viernes, 27 de julio de 2012
El Nuevo rostro Patrio: Entre el Nacionalismo Fatuo y el exceso
Últimamente, hablar de patriotismo en mi país es un tema resbaloso. Peligroso, pienso en ocasiones. Y lo es, porque a través de estos trece años de "Revolución", el concepto de patriotismo se ha estirado, machacado y trastocado a tal nivel, que ya no se sabe donde comienza la manipulación y termina el amor a la patria. Preocupa sobre todo, que este resurgimiento de este "Amor Patrio" tan conveniente, pero aun peor tan poco coherente con lo que ocurre actualmente en nuestro país - un caos moral y ético a todo nivel - . Lamentable, la manera como se utiliza la imagen de Simón Bolívar, personaje histórico de talla Universal, para convalidar los desatinos, errores y contradicciones de una política gubernamental que se llama así misma "Bolivariana" sin que pareciera tener relación alguna con el discurso político al cual hace referencia.
Durante la última semana, el debate se ha hecho incluso más facilón y sobre todo, absurdo, al toma tomar como punto de partida lo que fue, palabras más, palabras menos, la gran atracción fatua de la pasada celebración del natalicio de Simón Bolivar: La reconstrucción en una esplendorosa imagen 3D del rostro del Libertador, a partir de datos forenses y mediciones anatómicas. Y lo que en cualquier otro país del mundo habría sido poco menos que una curiosidad histórica, aquí se ha convertido - en plena campaña electoral, no podría ser de otra forma - en una diatriba cada vez más irritante, insustancial y torpe sobre el Nacional, lo patriótico y lo que no lo es. Lleva esfuerzos comprender, como Venezolana y respetuosa de la historia de nuestro país, el nivel de abuso que ha sufrido la imagen histórica de Simón Bolivar, que además de todo, parece estar convirtiéndose en un icono flexible para un régimen político que echa mano de cualquier circunstancia para favorecer sus posibilidades electorales. Preocupa además, que esta especie de "Nacionalismo a la Carta" haga que los Venezolanos, ya divididos por una ardua lucha política de casi una década y media, ahora vuelvan a subdividirse, entre los que convierten a Simón Bolivar en un Icono de la Revolución tardía que vivimos y los que simplemente, respetan su enorme legado histórico. Una idea absurda sin duda, de lo que es el argumento político en nuestro país y sobre todo, en el momento social que atravesamos actualmente.
Porque no queda a uno sino reírse - con cierta precaución, eso sí - cuando se reciben airadas recriminaciones sobre la opinión que se pueda tener sobre esta nueva representación del Rostro del Libertador, a tono con los tiempos que corren y políticamente asimilada. Hace unos días, sin ir demasiado lejos, leía en Facebook la discusión entre dos escritores donde uno de ellos - afrondescendiente, para más señas - se quejaba amargamente, con sermón moral incluido, de las reacciones que había suscitado este Bolívar "Mestizo". De inmediato, una larga lista de ofendidos y partidarios de la "Nueva visión del Libertador" apoyaron su encendido discurso, que por cierto terminaba que todo aquel que no estuviera de acuerdo con la idea del Libertador con descendencia Afrodescendiente le deseaba "que un negro le hiciera el favor de su vida". Poco después, alguien que parecía ser su amigo cercano, se quejó de la tontería, instándole a reírse de lo que es poco menos que una imagen que celebra la idea política que corre, a entender que la imagen, para bien o para mal, era una propaganda política tan evidente como cualquier panfleto o poster. La discusión continuó y continúa supongo, siempre apoyada en el Nacionalismo convencido y errático de una especie de pasquín en imágenes que se limita a mostrar una idea muy conveniente para quien lo transmite, pero que no aporta absolutamente nada a la realidad del país.
Y continúa preocupándome sin duda, el hecho que los Venezolanos continuemos persiguiendo el señuelo del circo con poco pan que se nos vende a diario. Realmente ¿Que cambia conocer los rasgos físicos del Libertador cuando su ideario político es maltratado a diario? ¿De que sirve mostrar orgullosamente una imagen perfectamente randerizada si el Venezolano común tiene poca o ninguna idea de quien es Bolívar como personaje histórico y referencia cultural de nuestro continente? ¿Alguno de estos enconados defensores, de estos nuevos patriotas que llevan la imagen de Bolivar en las redes sociales y que la muestran como moneda de cambio para convalidar su nacionalidad conoce sus proclamas? ¿Cuantas batallas llevó a cabo? ¿Su verdadero pensamiento político, que sin duda poco o nada tiene que ver con el actual? ¿Alguno de estos revolucionarios enfurecidos, que me han criticado por reírme y bromear sobre una imagen impersonal y robótica, que contradice los propios anales históricos conoce la visión filosófica de Bolivar sobre Venezuela y su manera de gobernar?
Me hago esas preguntas a diario y otras tantas que surgen a medida que el discurso se hace más encendido y sobre todo carente de sentido. Como siempre, inquieta pensar que ocurre en esta Venezuela que continua deslumbrada con baratillo, con pequeños trucos de magia. Y no sé porque - o quizá sí - recuerdo al Macondo primitivo, de los Buendía de la Cienaga, donde los gitanos conquistaban aplausos y asombro con hierros retorcidos e imágenes pintarrajeados de cualquier modo. Una idea que se debate entre lo racional y lo simple, entre lo coherente y lo simplemente mordaz.
C'est la vie.
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