Ostara o el Equinoccio de primavera - festividad a la que también se le conoce con el nombre de Alban Eiler, Oestara, Día de Eostre, rito de Eostre y Bacchanalia - marca el momento en que la noche y el día son igual de largos. Es la época en el que la Diosa despierta de su desancaso y cubre la tierra de fertilidad, El Dios crece hasta la madurez y ambos instigan a los animales salvajes a que se reproduzcan. La entrada de la primavera es el motivo de este ritual, el renacimiento de la naturaleza y por esto que los símbolos de la época son el huevo y el conejo. Ostara es la Diosa de la fertilidad y es ella a quién se honra en este Sabbat. Durante este tiempo, en los países frios, la nieve comienza a derretirse y los días son más calientes y más largos. Al mirar a nuestro alrededor vemos nuevos nacimientos por todas partes, una demostración que la vida ha comenzado otra vez. Esta es la época de plantar las semillas de flores, hierbas y vegetales.
En el equinoccio, uno de los momentos cruciales del año, el día y la noche descansan en equuilibrio durante unos días antes de que la luz empiece a ejercer sus poderes y los días comiencen a ser verdaderamente más largos.
Los practicantes de magia celebran la fecundación de la Diosa por el Dios joven y viril. El retorno a la Tierra de la Diosa se confirma con el crecimiento de los brotes verdes y las flores nuevas. En cierto sentido, puede verse a la Diosa como la Tierra esperando al arado, mientras que el sol, siempre fuerte, ha calentado el suelo y es tiempo de sembrar.
Los simbolos tradicionales de fertilidad de esta época del año son, como mencioné arriba, la liebre y el huevo. Aquella ha sido largamente venerada por sus conexiones mágicas y su extraordinaria fecundidad. Todavía podemos reconocer a la liebre en las celebraciones de Pascua, transformadas en el simbolo del "conejillo de Pascua".
El simbolismo del huevo es doble. Por un lado, es un sencillo signo doméstico de que la primavera ha llegado y de que las gallinas empezaran a poner huevos otra vez.
Por otro, es un simbolo mágico del "Huevo cósmico" o generador de vida. La Diosa, como creadora última, porta el huevo con ella para demostrar este poder.
Antiguamente, se honraba la fecundidad de la Diosa plantando una semilla. Durante el ritual infunden la semilla con la energía de sus esperanzas y planes para el verano que ha de venir. Mientras la semilla germina y, por tanto, crece, ellos esperan que, de la misma manera, sus planes también se desarrollen con éxito.
Los Colores , Ostara o la fiesta del reencuentro son el verde claro, rosado y amarillo. El aspecto de la Divinidad es la Diosa como Doncella, una joven recién preparada para crecer junto con su hijo consorte ( el Dios). Las deidades vinculadas a la energía de esta celebración del sol son Eostre, Ostara, Ishtar, Astarté, Artemis, Palas Atenea, Isis negra, Cernunnus, Cibeles, Luna, Marte, Minerva, Morrigan, Perséfone, Blodeuwedd, Gea, Hera, el hombre verde, Dagda, Attis, Mitra, Odín, Thoth, Osiris y Pan. Las hierbas, flores e inciensos que se utilzan son todas las flores de primavera, madreselva, violeta, jazmín, rosa, fresa, benjuí, narciso, asperilla, aulaga, olivo, peonía, lirio, salvia, nuez moscada, cáscara de naranja. Las piedras que se utilizan durante los rituales de Ostara o durante el mes de marzo son amatista, aguamarina y jaspe rojo.
Para celebrar:
A partir de ahora, la balanza del año se inclina hacia el calor. En ese perfecto equilibrio entre luz y sombra, es hora de tomar las últimas decisiones para planificar el año. Junto con el equilibrio práctico, piensa también en concederte el equilibrio espiritual. Durante la noche del Equinoccio, toma un baño con sal y aromatiza el agua con dos o tres gotas de esencia de eucalipto. Dentro del agua, visualiza cómo los problemas que has atravesado en el complicado ciclo anterior resbalan de tu cuerpo y desaparecer por el desague. Después del baño, sécate y vistete para salir y contempla la noche, esa primera y radiante cupula celeste que anuncia un nuevo tiempo para ti. Entonces invoca:
"El tiempo nuevo comienza para mí
El sol que nace en mis manos y la vida que palpita en mis dedos
Ahora el rayo de luz me toca
Y me llena de una dulce divinidad"
El día sigiiente, da los primeros pasos que necesitan tus nuevos proyectos del año que ahora comenzarán a tomar forma, redactando planes y tomando conciencia que la palabra es creadora y es parte de tu pensamiento y tu perspectiva más personal.
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