lunes, 21 de marzo de 2011

El día de la palabra, el renacimiento en la voz del tiempo.





Antiguamente, el Equinoccio de Primavera era el comienzo de un nuevo ciclo anual, donde los campesinos de muchos lugares de Europa celebraban el renacimiento de la tierra arrasada por el Invierno. Nueva vida, nuevas perspectivas que comprender,  nuevas ideas que construir. Un sol radiante, la vida abriendose en todas direcciones, como un gran estallido de luz. Una imagen mental que tal vez todos conservamos en algun rincón de nuestra memoria colectiva, la idea de ese gran renacimiento, bajo la cálida expectativa de un nuevo camino que recorrer.

Tal vez por ello, me resulte sumamente significativo que hoy sea un día donde se celebren muchas efemérides distintas: Un dia donde la poesía se celebra como parte de esa primavera de la memoria y la vez, el reconocimiento del valor y la fuerza de los Niños con Sindrome de Down y sus familias. También, en muchos paises se recuerda la responsabilidad de cuidar y conservar los bosques, como parte esencial del ciclo vital de nuestro mundo y además, desde hace apenas cinco años, una celebración más moderna, tan singular como paradigmática de la época que vivimos: el nacimiento del fenómeno social conocido como Twitter; el lugar donde todos tienen voz y las comunicación cambió para siempre.

Un renacimiento, la capacidad del hombre para crear su propia historia y realidad: Ya sea a través de la Lírica, creando la belleza en palabras, danzando en imagenes irresistibles, deseando, temiendo, llorando y riendo a través de esa capacidad infinita de la imaginación. O también, luchando por encontrar su lugar, en un mundo que teme a las diferencias. El niño pequeño de sonrisa amplia e inocentes ojos oblicuos que debe enfrentarse a cada día asi mismo para elevarse sobre sus limitaciones y crear un mundo a su medida. El que planta una semilla, el que proteje al árbol, el que confia firmemente en el valor de la fe. El joven que escribe en 140 caracteres su realidad, que eleva plegarias, que lucha a su manera diminuta y audaz, el que proclama, que el cree, que vence, el que crea, el que confia. El nuevo mundo de las palabras.

Sonrío, mirando el atardecer púrpura y añil de la ciudad. La noche que comienza, despejada y clara, parece anunciar que el nuevo ciclo será radiante, tan pacifico e inocente como todo lo que nace de la idea pura. Y el viento parece cantar, enredado entre las hojas de los árboles, y esa sensación de simple sorpresa - quizá inocencia - que siempre siento en estas fechas, se hace más fuerte y hermosa. La primera estrella de la noche brilla, entre las nubes sedosas y la Luna, enorme y  cercana. Y pienso, como tantas veces en el pasado, como seguramente lo haré en el futuro, en el privilegio de estar vivo, y en el poder del pensamiento creador. Y la simple sensación de paz, que nace de la fe.

Un pequeño, gran milagro.

Asi sea.

Por cierto que, para celebrar sus primeros cinco años, Twitter realizó un video con un sutil pero enorme mensaje: el poder de la comunicación cambió para siempre.


Disfrutalo aqui



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