Desde niña, escucho a Janis Joplin. Pero este post no es sobre ella, aunque sea el aniversario de su cumpleaños y sea protagonista de mis momentos melomanos más intimos. Es sobre esa atracción que me hace sentir ese poder furioso en la voz de un cantante. Que Janis me lo enseño, claro. ¿Quién sino? Con once años recién cumplidos, la escuché por primera vez ( Cry baby ) y nada más que en acetato. Ventajas de tener como madre una Hippie reformada. Lo cierto es que la escuché y fue un inolvidable choque de conciencia: ese fragor, ese fuego puro en la voz de la Diosa blanca. Cierro los ojos, las manos me tiemblan de emoción, de asombro. Y la voz continua siento tan pura y bella. Se quiebra, reverbera, hincha las notas, las hace tan hermosas que se me saltan las lágrimas. Puro Janis, pura belleza.
Y a través de Janis, me dediqué a escuchar esa música capaz de estremecer y enfurecerte. Como el Soul. Que también amo, apasionadamente. De hecho, Desde hace unos días, unicamente escucho soul. Lo hago y me apetece en esos momentos de soledad cuativa, esa sensación de estar completamente a solas con mis pensamientos y esas pequeñas ideas que se construyen en plena vigilia. Es como salir a la calle a enfrentar un nuevo día: tomas la canción, la saboreas. Con los ojos entrecerrados tal vez, balanceandote levemente en ese baile dulce y ciego de los momentos sin palabras. Y claro está, desde niña he estado enamorada perdidamente de Marie "Queenie" Lyons y Mavis Staples. Un amor muy profundo y nada frugal. Pero que voz, claro. Como la de Janis, aunque en distinto espectro, palpitando, radiante bajo el sol de mi mente. Tengo una sensación muy, muy similar a la primera vez que oí a Janis. Puede que se trate de una especie de solidaridad femenina, de complicidad femenina, porque pocas voces me llegan cómo éstas y pocos gritos me estremecen como los suyos. Y que felicidad absoluta, esa sensación electrica en los dedos, en la piel, en un lugar de mi espiritu completamente privado. Y es que Janis, Marie y Mavis cantan en esos instantes de pura zozobra y también en los más exquisitos. Una conciencia dura y pura de lo que me conmueve, de lo que me deja sin aliento. Fe.
Sin duda, El soul es el estilo músical más poderoso que he encontrado en mi eterna busqueda de alguna respuesta a circunstancias mudas. Por su propia definición, el soul es aquella música que proviene directa del alma; que, se podría decir, canta directamente la propia alma. Como una oración, o quizá algo tan visceral y perpetuo como un deseo que no termina de construirse jamás. Las canciones salen de una forma tan descarnada, tan fuerte, que también llegan así, sin filtros, directas, sinceras, auténticas.Hay algo sexual en el soul, claro, algo exquisitamente orgánico en esa sensación estremecedora que te recorre cuando paladeas la música, las palabras que te golpean y te dejan sin aliento. Personalmente, se me hace imposible no dejarme llevar por estos sonidos tan sugestivos.
Sin duda mi canción favorita en este género es "What Happened to the real me" de Marvis Staples. Una de las Diosas del Soul, que por razones completamente inauditas, es muy poco conocida o al menos no es tan popular como otras cantantes que parecen formar parte de un Olimpo musical un poco incomprensible. Yo tuve el placer de conocerla por un afortunado accidente y ahora forma parte de mi soundtrack personal, ese que me hace sonreir incluso en los momentos más complicados. Domina tanto en gospel como el soul y, además, fue una gran luchadora por los derechos civiles de la comunidad negra durante los años 60. No me canso de escuchar "Only for the lonely", editado en 1970 por la discográfica Stax, de las más míticas en este género.
Para el curioso aquí la canción:
What happened to the real me?
Y aquí la letra, por si también les interesa:
You went away
Tú te fuiste
Without warning
Sin previo aviso
Let me in a cold world
Me dejaste en un mundo frío.
On my own
Sola
You moulded me
Me moldeaste
Into your special woman
Para que fuese tu mujer especial
Now that’s all I have,
Y ahora esto es todo lo que tengo
it’s not my own
Y no es mío
Look at me, my love
Mírame, mi amor
What happened to the real me?
¿Qué le pasó a mi auténtico yo?
Look what you’ve done, my love
Mira lo que has hecho, mi amor
What you do, what you do to me
Lo que tú, lo que tú me haces
I tried to win your love,
Traté de ganarme tu amor
You were cold
Y tú estabas frío
You kept your love from me
Apartaste tu amor de mí
I tried to warm your heart
Traté de calentar tu corazón
Now my heart is crying
Ahora mi corazón está llorando
Constantly
Constantemente
Look at me, my love
Mírame, mi amor
What happened to the real me?
¿Qué le pasó a mi auténtico yo?
Look what you’ve done, my love
Mira lo que has hecho, mi amor
What you do, what you do to me
Lo que tú, lo que tú me haces
Why did you possess my soul?
¿Por qué poseíste mi alma?
Tell me why you have.....
Dime por qué has......
I feel the pain
Siento la pena
Pain of nothing
Pena de nada
.....by my side
........ a mi lado
I can’t.....
No puedo...
Right now I feel your arms
Ahora mismo siento tus brazos
So warm around me
Tan cálidos a mi alrededor
But you’re gone, baby
Pero te has ido, cariño
Oh, you’re gone
Oh, te has ido
Look at me, my love
Mírame, mi amor
What happened to the real me?
¿Qué le pasó a mi auténtico yo?
Look what you’ve done, my love
Mira lo que has hecho, mi amor
What you do, what you do to me
Lo que tú, lo que tú me haces
Dije por alguna parte de la entrada que amo tanto a Marvis Staples, porque de alguna forma me recuerda vívidamente esa emoción que Janis Joplin me hace sentir. Una cierta complicidad femenina, como leí alguna vez en alguna parte. Tal vez solo se trate que ambas, tanto Janis como Marvis, tienen esa capacidad trágica de estremecerte, de hacerte reir o llorar cantando sus propias ideas, destrozando levemente su propio espiritu a través de la música. Porque sin duda, Mavis suena con gran personalidad en esta canción. A pesar del mensaje triste, Mavis crea, rie, siente el poder que está creando, con la segura conciencia que quién la escuche podrá comprenderla. A pesar de todo, tiene fuerza, reconforta. Lamentablemente, no todas sabemos sacar esa fuerza en momentos de bajón
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