Durante toda la semana anterior, viví una experiencia que dificilmente pueda olvidar en mi vida como fotografa y sobre todo, amante de la imagen: Tuve el privilegio de compartir aula, conocimientos, experiencias y hasta la convivencia cotidiana con el gran fotodocumentalista Walter Astrada. Una semana entera donde mi visión como fotografa se conmovió y además, derivó en nuevas conclusiones sobre el poder de la imagen,de tiempo personal como forma expresiva y sobre todo como documento histórico. Pero, ¿como podría resumir esta profunda vivencia? Quizá en los 5 principales aprendizajes que conservaré de ella:
1) El enorme poder de la imagen: Como fotografos, indudablemente amamos las imagenes. Pero cuantas veces estamos concientes del poder simbolico y anecdótico que poseen? En mi caso en particular, nunca estuve más conciente de la enorme fuerza de la imagen como expresión vivencial hasta que comencé a construir historias con mis fotografias. Pensar en la palabra hecha sombras y luces, recrear nuestra visión a través de pequeñas circunstancias es quizá la expresión más poderosa de la capacidad del fotografo para conservar la memoria de la realidad a través del lente de su cámara.
2) Convertirte en parte de la historia que documentas: Un fotografo que desea captar una historia debe aprender el arte de la observación. Ese mimetismo vivencial de esperar el momento justo del disparo inolvidable, esa enorme transcendencia del instante irrepetible. ¿Existe? ¿Puede llegar a repetirse? Solo la experiencia es capaz de responder estas preguntas y aun más, permitir al fotografo comprender el poder que supone entender la idea como parte de su memoria visual.
3) La imagen Impacta, habla, construye, se eleva: Tu trabajo es tan poderoso como tu imagen más floja, de manera que para construir historias visuales es necesario e incluso, indispensable que puedas sostener el mensaje que deseas transmitir a través de imagenes contundentes. El poder del historia que deseas contar debe ser un equilibrio entre el discurso visual que desees utilizar y la capacidad de tus imagenes para recrear las ideas que necesites expresar a través de ellas.
4) En el fotoperiodismo, el sentido de la oportunidad lo es todo: Y mientras parte de la fotografia es saber donde encontrar ese ángulo magnifico que pueda expresar una idea, en el fotoperiodismo es encontrar ese momento de Oro que pueda recrear la historia y tal vez incluso sostenerla como discurso. Una sonrisa, un claroscuro perfectamente definido, una silueta diluyendose en luz, ese primer plano inolvidable, puede ser la fotografía que defina tu trabajo y sobre todo, construya una historia perdurable.
5) Los errores son valiosos: es tu aprendizaje. Y no solo en el sentido metáforico. Durante esta semana aprendí a luchar contra mis propias limitaciones - ya fueran técnicas o simplemente falta de experiencia - para lograr encontrar la manera de contar la historia que queria construir a partir de las imagenes. Y aunque aun no sé si lo logré como lo deseaba - de hecho, pienso que no - si aprendi y tengo la enorme satisfacción personal de comprender que comencé a construirla y probablemente, el venidero resultado sea para mi un nuevo capitulo en mi vida fotográfica.
Quiero agradecer a La Escuela FotoArte por brindar la oportunidad a los fotografos Venezolanos de vivir esta experiencia y a Walter Astrada, por demostrar, con el ejemplo y el talento, que el mundo de la imagen es capaz de construir la historia.
Gracias de nuevo!
2 comentarios:
Poderosa, contadora de historias y llena de ti pudieran ser tres de las palabras con las cuales definiría tu fotografía. Sin animo de cuestionar tu escrito, pienso que eres profundamente humilde al señalar tus aprendizajes en el taller. Ciertamente la obra de Astrada es impactante, fuerte y desgarradora y pienso que la experiencia debe haber sido invaluable. Sin embargo, la magia de tu imagen la veo ubicada en el otro lado del espectro. Cada una con el valor y el compromiso que el artista da a su mirada, una cargada de duras realidades y otra de interioridades, sueños y magia. Besos siempre.
Gracias Teté por el comentario! Con respecto a lo que expresas, creo que tienes toda la razón: el taller me resultó demandante hasta casi el extremo por el hecho que me resultó terreno desconocido. No obstante, creo que el llevarlo a cabo y lograr superar las dificultades que atravesé, me preparó para construir un camino fotográfico más claro.
Un beso, gracias por tu apoyo :)
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