Últimamente, he estado leyendo mucho material al respecto de la Propuesta "Bici Mamis" no solo porque varias de sus promotoras son mis amigas personales, sino además porque me interesa muchísimo, como planteamiento, como visión, como forma de construir una mejor manera de vivir en esta ciudad inhóspita. Y mientras más leo, descubro los esfuerzo del grupo por crear un concepto de ciudad mucho más humana, con parámetros de convivencia mucho más sencillos y sobre todo accesible, me asombra la manera como las criticas que empiezan a escucharse sobre la propuesta - como siempre ocurre con cualquier cambio o punto de vista distinto - son cada vez más absurdas, cuando no francamente lamentables.
Hace poco, de hecho, leía en el activo blog de las Bici Mami en las plataforma Tumblr ( leelo por aquí si deseas estar al tanto de la movida ) una serie de preguntas y respuestas realizadas a raíz de la publicación de un articulo sobre La Propuesta de las Bici Mamis en la versión Online del periódico el Universal. El Grupo respondía algunos cuestionamientos sobre la actividad o sobre la mera idea de recorrer Caracas de una manera ecológica, mucho más personal y sobre todo, creando espacios nuevos para que la ciudad recupere su rostro como hogar de los ciudadanos. Como las chicas comentan en su blog, la mayoría de los comentarios fueron felicitaciones y propuestas sobre el proyecto, pero también surgieron las inevitables criticas. No obstante, me sorprendió que los supuestos puntos bajos de la propuesta carecen de fundamento y demuestran un profundo prejuicio con respecto al tema: se criticó desde el hecho que se considera inviable que un ciclista pueda llegar a un lugar de trabajo hasta el mismo nombre del Grupo Bici Mami. Me pareció tan fuera de lugar, tan absurdo, la serie de cuestionamientos, que aunque no pertenezco oficialmente a la Movida, me tomaré la libertad de como ciudadana y como habitante de este ciudad, de responder las criticas que se les hace al grupo:
Lector: La intención es excelente, transporte, ejercicio, etc. Pero yo no me atrevería a salir en una bicicleta y regresar a pié, sino es que matan para robarme. La bicicleta en este país seguirá siendo el paseo o deporte en lugares destinados a ésto y vigilados.
Ciudadana Común: Soy una de los tantos ciudadanos que han sido victimas del hampa en este país. Y debo decir, que no iba en bicicleta en el momento en que me asaltaron: de hecho, iba a pie, en una calle transitada, a plena luz del día en un día laborable. Lo que quiero decir es que el hampa y la criminalidad son situaciones de hecho con las que cualquier ciudadano de este país, se traslade a pie, automovil o bicicleta, debe lidiar. Ir en Bicicleta no te hace más vulnerable al momento de sufrir un percance: La inseguridad nos afecta exactamente de la misma manera, sea cual sea tu método de transporte. De hecho, estoy convencida que ir en bicicleta podría reducirlo: tienes mayor control y vigilancia sobre lo que te rodea y sobre todo, mayor capacidad para reaccionar que ir en un automovil lujoso o en un transporte público.
Ciudadana Común: De nuevo, se trata de un prejuicio que al parecer insiste que andar en Bicicleta te hace más vulnerable al crimen. Así que, debo suponer que andar en un automóvil no? ¿Cual es la estadística de atracos a mano armada y herido por robos de Vehículos? La respuesta es evidente. Y sobre el tema de la seguridad personal, todo BiciMami y BiciPapi, tiene la responsabilidad de cuidar de su propia integridad al momento de recorrer Caracas. Es parte de la idea del Ciclista: la independencia y autosuficiencia o así lo comprendo yo, al menos. Más sorprendente es el planteamiento sobre la "prestancia" ( lo que sea que el lector quiera decir con ese término bastardo ) : andar en bicicleta no genera conflicto alguno con la buena presencia que se necesita o se espera en el área laboral. De hecho, presumo que todo Bici Mami y Bici Mami está consciente de la idea y cuidará de ese extremo en la medida de sus posibilidades. ¿No podríamos decir lo mismo de todos los usuarios del Metro de Caracas, por dar un ejemplo simple, que deben sufrir las inclemencias del Mal servicio? Vagones sin aire acondicionado, multitudes. Supongo que también sería un inconveniente a nivel de "prestancia" Además ¿Vestuarios? Hablamos de baños públicos, cambiarte la camiseta o el pantalón en menos de diez minutos. ¿Realmente es esto una crítica válida a una propuesta con tantas posibilidades de brindar algo nuevo a la ciudad?
Lector: Independiente de las excusas o explicaciones a medias, el nombre no ayuda a una causa seria. Es o suena ordinario, fuera de contexto. La intencion puede ser buena pero hay muchas cosas que hacer para la implementacion. Por ejemplo, me pregunto No hay que tener licencia o permisos para conducir un vehiculo (sea el que sea) por las calles o avenidas de transito urbano?? El solo hecho de no llevar la vestimenta apropiada con los protectores sugeridos, es una falta tanto a la ley como ala sociedad. Si tienen un accinte, dios no lo quiera, a quien culparan si no estaban protegidas??. Para crear concienia, primero hay que ejercerla. En especial, caracas es una ciudad fuera de control. Se maneja como si todos estuvieran nlocos, donde nadie respeta nada , ni paradas, ni semaforos, ni canales de circulacion, ni donde aparcar los vehiculos, NADA. Solo en chacao es que se observa algo de orden. El uso de bicicletas en nuestras ciudades tiene que ser regulado, con leyes ,con canales de circulacion
Ciudadana Común: Esta es la pregunta ( o intento de reflexión, como se le mire ) que más me desconcierta. Una muestra del Prejuicio puro y duro que al parecer se riñe con la propuesta de las Bici Mamis. ¿El nombre resta credibilidad a la propuesta? De hecho, me parece que llamarse asi misma Bici Mamis es una manera de asumir el gentilicio Venezolano, esa jocosidad de nuestra cultura para denominar un proyecto serio, una necesidad que nace de esta Caracas Inhóspita, triste, árida. La palabra "Mami" es una creación del contexto donde vivimos, de la cultura del día a día. Y eso es BiciMamis sin más ni menos: un intento juvenil, fresco, de humanizar una ciudad que ha perdido su rostro más cercano, que se ha convertido en sinónimo de violencia y miedo. Y sí, por supuesto que nuestra Ciudad está fuera de control: eso hace aun más meritorio este intento de un grupo de personas totalmente distintas entre sí que Caracas sí tiene una oportunidad de ser distinta y sobre todo, de reformular por su propia mano el concepto de bienestar urbano.
Sobre las licencias y la permisología legal que necesite el ciclista, obviamente es un extremo a tener en cuenta, sobre todo si tocamos el tema de la responsabilidad vial. Ahora bien, ¿No es el mismo inconveniente o necesidad de un motociclista? También hablamos de un medio de transporte que necesita ser reglado y por supuesto, sujeto a determinados parámetros legales. Y si nos referimos en concreto a sus consecuencias con respecto al tránsito automotor, me parece desconcertante que el lector opine con tanta supuesta propiedad sobre las leyes que atañen a los cicilistas, cuando evidentemente debería preocuparse antes por las leyes ( absolutamente necesarias ) que regulan el tránsito vehicular a un nivel concreto y mucho más efectivo que la legislación actual.
Lector: Seguro que van a convencer a las “bicimamis” de los cerros cuando las vean pedalear cuesta arriba con un balde de agua en el manillar. No tienen mejores cosas que hacer?. Podrían dedicar sus domingos a ayudar a los ninos de los cerros.
Ciudadana Común: La excusa más vieja de todas: denostar de una propuesta a través de la critica general. ¿Debo suponer que el lector que realiza semejante planteamiento es un activista que dedica la mayor parte de su tiempo a ayudar a las comunidades más empobrecidas del país? Seguramente no. De hecho, estoy convencida que su gran aporte al tema es justo este tipo de comentarios. Y es lamentable su falta de perspectiva, de visión, hacia donde se encaminan las BiciMamis como concepto y como planteamiento: Los integrantes de este grupo intentan transformar esta ciudad en la medida de sus posibilidades. Intentan brindar a todos los ciudadanos que debemos transitar por ella, sufrirla, una manera nueva de reconciliarnos con la identidad de Caracas, con nuestra propia identidad como ciudadanos. Tal vez, las BiciMamis no vayan en bicicleta hacia uno de los barrios de Caracas, pero a su manera, están creando la posibilidad que esta ciudad, que es nuestra, tenga un rostro mucho más humano que obsequiarnos.
¿Soy excesivamente optimista con respecto a mis esperanzas que Caracas admita un replanteamiento como cultura? Tal vez, pero aun así, insistiré siempre que pueda que propuestas como las Bici Mamis, Masa Critica, Ser Urbano, son pequeños pasos de un largo camino hacia crear un futuro mucho más amplio y sobre todo, viable para nuestra ciudad.
Puedes encontrar las respuestas de las BiciMamis a las mismas preguntas, aquí.
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