico con lo que hacen mientras se edifica un párrafo en mi mente. Pocos notarán el esfuerzo de los albañiles y el diseño de los ingenieros, pero todos usaran el puente. De la misma manera, tal vez muy pocos lean alguno de mis cuentos (y mucho menos mi novela) pero, igual que el puente y los albañiles, son parte de una realidad (por negarla o resignarse a ella) que a veces parece monstruosa y otras veces fascinante. Aspirar a la salvación por medio de la palabra y su poder de convicción es poco menos que quimérico, pero aun asi, no puedo evitar escribir hasta que los dedos comienzan a sangrarme o mi mente se llena de una paz diáfana y sin forma que le da nombre y sentido a cada una de mis sensaciones.

Sólo puedo agradecer a Ben Jonson, quien odiaba a los albañiles y sentía veguenza de haberse alimentado gracias a tan venerable oficio, por dejar tanta antipatía expuesta en su escritura. De no ser por él y la repulsión que me causa su literatura no hubiera descubierto la manera de convertir, como los budistas, una emoción negativa en regocijo edificante. Qué lástima que Jonson no continúo con el oficio de su padrastro, pues la poetica de los maistros (que esta servidora conoce bien) está a la altura que realmente corresponde al "hijo del intelecto".

lunes, 20 de septiembre de 2010

Arte y simbolismo: las Kachinas

 
Los indios  Hopi pertenecen al grupo de antiguos habitantes de la meseta central de los Estados Unidos. Sus costumbres y tradiciones se adentran en lo más profundo de la prehistoria, pero no en su actual emplazamiento, sino en un lejano territorio que los  Hopi llamaban  Kasskara, y que fue víctima de guerras y cataclismos que  estuvieron muy cerca de exterminar toda su herencia cultural.

De acuerdo con la tradición Hopi, la historia de la Humanidad está dividida en períodos que ellos denominan Mundos, los cuales están separados entre sí por terribles catástrofes naturales: el primer mundo sucumbió por el fuego, el segundo por el hielo y el tercero por el agua. Nuestro actual mundo, que es el cuarto según sus profecías, está tocando a su fin, y dará paso a un nuevo mundo en un futuro no muy lejano. En total, la Humanidad deberá recorrer siete periodos.
   


Los Kachinas:

Según una de las Tradición más extendida en la memoria social Hopi, sus antepasados poseían un amplio conocimiento en la artesania manual y la arquitectura:  dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas.Los sabios más prominentes de la cultura eran los katchinas (o kachinas), que significa, Sabios, ilustres y respetados.

Según las leyendas más afianzas en el imaginario de la tribu Hopi, los katchina  enseñaron a su pueblo a  observar las estrellas, cortar raíces, aplicar leyes y una larga lista más de actividades. Se multiplicaron como pueblo, y de ellos surgieron nuevos clanes y naciones que se extendieron por toda América. Los katchinas ayudaron a su pueblo a trasladarse a nuevas tierras mucho más fértiles que las que habitaban.

El mundo de los Kachinas es realmente antiguo y tiene sus raíces profundamente arraigadas en las tradiciones de la gente. Aunque la mayoría del mundo Kachina son seres benefactores, hay también entre ellos demonios y ogros.

El Kachina es dificil de clasificar, muchas razones incluyen ideas limitadas a su aspecto y función pero también porque las ideas se diferencian en todo el territorio de los indios pueblo, entre tribus, de clan a clan, etc.

Podemos reconocer un número de clases de kachinas sin embargo. Cerca de treinta clases pueden ser reconocidas como oficiales o piezas principales en la toma de Mong (jefe).

Existen cerca de diecisiete clases de Wawarus, corredor Kachina y otras advocaciones que representan las formas en como se manifiesta la ancestral creencia en esta celebración. Estas figuras enmascaradas desafían al hombre. Si el hombre gana, los kachinas le dan un presente, pero si pierde, los kachinas (dependiendo de la clase de juego), pueden quitarle sus ropas, embadurnarlo con barro, cortar su pelo o azotarlo con una hoja de yuca.

Hay una gran cantidad de kachinas que aparecen solos o en parejas en el desfile de los kachina, en las ceremonias de la haba, y también en la ceremonia kachina de baile en primavera y verano.

El número mayor de kachinas aparece en compañías de quince a treinta, con seis u ocho kachinas femeninos (kachin-manas), en las ceremonias díarias. Además de los kachinas masculinos hay muchos kachinas femeninos.



El rostro Enigmático de una celebración milenaria:

Muchos pueblos y particularmente el pueblo hopi y el Zuñi tienen ceremonias en las cuales danzan hombres enmascarados, a estas danzas se les dá el nombre de "juego de Kachinas" un papel importante dentro de la tribu.


Se usan las mascaras Kachinas en las ceremonias principales, que vienen de días pasados, como el Soyalang-soyalang-eu (ceremonia del solsticio del invierno) en diciembre, Pamuya en enero, cuando el sol parece moverse al norte otra vez, Powamuya (ceremonia de la haba) en Febrero o marzo, y el Niman Kachina (ceremonia casera de la danza) en julio en que el sol parece moverse al sur.


domingo, 19 de septiembre de 2010

La voz de la Tierra, el rostro primitivo de la Diosa.


El útero de piedra de Nenkovo - Bulgaria, es una asombrosa estructura natural - para ser más exactos, una cueva - relacionada con antiguos ritos de fertilidad y fecundidad así como con la renovación anual de los ciclos de la naturaleza fue descubierta y documentada en abril de 2001.

Está situada en lo alto de la montaña en una zona agreste y montañosa sobre el Borovitsa Chalet, a unas 14 millas de Kurdzhali, en Bulgaria, cerca de los grandes complejos rocosos de nichos tracios de Rhodope oriental.

Esta cueva confirma las teorías de Maria Gimbutas sobre la existencia de una Gran Diosa Madre neolítica. En aquella cultura la matriz de la Madre Tierra era una fuente de poder y renovación cíclica. Los cultos de fertilidad y las ceremonias de iniciación sexual se llevaban a cabo en estos sitios especiales donde hombres y mujeres llevaban a cabo cada primavera los ritos de renovación de la vida, protegidos y auspiciados por la Gran Diosa Madre.

La entrada de la cueva es exactamente como la entrada de una vagina que se adentra en la cueva unos 65 pies. Pero los expertos que han analizado este relieve están de acuerdo en que el relieve natural correspondía solamente a unos 48 pies, siendo el resto de la obra excavado intencionalmente. Indudablemente, unas manos humanas continuaron la obra del agua que modeló el lugar durante milenios. Al final de la cueva, un altar excavado en la roca simboliza el útero mismo.

Una sorpresa enorme tiene lugar al mediodía cuando el sol se acerca a su punto más alto en el cielo y su luz penetra dentro de la cueva por una abertura especial de la roca proyectando una perfecta y reconocible forma de falo de luz sobre el suelo. Cuando al sol se alza más y la luz se extiende por el interior de la cueva, el falo se alarga y llega al altar que simboliza el útero.

Solamente durante enero y febrero, cuando el sol está bajo en el horizonte, el rayo de luz fálico tiene la longitud suficiente para llegar al altar y fecundar simbólicamente el útero.

No cabe duda de que esta es la cueva-matriz de cuya existencia quedan recuerdos en antiguos mitos. Este fue el lugar donde los ritos órficos alcanzaron su clímax. También en la isla de Samotracia, en la costa tracia, en el Egeo, en un templo órfico, según los autores antiguos, jóvenes solteros eran iniciados en cultos sexuales con jóvenes mujeres tracias.

El significado de estas orgías es arquetípico. Según la tradición indoeuropea, el rey muere cíclicamente y renace de acuerdo con un ciclo cósmico anual. Para esta renovación, debe subir la montaña, cazar un animal y luego unirse sexualmente con una representante de la Diosa-Madre para volver a renacer. Este es el antiguo mito del Hijo-Amante, nacido de la Diosa-Madre, que retorna a su útero en el momento de la cópula.

Numerosos detalles de los extinguidos ritos órficos parecen sobrevivir en las montañas de Strandzha. Asi, Santa Marina vivía en una cueva en la que había un curso de agua. La imaginación popular suponía que era una corriente fecundante masculina que corría por la cueva-matriz. La misma Marina se creía que había sido concebida después de que su madre implorase al Sol. Una vez al año, jóvenes solteros y jóvenes doncellas se reúnen en las cuevas locales para tomar parte en el sacramento de la concepción. El paralelo con el relato de Herodoto es obvio. Este autor es el que se refería a los ritos sexuales que se llevaban a cabo en la cueva del templo de Samotracia.

El mismo ritual tenía lugar en el antiguo templo órfico de Delfos y pasajes de Las Bacantes de Eurípides así parecen señalarlo: la orgías dionisíacas tenían lugar en las oozy, cuevas con aguas en las que se suponía que había sido educado Dionysos.

El río Perpereshka tomas sus aguas de la proximidad de esta cueva sagrada y Perperikon, célebre lugar de culto de Dionysos está solo a doce millas 12 del lugar.

Fuente:
Texto de la Doctora Vázquez Hoys. Uned, Madrid.

sábado, 18 de septiembre de 2010

El rostro de la Diosa en Latinoamerica.

Los mitos, por su propia naturaleza, pueden atravesar los tiempos de las diferentes civilizaciones y desembocar en el presente, y partiendo siempre de la esencia originaria de cada mito, aparecen renovados según el espíritu, el gusto o el estilo de cada época, fundiéndose así el sabor mítico de antiguas civilizaciones con el del presente.

Por otra parte, el fuerte rasgo icónico de los mitos los vuelve atractivos para ser concretizados en la plástica, por ello se ha hecho una pequeña cala en el arte latinoamericano contemporáneo para localizar aquellos mitos femeninos que han elegido los artistas para recrearlos.

Tal revisión mostró la amplia resonancia que a la fecha muestran los mitos de la antigüedad greco-latina y en menor número algunos locales, así como los mitos cristianos provenientes de la dominación española con la implantación de la religión católica.

Los pintores y escultores latinoamericanos que han realizado sus obras en los últimos años, parecen preferir dos grandes mitos con respecto a la mujer, el de Demeter (la maternidad) y el Venus (el amor y el placer); aquí se hará referencia exclusivamente al primero.

Al crear imágenes sobre la maternidad, tal vez tratan de mostrar lo que para ellos es lo más esencial y auténtico del otro sexo, con una idea dentro del ámbito de la tradición sexual, en donde los roles están nítidamente determinados; pero no sólo eso, porque el concepto de la madre es en sí polivalente. Nicole Loraux menciona algunos de sus significados en la antigua Grecia: la madre remite al origen, no tiene fronteras, se puede hablar de la universalidad de su reinado. Es metonimizada por su matriz, toda ella es una parte de sí misma. Extrae su potencia de esta manera suya de ser un cuerpo sin medida. La Gran Madre es una realidad, pero es ante todo una “idea dominante”.

Pero también, como señala Jung “la Gran Madre es ante todo un arquetipo [...] una imagen interior, eternizada en la Psyché; y para la organización psíquica, a la vez un centro y fermento de unificación. Algo inmutable”. La madre es la primera forma que toma para le individuo la experiencia del inconsciente, esto presenta dos aspectos: uno constructivo, el otro destructor, en tanto que es el origen de todos los instintos, la totalidad de todos los arquetipos. La madre personal recubre el arquetipo de la medre como símbolo del inconsciente, es decir de sí mismo.

Oliverio Martínez muestra en su escultura denominada Maternidad clásica (1992) la esencia del auténtico afecto maternal con toda su intensidad y pureza, por medio del abrazo tierno y amoroso de la madre hacia su hijo, y con las líneas finas y alargadas de la mujer, pero haciendo notar el vientre que acogió al pequeño ser , enfatizado todo esto con la desnudez de la madre y del hijo.

En contraste con la obra anterior, Tomás Gondi presenta en Maternal otra calidad del afecto materno, pues la posición del cuerpo de la madre y el vestuario que la cubre casi totalmente, más los ojos que no miran al niño y la pequeñez de éste, generan una idea de posesión o quizás de protección, pero con desapego afectivo.

Ignacio Castañeda presenta una Maternidad que introduce los tipos mexicanos, tanto por sus rasgos, como por la posición sedente del cuerpo, que sostiene en su regazo al niño mientras lo alimenta, aquí se realza el aspecto nutricio de la madre; el afecto está dado por los brazos que rodean al niño, pero ni su rostro ni su mirada se interrelacionan con el hijo.

Mario Aguirre, en su Alameda, de alguna manera sigue la misma línea que el anterior, aquí la posición displicente de la madre contrasta con la afectividad del niño, y aunque no se puede apreciar su rostro, sus brazos demandan atención materna, que con cierta serenidad no le demuestra la misma intensidad emocional que el niño.

Enfatizando la función procreadora de la madre, Ricardo Martínez presenta El parto (1959), donde los hombres se convierten sólo en espectadores de un acto que aquellos no pueden ejecutar. Del mismo pintor es Madre e hijo (1960) en donde los padres contemplan el fruto luminoso del parto.

Con un estilo muy diferente, Jorge Marín pintó su Dama con bebé y chango sobre el mundo de 1995 que recuerda a ciertas esculturas religiosas, Marín muestra cierto trastrocamiento de los formalismos, al abrazar la dama al chango en su regazo y sostener con la mano a un bebé un tanto cuanto monstruoso por la máscara que a tan temprana edad lleva puesta.

Rafael Cauduro por su parte, ofrece una visión muy contemporánea de la madre en su pintura Mother and Child (1988), que comprende en realidad tres diferentes representaciones de madres, las dos que están someramente dibujadas en el pizarrón, al centro del cual se mira un Chac Mool; del lado izquierdo, una madre que atiende a su hijo, y del derecho, una madre en contemplación, pero no de su hija. Y en la parte inferior, un niño atisba tras las rejas a una mujer, que quizá podría ser su madre y que recuerda la posición de Chac Mool.

De esta breve revisión de la imagen de la madre en el arte contemporáneo latinoamericano se encontró que el enfoque relacionado con la concepción de la madre como creadora es la impera en los artistas citados, lo cual conlleva una visión más amplia del acto creativo, por ello desde la antigüedad un aspecto relevante en el simbolismo de la diosa madre era el considerarla como la “madre de todo lo que es, y de esta manera contemplar el universo como una mujer que da a luz a todas las formas de vida”, este aspecto de la mujer como Madre creadora puede abarcar todos los ciclos creativos, pues “cada partícula de la existencia está sujeta al mito del eterno retorno, representado por el arquetipo de la madre: concepción nacimiento, vida, muerte y renacimiento”, aunque desde luego éste es sólo uno de los elementos que permite comprender el por qué entre los mitos femeninos, los artistas plásticos privilegian el mito de la maternidad.

Fuentes:

*Ramírez, Edelmira, 2001, "El mito de la maternidad en la plástica mexicana contemporánea
*Nicole Loraux “¿Qué es una diosa?”, G. Duby y M. Perrot, Historia de las mujeres. La antigüedad 1, Madrid, Editorial Taurus, 1991, p. 49.
*Jung, citado en Ibid., p. 50.
*J. Chevalier [y] A. Gheerbrant, Dictionnaire des symboles, París, Seghers, 1974, p. 209.
*C. Dowing, La diosa, imágenes mitológicas de lo femenino, editorial Kairós, 1998, pp.22-24.
*M.Dunn Maccetti, Diosas. La canción de Eva, El renacimiento del culto a lo femenino, Barcelona, Robin Book, 1998, p.179.

viernes, 17 de septiembre de 2010

#DiaDelFormateo



Como ciudadanos 2.0 la información que conservamos en nuestros respectivos discos duros, es probablemente lo más valioso que atesoramos a nivel laboral y personal. Por ello, el hecho de formatear - ya sea de manera programada o debido a una emergencia - resulta un hecho cuando menos doloroso, cuando no traumático. Siendo que vivi la experiencia durante esta semana, quisiera hacer una pequeña recopilación de los consejos que mi técnico de confianza me brindó y que me ayudaron - sin tener grandes conocimientos de informatica - a que el proceso fuera sencillo y sin perdidas sensibles.

Todo en su lugar: 

 Sé que parece obvio, pero en ocasiones, tenemos la noción que respaldar solo se limita a la información más obvia. En realidad, respaldar tu información implica que en el momento de comenzar a utilizar tu equipo restaurado, puedas hacerlo con toda tranquilidad y con las mismas ventajas / facilidades que has tenido en tu anterior configuración. De manera que, para respaldar sigue estas reglas sencillas:

* Divide la Información: Coloca en carpetas separadas imagenes, documentos .PDF y .Word, música, y tus programas. Procura nombrarlas de manera que te sean facilmente reconocible y procura depurar lo que incluyes de manera tal que te sea comprensible. Recuerda que muchas veces encontramos documentos y archivos en nuestra computadora mediante un ejercicio de memoria y reconocimiento, pero en el momento de encontrarnos en otra configuracion es probable que te sea muy complicado y laborioso. Facilita la organización distribuyendo los archivos de tal forma que puedas utilizarlos de inmediato y sin necesidad de abrirlos o ejecutarlos para poder hacerlo.

* Respalda tus perfiles y favoritos del Navegador: Tal vez te ocurra como a mi, que tienes una pequeña colección de paginas favoritas, que incluyen mis lugares de interés y que consulto a diario. Si es asi, guarda la información de manera tal que al volver a instalar todos los navegadores, puedas incluirla de nuevo. No es proceso complicado y de hecho, es una manera simple de conservar información.

- Respaldo en Mozilla Firefox: Dirigite a Marcadores > Organizar Marcadores > Importar y respaldar > Exportar Marcadores. El navegador creará un archivo con la terminación .json que una vez reinstalado el programa, te permitirá incluir de nuevo toda tu colección de favoritos.

- Respaldar en Explorer: Ve al menú Archivo y selecciona Importar y Exportar. Solo tienes que seguir el asistente. Te resulta en una página web que te puedes llevar a otra máquina y con el mismo menú los importas.

- Respaldar en Google Chrome: Sigue la siguiente ruta C:\Documents and Settings\[USERNAME]\Local Settings\Application Data\Google\Chrome\ y copia el archivo que corresponde a tu UserName. Al instalar de nuevo el programa, solo debes sustituir el archivo en el mismo directorio y recuperarás tus favoritos. 

También si lo deseas, mi amigo Otto Schmilinsky recomienda respaldar tus favoritos del Navegador usando   Xmarks, un programa que protege y administra tus favoritos y te  permite tener los mismos en cualquier navegador que uses. Mucho más sencillo y completamente virtual.

* Respalda tu música en los perfiles de Itunes o Windows Media Player: Tanto como si eres un consagrado Melómano como si solo disfrutas de escribir o trabajar con música de ambiente en tu computadora, la música que acumulas en tu sistema es probablemente de los archivos más importantes que guardas en la pc. Para evitar su perdida, te recomiendo que guardes los perfiles o carpetas organizados desde tu reproductor favorito. No solo te permitirá conservar la manera como has organizado tu música sino además, te garantizará que conservaras la mayor cantidad de información posible.


- Para respaldar en Itunes:  Una opción es consolidar tu biblioteca iTunes con el menú Avanzado->Consolidar biblioteca. Esto copia todo el contenido de tu biblioteca iTunes a la carpeta iTunes que generalmente se encuentra en "Mis Docuemntos\Mi Música\iTunes". Guarda el contenido completo de la carpeta iTunes a uno o más DVDs. Luego puedes copiar esta carpeta en tu computadora luego del formateo y así tendrás tu biblioteca iTunes completa.

- Para respaldar en Window Media Player:  Los archivos donde se almacena la configuración se encuentran en la ruta "C:\Documents and Settings\USER\Configuración local\Datos de programa\Microsoft\Media Player" (donde "USER" es el nombre de la carpeta de tu usuario). Copia la carpeta Usuario y una vez que reinstales el sistema sustituye en la misma ruta la carpeta resultante con la que has respaldado. 

* Imagenes: Seas fotografo o simple aficionado, o incluso te guste simplemente coleccionar imagenes de momentos importantes, hay maneras sencillas y rapidas de respaldar tu informaciòn visual. De esa manera podrás conservar la integridad no solo de los programas que utilizas para editar las fotografias sino la información propiamente dicha.Organiza las imagenes en carpetas identificadas por fechas, nombres o eventos, pero que sea bajo una manera. Cualquiera que sea la manera que escojas para organizarlo, procura que sea de la manera más simple. Utiliza DVD O un disco duro externo, pero cuida de incluir tanto las originales como las copias que hayas realizado con cualquier modificación digital. Si no tienes el espacio suficiente, siempre prefiere el formato original: eso garantiza no solo la integridad del archivo sino que además, puedas conservar tus imagenes a tamaño real.

* Programas: Conserva los archivos ejecutables, en una carpeta, incluido todo lo que necesites para hacerlo funcionar. Si necesitas instrucciones, escribelas e incluyelas también. Tal vez te parezca que podrias no necesitarlo, pero te aseguro que muchas veces, volver a instalar tus programas preferidos puede resultar complicado si debes hacerlo en un equipo restaurado por completo.


* Escribe tus contraseñas: Tal vez nunca lo hayas pensado pero muchas veces, no necesitas recordar tus contraseñas porque tu navegador las acumula por ti. Pero al comenzar en un equipo nuevo, te encontrarás que no recuerdas la mayoría de ellas. De manera que te recomiendo escribir todas las contraseñas de tus cuentas y perfiles preferidos, además de la respuesta a tu pregunta de seguridad en algunos casos. Después puedes borrarlo, pero te puedo asegurar que puede ahorrarte más de un dolor de cabeza tener esta pequeña lista a mano durante los primeros días después del formateo.

Otro consejo muy interesante y util de mi amigo Otto Schmilinsky es que protejas y guardes tus contraseñas con un programa como RoboForm ( para pc ) o  1 Password ( para Mac ) los cuales te permiten que todas las contraseñas de cualquiera de tus perfiles se encuentren protegidas y cifradas para mayor seguridad.


* Respaldo en Web: Si por alguna razón el espacio fisico del que dispones para respaldar no es suficiente, puedes utilizar cualquiera de las opciones que te ofrece la web para respaldar Online. En lo particular, utilizo: http://classic.my.eyeos.org/ que además de ofrecerte seis gigas de capacidad, tiene un escritorio virtual e incluso un messenger que puedes utilizar en caso de necesitarlo.

Probablemente mis consejos te parezcan sencillos e incluso obvios, pero luego de haber vivido la experiencia de formatear mi Disco Duro, comprendi lo util que puede resultar una organización eficiente en un momento que puede resultar confuso, traumático o cuando menos desconcertante para la mayoría de lo usuarios regulares del mundo virtual.










jueves, 16 de septiembre de 2010

Sobreviviente

Y ayer me volví una estadistica. Una de las poco importantes además, supongo: no hubo hecho de sangre ni nada que lamentar, por fortuna. Ninguna perdida importante, como no fuera mi confianza en Venezuela como país y la de incertidumbre de mi futuro en una sociedad donde un desconocido tiene la potestad de golpearte y arrebatarte el fruto de tu trabajo con total impunidad. La ley del más fuerte aplicada a lo cotidiano, como tantas otras prerrogativas primitivas: vivir o morir, sobrevivir.

Porque esa fue la primera palabra en la que pensé - cuando pude hacerlo - una vez que vi al ladrón correr a toda velocidad por la calle, alejandose. Sobreviví. Y entendí, de una manera brutal y dolorosa, que en la Venezuela del siglo XXI, los ciudadanos, sean del estrato que sean, del pensamiento político de su preferencia, de cualquier raza o nacionalidad, todos somos sobrevivientes. Sobrevivientes no solo a la Violencia de las calles, sino a la economía desastroza, a los servicios públicos deficientes, a la intolerancia, el prejuicio, la segregación. Vivimos en un país donde debemos acostumbrarnos a la acecho, en un clima de paranoia desgastante e insoportable. No solo no existe concepto de seguridad personal, sino que además se instauró la cultura de la resignación: de agradecer la supervivencia, de aceptar que lo terrible y angustioso de este país es inevitable y normal.

Y todo eso lo comprendì - acepté, asumí - mientras permanecía en el suelo, temblando de miedo, en mitad de la calle frente a mi propio edificio, conciente que podría haber muerto por un disparo. Con el lirismo mínimo de las ideas rotundas, tuve una violenta noción de mi vulnerabilidad, de la realidad pura y simple del país donde vivo. No somos otra cosa que victimas, que sobrevivimos día a día con dificultad, sin saber que esperar o que temer. O simplemente, que ocurrirá a partir que el simple caos tome la forma de sociedad.

¿Muy Tarde para aceptar lo evidente? No lo sé, pero creo que solo ENTIENDES en toda su dimensión la tragedia de este país cuando debes enfrentarte al hecho que te puede ocurrir, que como yo, te conviertes en una estadistica poco importante en medio de una lenta destrucción de la idea de país.

martes, 14 de septiembre de 2010

Aglaia

Mi primer regalo de cumpleaños! Cortesía de mi bello José Arato ! Gracias mi bello por hacerme tan feliz :D


Sobre Simbologia Universal: Virgenes y amantes.

Aunque la virgen sólo es una parte de la divina trinidad femenina ( junto con la madre-prostituta y la vieja), su castidad no se ve afectada por la intensa actividad sexual de los otros aspectos. Es capaz de renovar su condición original a voluntad o a través de ceremonias o festividades. Así se convierte en la virgen eterna, titulo compartido por Istar, Anat y otras Diosas que, sin embargo fueron célebres por sus numerosos enredos amorosos. Aunque descrita como virgen, también existía la Afrodita pandemo ( es decir popular), cuyo templo en Corinto albergaba a las prostitutas sagraas, cualquiera de las cuales encarnaba a la diosa cuando yacia con un hombre. Entre las pocas diosas vírgenes que fueron inquebrantable y literalmente castas figuran la griega Artemisa, su equivalente romano Diana y Atenea, hija de Zeus. Los tres estaban relacionadas con la violencia y la acción.

La sexualidad reprimida de la virgen suele describirse como una fuente potencial de gran energía que puede resultar extremadamente peligrosa o destructiva. Dicha energía se acumula con efectos positivos en las vírgenes guerreras que desempeñan la función de las guardianas de los misterios femeninos. En este caso, a menudo son patronas de actividades o acontecimientos de los que, aparentemente, la virginidad las excluye. Por ejemplo, en tanto guardiana de la naturaleza, Diana también era Diosa de la fertilidad y posteriormente la vincularon a los partos y al cultivo de semillas. La satisfacción sexual de las mujeres es otra faceta de los misterios femeninos, lo que quizá explica los motivos por los que, a pesar de que rechazaban el sexo, Diana fue la patrona de las festividades orgásticas.

Atenea fue más severa, debido a que personificaba la castidad y desdeñaba la maternidad. Aunque sancionada por Zeus, rechazó la propuesta de matrimonio de Hefestos, Dios artesano del fuego y los volcanes. Se desató una refriega y el esperma del Dios resbaló sobre la pierna de la Diosa, que asqueada, lo apartó. Cayó sobre Gea, la tierra, que quedó fertilizada en el acto y produjo al horrible Erictonio, futuro rey de Atenas. Atenea lo crió como si fuese su hijo de esta forma, practicó una especie de maternidad.

La virgen india Parvati se volvió asceta con el único propósito de conseguir compañero bajo la forma de Siva, su mitad masculina. Ayunó y se aisló hasta que, llorando su ausencia, el principio masculino dejó morir al mundo, acontecimiento que recalcó la importancia de Parvati en cuanto figura de fertilidad.

Los mitos indios sobre la abstinencia sexual transmiten el sentido de la inmensa y ardiente energía que las vírgenes y los ascetas conservan.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Simbolismos concurrentes y asociados a la Luna.


Tanto la serpiente como la Luna, una abandonando su piel vieja y la otra, mutando su luz y su sombra, son concebidas como seres que renacen continuamente a partir de sí mismos. Lo cual les da cierto señorío sobre la vida y la muerte. Ambas comparten los poderes de la renovación de la vida. La Luna desaparece durante su etapa Oscura, y la serpiente lo hace bajo la tierra para hibernar dejando su piel. Son vistas como epifanías de las fuerzas auto-generadoras y a la vez auto-devoradoras, como algo misterioso que está más allá de los poderes del tiempo. Veremos el tiempo y la luna, pero el primero como el devorador de la vida. Tanto una como la otra se asocian a lo acuático, la Luna por el rocío, la humedad, la lluvia, las mareas… la serpiente porque siempre está cerca de fuentes de agua o enroscada o colgando del Árbol de la Vida, custodiándolo. La serpiente simboliza al mismo tiempo el poder de las aguas. Por su relación con lo que nace y lo que muere, se asocian ambas como mediadoras entre los vivos y los muertos.

La serpiente es vista tanto en forma femenina como masculina en los mitos, al igual que la Luna. Tanto la una como la otra es considerada el “Señor de las Mujeres”, reverenciadas como las grandes fertilizadoras. La serpiente se asocia al conocimiento dado que surge desde las entrañas de la tierra y está unida a la sabiduría de la Tierra Madre y de la Luna como diosa. Comparte el poder de la transformación con esta última. Durante la Edad del Bronce y del Hierro, la Diosa Madre tuvo muchos nombres y siempre estuvo asociada a serpientes.

La serpiente se asemeja a un espiral cuando está en movimiento, un círculo que se abre en otro círculo y combina un retorno a un punto de origen con movimientos en otro nivel, al igual que la Luna.

Señor de los Muertos y primer Ancestro:

Cuando la Luna sale de su fase oscura hacia el término de la tercera noche, genera en un nivel simbólico profundo, la sensación de que la vida puede continuar, si no para el cuerpo, para el alma.

El hombre ha creado una suerte de correspondencias simbólicas que se volcaron en los mitos, por ejemplo el mito del primer muerto; la Luna como primer muerto. En cierto sentido, este astro (según la mitología), fue el primero en morir simbólicamente hablando, si lo pensamos desde la observancia del mundo natural, incluidos los astros. El primero en morir en la tierra es el Ancestro, del que muchas veces se guarda memoria. El paralelismo entre ese primer ancestro y la Luna hizo que a un nivel mitológico se lo concibiera morando en ella. Desde allí él podría, según la cultura de la que hablemos, continuar guiando y rigiendo a sus descendientes en la tierra. En India, se ha llevado esto a puntos muy altos de desarrollo, no sólo mitológico sino también metafísico. La Luna es “el hogar de nuestros ancestros” dice el Kaushitaki Upanishad, que es una de los cinco upanishads más antiguos.

Algunas veces, de la Luna se dice que ella misma es el ancestro de la tribu, esto da una pauta clara de la antigüedad del culto lunar. Osiris e Isis eran considerados como los ancestros de los reyes de Egipto a lo largo del Período Dinástico, y Osiris más tarde se transformó en el gran ancestro de Egipto, con quien los egipcios esperaban encontrarse en la hora de su muerte. En algunos mitos, como por ejemplo entre los Arunta de Oceanía, la Luna era originalmente la primera persona que habría vivido en la tierra y que, cuando murió, habría ido directamente al cielo transformándose en una luminaria. Desde un punto de vista mítico, un pueblo o tribu “equis” puede ser equiparada a la raza humana, se asume que son lo mismo dado que los mitos de cada pueblo los ubican en el “centro del mundo”, en ese “omphalos” por el que pasa el axis mundi en el que se articulan tanto el tiempo como el espacio, así como los diferentes mundos y órdenes de realidad. Esto hace que cada pueblo se considere el primero en nacer en la tierra y de ellos descenderían todos los demás. Los incas creían que ellos descendían de la unión del sol y la luna. Ambos, hermanos, unidos para fundar la línea real en Cuzco, que todos saben quiere decir “ombligo”, que según la cosmología Inca es el centro del mundo.

Los Bushmen de Africa llaman a la Luna el “Gran Jefe” y “Nuestro Abuelo”. Los Algonquinos la llamaban Diosa Abuela Aatensic. Era una costumbre alrededor del mundo, levantar al recién nacido para presentárselo a la Luna ya que ella era el Ancestro, se le estaba mostrando a un nuevo descendiente, y además se ponía en evidencia la herencia lunar. En la India, se la llama Candra, otras veces Soma, y era un ancestro de la raza lunar de los reyes, de los cuales Krishna, el octavo avatar del dios Vishnu, descendía. También los Burundi de Africa creían que sus reyes derivaban de ella como Ancestro y que a ella volverían cuando murieran. Hasta Gengis Khan (1167-1227) trazaba su ascendencia hasta un rey que había sido concebido por un rayo de Luna. En muchos lugares también cumple la función de juez de los muertos. El dios Yama, que originalmente fue el primer muerto en la antropogonía de la India, y a la vez el primero que abrió camino para los que vendrían detrás de él, era también juez de los muertos. En las varias divisiones que se hacen del panteón indio, hay una que los separa por pertenencia al astro solar o al lunar. Yama pertenece a la Luna, igual que Siva. En tanto ojo del cielo, la Luna es para los esquimales, la que asegura que los tabúes tribales sean respetados, aunque hay algunas variantes en que esta función la cumple un espíritu-lobo, aliado de la Luna.

En Grecia, Demeter era llamada “dadora de la ley” o thesmophoria, y en Atenas los muertos eran sus niños o Demetreoi. Recordemos que el Sueño, Hypnos, es en Grecia el hermano de la Muerte, Thanatos y que ambos son hijos de la diosa Noche. Los muertos se asemejan a los vivos cuando duermen, pero también, y tal vez, porque el dormir trae sueños, y los sueños corren el velo entre los mundos de los vivos y los muertos, entre el pasado, el presente y el futuro. Para el que duerme, muchas veces el muerto se hace visible del mismo modo en que la Luna hace luminosa la noche. Es el dios Hermes, como Psicopompo, el que puede guiar a las almas en el reino de la muerte. Hermes con su vara de serpientes entrelazadas lleva a las almas a través de la frontera entre la vida y la muerte, a la manera de aquél que fue alguna vez un dios lunar, él mismo. Ni Hypnos ni Thanatos pueden proveer de un ritual para entrar en ese ámbito. Fíjense que Hermes nace en una cueva el cuarto día del mes, el primer día de luna creciente después de los tres días oscuros, y lleva un cordero sobre sus hombros como aquél encargado de incrementar el ganado, la fecundidad de los rebaños. En Arcadia se lo honra junto a los manantiales y hay pilas de piedras que señalan el camino hacia el próximo manantial o arroyo. Sus epítetos lo vinculan a la noche: “nuxios”: “el de la noche”, “opopeter”: “aquél que ve en la noche”, o también “compañero de la noche negra” como lo llamaba Apolo. También se lo llama el “Matador de Argos” o “Argeiphontes”. Argos bien puede ser un antiquísimo remanente de un dios de la Luna menguante. Argos custodiaba a Io, que fue convertida en Luna-Vaca por Zeus a pedido de Hera. Pero a pedido de Zeus, Hermes pone a Argos a dormir con la música de su flauta y así lo mata liberando a Io. Si Argos fuera un remanente de un dios de la luna menguante, es posible que, haciendo otra lectura, Hermes en tanto dios de la Imaginación, liberara la intuición lunar que estaría representada por Io.

Otro nombre de Hermes es ”Propulaios” o “en el portal” se refiere a aquél que está en el portal del mundo subterráneo, en el umbral, mejor dicho, entre los mundos divino y humano, que es el lugar por excelencia de la transformación. Por eso su sombrero tiene dos colores, negro y blanco para indicar que mora en las alturas luminosas y en la oscuridad del mundo subterráneo. En cada Luna Nueva (oscura), Hermes junto con Hécate, que es otra guardiana de los portales y las encrucijadas, son honrados con ofrendas, pasteles, con la esperanza de que concedan un mes con buena fortuna.

La Luna, el tiempo y el destino:

Sabemos que las primeras notaciones del tiempo fueron lunares. La noción del tiempo en sí misma, podría haber surgido, según algunos criterios, en función de la observancia de las fases de la Luna y por el hecho de ver que había un patrón recurrente en esa secuencia. Tendríamos continuidad, secuencia y recurrencia. Sería como ver el tiempo, no en forma abstracta sino como un fenómeno concreto que se podía medir, algo “vivía” de noche en noche, de fase en fase, de Luna en Luna. Podríamos decir que estamos entonces ante un fenómeno que es cuantitativo, pero, el hecho de que cada fase ofrezca una imagen distinta y evoque sensaciones, sentimientos e ideas también distintas, lo hace un fenómeno cualitativo. Era como si el tiempo medido por la Luna tuviera su propia personalidad conforme la fase correspondiente. Fue la mejor manera, la más efectiva, de contabilizar las noches y por ende, los días. Por eso no puede extrañar que muchos pueblos cuenten el tiempo por noches.

Dicen que los seres humanos tenemos un deseo profundo de encontrar unidad en medio de la multiplicidad que nos rodea, en forma inconsciente algunos, consciente otros. La constancia en la recurrencia del ciclo daba la noción de algo perpetuo, la fase cambiante ofrecía la imagen cambiante del tiempo inserto en esa perpetuidad. Ya Platón, en el Timeo, decía que el tiempo era la imagen móvil de la eternidad. Pero la eternidad no es perpetuidad. Si tomamos la imagen de las fases lunares veremos que la suma y continuidad de las mismas ofrece noción de perpetuidad, algo que se repite interminablemente. En cambio, la intuición de la eternidad alude a algo que no puede ser imaginado, ni concebido por el hombre. Sí profundamente ansiado, es una realidad de otro orden a la que aspiramos desde el fondo de nuestro ser. Las danzas circulares, las imágenes de círculos cerrados, la serpiente que se muerde la cola, todos son paradigmas, o tal vez expresiones de “eternidad” en tanto algo que no tiene fin, pero no por ello la representan fehacientemente, dado que esa noción está más allá del cambio.

Aunque desde el enfoque teórico, esto sea así, en los mitos la Luna proyecta tanto la imagen del tiempo como la de la eternidad, porque el hombre no se cuestiona o se cuestionaba la diferencia entre perpetuidad y eternidad. Tomaba ese patrón sin cambios del cambio permanente como un proceso eterno, y la eternidad era para él, el incansable y recurrente ciclo de las caras de la Luna. El tiempo era sus fases vistas en forma individual. Los Sioux la llamaban “La Anciana que Nunca Muere”, los Iroqueses, “la Eterna”. En inscripciones latinas se le da el epíteto de “eterna”, y en Rusia se la llama “la Inmortal”. En India, Soma, dios de la Luna, lleva el mismo nombre que la bebida de la inmortalidad. En Polinesia creen que la Luna se renueva perpetuamente en las aguas de Tane, la fuente eterna. Entre los hotentotes y los bushmen creen que la Luna puede dar inmortalidad a los hombres. Aunque no sea lo mismo, el renovarse, el ser perpetuo y el ser eterno, para nuestros ancestros la diferencia del concepto no tenía importancia. Lo que realmente la tenía era el sentimiento y la creencia que surgía a partir de la Luna.

Hay algo importante: para la mente racional, la Luna ofrece una imagen visible del fluir incesante del tiempo, en cambio, para la mente mítica la Luna hace el tiempo y “es” tiempo. Es el origen último del tiempo. En las lenguas Indoeuropeas los términos utilizados para medir el tiempo provienen del nombre de la Luna, no al revés. “Mes” (month en inglés) vienen de Moon. La raíz IE es “me”, que significa “Moon”, Luna y que da en el sánscrito “mas” o “masas” que significan Luna y mes. “Mati” significa “medida”; “ma” significa “tiempo” y “ma” o “matar” significa “madre”. Así, en las lenguas indoeuropeas surge la raíz para Luna y medida. En griego, Luna es “Mene”; “men” es mes; “metron” es mensura, medida, etc.

En latín decimos Luna que podría ser una contracción de “leuksna”, del griego “leukos”: blanco, brillante; Leukos también da “lux”, luz. Pero dejemos un poco este aspecto para referirnos a otro que está en relación más profunda con el tema de nuestro curso: la Luna como destino y las imágenes mitológicas que se asociaron a ella.

Veamos algo, si dijimos que para la mente mítica la Luna “es” el tiempo, entonces no es muy difícil imaginar la ilación que siguió: si la Luna es la causa del tiempo en la vida, era también la causa de su cesación. Recordemos las fases: creciente, llena y menguante, representando los distintos estadios de la vida humana, la totalidad de los días de la vida del hombre. Luego imaginaron que emitía hebras de tiempo de su esfera luminosa, del mismo modo que una tejedora pasa las hebras por su rueca y las enrosca en el huso. Así, la Luna, como la tejedora del tiempo de la vida, se transformará en aquella que teje el destino individual y universal. Pero veamos algo más, ¿qué es lo que nosotros vemos de la Luna? Sólo tres fases: creciente, llena y menguante, y cada una se asocia con una etapa de la vida. En Grecia encontramos cada fase asociada a diversas diosas: Artemis, Kore/Perséfone con la luna creciente; Demeter, Hera, Atenea y Afrodita con la luna llena; Hécate/Demeter con la luna menguante. Pero detrás de estas diosas, que tenían funciones bastante delimitadas, se vislumbraban otras figuras más asociadas con la noción de tiempo y destino, las Moiras. Nacen de la noche como el primer destello de luz que surge al amanecer, aluden al instante del nacimiento y la muerte, y el transcurso entre un momento y otro, serían la suma de los instantes de la vida humana. Nacen juntas, en el mismo momento, de ahí que nacimiento y muerte se encuentren en ese instante y, que el nacimiento traiga consigo a la muerte como un destino del que no se puede escapar. En medio, corren las vidas en el mundo natural y les es ofrecida una parte de ese tiempo. Moira significa: parte, porción. En primer lugar se refiere a las Moiras mismas como imágenes de las tres fases/partes de la Luna, y también por ser y marcar, cada una, una parte de la vida de los hombres: infancia, adultez, ancianidad. Esa ancianidad que acerca al hombre al final. El origen lunar de las Moiras fue celebrado por los Órficos que le dedicaron un himno, y hablaron de ellas como hijas de la noche oscura “vestidas del blanco rayo de luna”.

Se estableció diferencia de nombre y función entre ellas: Cloto teje la hebra de la vida y está presente en el momento del nacimiento. Lakesis teje la trama del destino, la tela y también la duración de los días del hombre. Atropos, lo “inevitable”, corta la hebra de la vida con su cizalla. Su nombre significa literalmente “aquella que no puede desviarse (cambiarse), o torcerse”. Ella marca el destino final del que nadie puede escapar.

Eliade dice que

"Los ritmos de la luna tejen juntos armonías, simetrías, analogías y participaciones que componen un tejido sin fin, una red de hebras invisibles que atan juntos a la humanidad, la lluvia, la vegetación, fertilidad, salud, animales, muerte, regeneración, vida después de la muerte, y más. Por esa razón, la luna es vista en tantas tradiciones personificada por una divinidad, o actuando a través de un animal lunar, tejiendo un velo cósmico, o los destinos de los hombres. (trad. de Patterns in Comparative Religion, “The Moon and its mystique”).

El hecho de que la Luna parezca hilar y deshilar en ese cambio de fases, da la idea de que detrás de ese astro que es uno, hay también tres. En su libro “Las Madres”, Briffault ve detrás de la Diosa Madre de Arabia, Manat, una deidad lunar, vista bajo la forma de tres vírgenes sagradas que Muhammad admite en la primera versión del Corán: Al-Ilat, Al-Uzza y Mawat (consideradas como hijas de Allah). El profeta alaba su función mediadora pero luego se retracta viendo que la mediación de estas figuras, por más que en jerarquía estuvieran muy por debajo de Allah, socavaba de alguna manera la supremacía única de Dios.

Existe la creencia, aún en culturas muy antiguas, que detrás del inmenso poder de los dioses, hay una fuerza que ni ellos pueden desafiar: el destino, y ese destino está asociado a la figura de la Luna, ya sea directa o indirectamente. La Luna Negra, encarnada bajo la forma de ciertas deidades es considerada como un ser que imparte la ley, especialmente cuando al no verla en el cielo se asume que está iluminando el mundo subterráneo y presidiendo sobre la vida que surge después de la muerte.

Son muchas las diosas tejedoras, en Grecia abundan y ya las nombramos, no olvidemos a las ninfas que tienen un rol clave en el destino de Odiseo. Penélope misma, teje para decirle a sus pretendientes que esperará antes de elegir a alguien en matrimonio hasta que termine de hilar la mortaja para Laertes, el padre de Odiseo, como una preparación para su muerte. Simbólicamente, Penélope, la “velada”, teje y desteje su telar de tiempo para posponer el final de la obra. Simbólicamente también, la elección de uno de los candidatos implicaría cortar la última hebra que la une a Odiseo, como esposa.

Pero Odiseo vuelve, gracias a Calipso y a Circe, diosas que tejen su destino. Circe teje encantamientos a medida que canta, y eso me recuerda a las mujeres nórdicas, aquellas que entretejían encantamientos en las hebras de las ropas que tejían en los telares, como una manera de proteger a sus esposos e hijos del destino que las Nornas hubieren elegido para ellos.

Si nos alejamos un poco del mundo clásico, encontramos a las Nornas en el mundo escandinavo: Urd, Verdandi y Skuld, o en otros términos “lo que fue, lo que está siendo y lo que debe ser”; también “origen, devenir y deuda”. Skuld significa “deuda” y lleva a pensar en la muerte que es deuda en tanto hay nacimiento.

Al igual que las Moiras, las Nornas son más antiguas que los dioses y viven en el Manantial del Destino o “Fuente del Destino” que está bajo las raíces de Yggdrasil, el fresno sagrado o Arbol del Mundo. La fuente salpica con sus gotas mágicas las ramas del Fresno, rescatándolo de la decadencia del tiempo, a pesar de saber todos que, al final, Yggdrasil caerá entre llamas.

En la Edda Menor o en Prosa, escrita por Snorri Sturluson y compilada de fuentes más antiguas dice:

"También se dice que las Nornas que habitan junto a la fuente de Urd, toman cada día agua de la fuente y lodo del que hay alrededor de la fuente y lo echan sobre el fresno para que su ramaje no se seque ni se pudra, y es tan santa aquel agua, que todas las cosas que se meten en la fuente se vuelven tan blancas como la telilla que hay por dentro de la cáscara del huevo. Esto se ha dicho:

Yo sé que se riega un fresno sagrado El alto Yggdrasil, con blanco limo; Es eso el rocío que baja al valle, Junto al pozo de Urd siempre verde se yergue. (acá se refiere a la visión de la Adivina) El rocío que cae de allá sobre la tierra es lo que los hombres llaman mielada, y es con lo que se alimentan las abejas…

Hay una conexión muy sutil entre la Luna, el rocío, la miel y la ambrosía, sería algo así: presencia de agua mágica que cae de las ramas más bajas del Árbol del Mundo, es blanca (el color de los rayos de luna); se transforma en la miel de las abejas, y tiene el poder de dar la resurrección. Nada en el texto menciona la Luna, pero sí en éste, en que las Nornas se hacen presentes en el nacimiento de un niño que está destinado a ser rey, y devanan las hebras con que tejerán su destino bajo la Luna:

Entonces fue Helgi, el del gran corazón Nacido de Borghild en Bralund. La noche había caído cuando las Nornas llegaron, Aquellas que designan los días del príncipe: Su destino, ellas predijeron, fue famoso entre los hombres, Para ser considerado el mejor de los reyes valientes. Allí en las amplias mansiones de Bralund Ellas devanaron las hebras de su especial destino: Extendieron cuerdas de oro, Ajustándolas bajo el salón de la Luna.

Es en la batalla en donde las Nornas toman la forma de Dísir o Valkyrias, quienes tejen el círculo de la victoria y la derrota en la trama de la guerra, extendiéndolo sobre el campo de batalla como un lienzo invisible. Las valkyrias van tejiendo el devenir de la lucha a medida que va ocurriendo, atando a los combatientes a su rueca. Valkyrias quiere decir: “la que elige a los muertos”, si se analiza la composición de su nombre, vemos que kjora que da kyrias, significa “elección” y Val significa “muerte”.

En India, en el Mahabharata, se cuenta que dos mujeres devanan y tejen las noches y los días en el telar del año, usando hebras de color blanco y negro. Hay una clara ambivalencia encontrada en muchos cuentos en relación con las Fatas lunares que terminan las vidas que ellas mismas comienzan. Esto es evocado en la imagen del ciclo de tejido de la hermosa tela de la araña, que la usa para atrapar a sus presas y devorarlas, del mismo modo que el tiempo devora a sus hijos. Heinrich Zimmer, en su libro El Rey y el Cadáver, específicamente al comienzo de los tres episodios del romance de la Diosa, dice con respecto a Maya, la ilusión cósmica que teje el velo de la realidad que vemos y esconde su verdadera esencia:

…Empero los tres (se refiere a Brahma, Vishnu y Siva), ya que no son más que aspectos o manifestaciones de un solo Insondable, son, en último término, un producto de Maya, sustancialmente uno pero en forma y funciones, trino, en virtud del ardid especular que disuelve el Todo en lo Múltiple. Maya es la madre. Maya es el hechizo mediante el cual la vida se seduce eternamente a sí misma. Maya es el útero, el pecho nutricio y el sepulcro. (Op. Cit., p. 172)

Maya es la Gran Madre del Mundo, la Suprema Tejedora, y recibe muchos nombres, en la India también se la llama Kali. Pero Maya significa “ilusión” en la época de las Upanishads, textos metafísicos que encierran los miles de caminos para llegar al Absoluto. En tiempos más antiguos, como los védicos, su significado era “poder mágico”, “capacidad de cambiar formas”. No está muy lejos este significado del concepto de “ilusión”, sólo que éste adquiere connotaciones metafísicas, y de orden netamente espiritual en época upanishádica. La raíz de Maya es “ma” que significa: “medir, formar, crear, construir, desplegar”. Es la raíz de Luna en inglés, Moon, provienen de la misma raíz indoeuropea Me- . Maya es tanto el poder que crea una ilusión como el falso despliegue en sí mismo, según menciona Campbell en La Imagen Mítica, retomando a otros autores.