sábado, 4 de febrero de 2012

De la Lamentable historia reciente: 4F, la celebración de la Violencia.




Mis recuerdos sobre el cuatro de Febrero no son claros. De hecho, solo son escenas inconexas, borrosas, duras y sobre todo aterrorizantes. Tenía entonces diez años y hasta ese día, la frase "Golpe de Estado" no tenía  para mí el menor sentido: tal vez una expresión que había escuchado en las frecuentes conversaciones que sostenían mi abuela y tías sobre los tiempos de su juventud, una imagen histórica que instintivamente me retrotraía a una historia desconocida, impensable. Pero el Cuatro de febrero, perdí la Inocencia y la confianza en mi País. Un golpe doloroso, si todos pensamos en esas imágenes idealizadas de nuestra niñez: para mí, Caracas era el lugar más bonito del mundo y Venezuela, el mundo entero. Recuerdo saber los nombres de algún que otro presidente, y conocer nuestra Gloriosa gesta de Libertadores como otro tema dentro de un libro de texto. Venezuela, era sobre todo, casa. Pero ese día, Venezuela comenzó a recorrer su largo camino hacia el caos actual. Y aunque no lo sabía - ni lo comprendía con claridad - en ese momento, si sentí con mucha claridad que los tiempos ingenuos, que la frágil historia de una Venezuela cotidiana y hasta aburrida habían terminado.

Ya había vivido antes el 27 de febrero, que también recuerdo como una semana de sobresaltos y terrores nocturnos. Vivo a dos cuadras de la Comandancia de la Guardia Nacional Venezolana ( Ahora la Guardia Nacional Bolivariana ) y fui testigo cercano y asombrado de los disparos a medianoche contra los saqueadores, las tanquetas recorriendo calles como en un fragmento de una pesadilla, los días calurosos y extenuantes, encerrada en casa junto a mi familia. Esperando. Temiendo. Sin saber exactamente que ocurría. Pero todavía ese día, no comprendí la magnitud de perder la paz ciudadana, de ese devenir simple y hasta ese entonces común, que tuvo origen el cuatro de febrero. De alguna manera, la fecha del Golpe de estado de Hugo Chavez Frías, fallido a todas luces, una muestra de violencia cruda y déspota que Venezuela no recordaba, abrió una brecha entre la generación de hombres y mujeres criados - y acostumbrados - a la democracia, y la que vino inmediatamente después, de la que formo parte: los temerosos, los que conocemos la zozobra como forma cultural, los que cada día despertamos sin saber que esperar del país que nacimos.

Porque llámese como se llame, diga lo que se diga sobre la transcendencia - o no - del hecho histórico que protagonizó una fracción de las Fuerzas Armadas Nacionales,  Un Golpe de estado es un acto de violencia supremo contra la idea de cultura y nación. No hay nada poético en armas de guerra disparándose en las calles que recorres a diario, en los lugares que consideran familiares. No hay ningún amor patrio, en los heridos y muertos que dejó el experimento fallido de un militar por entonces anónimo y que la televisión de entonces reseño con discreción y temor. No hay ninguna metáfora, en el hecho que se intento utilizar la violencia para destruir un régimen tan constitucional como el que ahora se insiste impera en Venezuela. De manera que, el Golpe de Estado solo simboliza esa primitiva idea del Venezolano, del Latinoamericano quizá, sobre el poder y la República. El imperio del más fuerte.

Tal vez por todos estos motivos, quizá porque la imagen que conservo de aquel día espantoso es el de un soldado de rodillas en mitad de la calle, con los brazos en alto, gritando herido y una tanqueta atravesando ruidosamente la calle de mi niñez, me asombra y me desconcierta que se celebre este día como una conmemoración Patria. Me enfurece sobre todo, que se realicen actos de una envergadura tal, que una celebración de una fracción política se transforma en un día nacional forzado, de una obligatoriedad lamentable. Y mientras observo la Pompa y el lujo vulgar de una fiesta nacional anodina, pienso en que nos hemos convertido, hacia donde nos dirigimos. Y por ese motivo, decidí escribir esta pequeña lista de las 20 cosas que se pudieron haber hecho, con el mismo dinero que se utilizó para celebrar una fecha destructora, una fecha que cambió el sentido de la libertad y democracia y nos obliga a admitir la violencia en nuestra visión de la sociedad.

Así que, ¿Cuales otras 10 cosas pudieron haberse hecho con el mismo dinero de la celebración?

1) Ayudar a la Sociedad AntiCancerosa: Que necesita de instalaciones, infraestructura, equipos y que justamente hoy celebra un año más de lucha discreta contra un mal que afecta a una buena porción de los  ciudadanos de este país. Con el mismo dinero con que se instaló y se agasajó a Presidentes e invitados Internacionales, se pudo comprar medicinas, instrumentos médicos, equipos necesarios para garantizar la salud de un buen número de ciudadanos. Por supuesto, no se hizo. ( idea tomada del comentario de @ArletteMontilla en twitter )

2) Y hablando de la salud: con todo el descomunal gasto de agasajo y construccion de escenarios y propaganda Gubernamental, se pudo reconstruir hospitales, dotarlos de equipos e instalaciones nuevas. El Perez Carreño, por Ejemplo, necesita desde hace seis años una nueva sala de terapia intensiva y al menos dos Quirofanos, que hasta ahora, el Gobierno nunca ha considerado meritorio construir.

3)  Reconstruir Museos y Lugares de esparcimiento: Es terrible y doloroso, caminar por los museos de esta ciudad, de este país. Los pocos que quedan, los que ha sobrevivido a una devastación sistemática de sus recursos y colecciones. Con todo el dinero de la Celebración Presidencial, se pudo haber remozado Museos y espacios dedicados al arte, para disfrute de la ciudadanía en general. ( @Maricoquis, esto es por ti amiga bella )

4) Reconstruir calles y avenidas: Cada calle y avenida de Caracas se encuentra en un estado de deterioro preocupante. Los agujeros del concreto, el pavimento agrietado son el pan nuestro del conductor, que debe sortear todos los días un sinnúmero de inconvenientes mecánicos gracias a la ineficiencia gubernamental. Pero hablemos de algo más general: las carreteras y Autopistas del Interior del país, destrozadas y en tal mal estado que ocasionan gravisimos accidentes de tránsito casi a diario. Otra emergencia nacional silenciosa que el gobierno prefiere olvidar en lugar de solventar.

5) Y si hablamos de desastres ambientales, puedo nombrar los olvidos más inquietantes de una revolución que parece dedicada a destruir los tesoros ecológicos de nuestro país: hablo del deterioro y posterior invasión de los Roques, la progresiva deforestación del Amazonas, la invasión de parques y Pulmones vegetales. ¿Sabias que por una fracción del dinero que se utilizó hoy en llenar las plateas de público en la Celebración del Fallido Golpe de Estado se podría asegurar seguridad y mantenimiento de parques y otros tesoros naturales? Pero obviamente, para este gobierno, fruto de la violencia, estos pequeños matices sobre un ejercicio de Gobierno que brinde una sustancial mejora de la calidad de vida, al ciudadano, carecen de cualquier importancia.

6) Ya no hablemos de inseguridad: Por el mismo monto millonario de este desfile sin sentido, se podrían haber reparado el alumbrado público en toda Caracas. Es más, con esa exorbitante cantidad de dinero que se malgastó para brindar a nuestros ilustres Invitados un agasajo millonario, se podría haber comprado al menos seis flotillas nuevas de patrullas, armas y equipo tecnológico avanzado a nuestro policías. Pero obviamente en las prioridades de nuestro gobierno, no se encuentra proteger la paz ciudadana de sus gobernados.

7) Y si hablamos de asuntos más discretos pero igualmente importantes? Hablemos de la alimentación del Venezolano. Hablemos del déficit alimentario en al menos 16 estados del país, me refiero en concreto que hay ciudadanos, Venezolanos amparados por los mismos derechos que el Presidente y su grupo de confianza - que mientras escribo esto, probablemente habrán degustado de un estupendo almuerzo diplomático junto con su grupo de invitados - que mueren de hambre, en el mismo momento en que escribo esto, en que tu lo estás leyendo. Con el dinero de esta celebración faraónica, el Gobierno pudo alimentar a casi seis millones de Venezolanos.

8) No olvidamos claro, que gran parte de los estados del país aun padecen de las crisis eléctricas. Hablamos de ciudades y pueblos que deben soportar apagones de horas e incluso día de duración, por falta de politicas de mantenimiento y actualización de sistemas. Con el mismo dinero que el Presidente autorizó para acariciarse el ego, se pudo haber construido al menos dos centrales hidroeléctricas nuevas, y por supuesto, solventar algunas fallas del mantenimiento del sistema eléctrico nacional. Pero eso, mi amable lector, no es prioridad ahora.

9) Y tu, quién me lees y tal vez apoyas al Presidente, ¿Has pensado que ese mismo dinero que se despilfarra en uniformar de rojo al público invitado en la celebración, en autobuses, cotillones y comida para los empleados públicos que deben demostrar su adhesión a la revolución hoy, es tuyo también? ¿Que esa enorme cantidad de dinero perdida hoy, se pudo utilizar para brindarte una mayor calidad de vida? Se pudo, por ejemplo, solventar mucho de los problemas del Metro de Caracas, Linea 1, que sufre a diario de desperfectos eléctricos. O la Linea 2, cuyas vías parecen que no poder soportar el trajín diario. Incluso, algo más local: permitirte una nueva linea de autobuses mucho menos ruinosa que la que ahora recorre Caracas. Ah, pero me olvido que eso no es objetivo revolucionario. Ni siquiera, una prioridad.

10) Y por si todo lo anterior no fuera poco, con esa enorme cantidad de dinero que el presidente malbarató hoy, se pudo crear un fondo de ayuda agrario. ¿Sabes la razón por la cual el Presidente y sus aliados presionan a la Banca actualmente? Porque su política agraria se derrumbó entre promesas e improductividad. De manera que, ahora necesita del apoyo del sistema bancario privado para sustentar la agricultura, evitar el progresivo deterioro del aparato productor nacional. Esa inversión pudo hacerla el gobierno, pero prefirió celebrar, con tu dinero y el mio, una fecha que no es más que la celebración de la violencia y la iniquidad.

Miro otra vez por mi ventana, como hace veinte años. Solo que ya no soy una niña, llorando aterrorizada, por el sonido de las tanquetas y los gritos de los soldados corriendo con las armas levantadas sobre la cabeza. Soy la mujer que ha crecido en la Venezuela que vino después, llena de debates ideologicos sin sentido, destrozada por la impunidad y el terror de la violencia. Este es el país que nació fruto de una batalla del primitivismo y el terror. Esta es una realidad histórica que desconcierta. Y me pregunto, ¿Que exactamente se celebra hoy? ¿La destrucción de la Venezuela que era, o la construcción de este país fragil y quebradizo construido a base de Violencia?

No lo sé,

Quizá, nunca sepa la respuesta.

La imagen que acompaña la entrada pertenece al gran artista Rafael Mata.

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