Como comenté varias entradas atrás, hace poco decidí que mi Major Project hasta finales de año, sería cuidar mejor mi salud, lo que implica una especie de toma de conciencia - trabajosa y salpicada de flojera - de mis habitios alimenticios y actividades fisicas. Para comenzar toda esta revolución de lo cotidiano - a golpe de vivir once años en revolución perpetua, escribo la palabra y me sobresalto - lo primero que hice fue ponerme en manos de mi doctor de confianza y soportar, con mediana buena cara, sus criticas sobre mi descuido, mi poca atención al detalle nutricional y otros aspectos que podrian resumirse en: Madurar es comenzar a entender que uno se hace más joven. Cruel pero cierto, he de decir.
Y entre tanto revuelo, el mapa de ruta hacia un estilo de vida más saludable, comenzó realizandome una serie de exámenes médicos que me permitieron calibrar cual habia sido el daño real que me habia provocado años de sedentarismo, alimentación desordenada y malos habitos a todo nivel. Y descubrí, que más que capricho de mi buen doctor, este grupo de análisis médicos no solo me permitieron tomar decisiones concretas sobre que haré a continuación - cosa que hice - sino además, tener una idea bastante clara sobre cual es mi salud real. A decir de mi doctor de confianza, es necesario que todo adulto en mi rango de edad - entre los 20 y 30 años de edad - se realiza al menos una vez al año este grupo de pequeñas comprobaciones sobre su salud.
¿Y cuales son estos análisis catalogados de imprescindibles? Los siguientes:
*Perfil Quimico Sanguineo o Perfil Veinte: ( para ambos sexos )
Debe realizarse alrededor de cada seis meses y especificamente, si comenzarás algún régimen dietético o de ejercicios que requiera evaluar previamente tu salud. Este examen sanguineo, aunque se considera básico, permite evaluar un amplio abanico de trastornos, así como la función de distintos órganos. Con frecuencia, en los análisis de sangre se evalúan los electrolitos, es decir, los minerales que mantienen equilibradas las concentraciones de los distintos fluidos corporales y que son necesarios para ayudar a los músculos, el corazón y otros órganos a funcionar adecuadamente. Para evaluar la función renal y el azúcar en sangre, se analizan otras sustancias.
* Análisis de Suero de Hormonas: ( para Mujeres entre 20 - 40 años )
¿Tienes subidas o perdidas de peso muy subitas? ¿Sufres de un pertinaz acné facial? ¿Sufres de caida del cabello? Unos cuantos de estos sintomas, podrían señalar que sufres de un problema hormonal, por lo cual es necesario que una vez al año debas realizarte una análisis que permita comprender el comportamiento de tus hormonas y la reacción de tu cuerpo a sus diferentes niveles de concentración. Puede realizarse a través de la saliva, debido a que son utilizados para detectar los niveles de hormonas sexuales producidos por el cuerpo. Las muestras de saliva deben recogerse en la mañana, la tarde y antes de ir a la cama para medir con precisión sus niveles de cortisol y la forma en la que fluctúan en el día. Medir los niveles de cortisol proporciona una prueba exacta de fatiga adrenal.
No obstante, algunas hormonas circulan en el torrente sanguíneo, como la hormona tiroidea y la insulina, no pueden ser analizadas a través de la saliva, por lo cual el análisis se realiza a través de un análisis sanguineo que medirá sus valores y podrá mostrar al médico, cual es tu panorama físico y como respondes al flujo, normal o no, de tus hormonas.
* Consulta completa Ginecologica: ( Para todas las mujeres a partir de los 18 años )
A partir de los 18 años - algunos médicos insisten que incluso antes - toda mujer debe llevar a cabo una rutina médica de dos visitas al consultorio para verificar su salud ginecologica. Y debo decir que soy de las que se aterran muchísimo cuando debe visitar al ginecologo, pero debo decir, que luego de investigar un poco sobre las cifras de mortandad y otras cuestiones con respecto a la salud femenina, superé el miedo por algo mucho más elemental: la responsabilidad hacia mi salud.
Según mi doctora, toda mujer debe acudir al consultorio ginecologico dos veces al año y realizarse los siguientes exámenes:
-Un examen general para apreciar el cuerpo de la paciente, el peso y la talla, así como alteraciones eventuales en su estado general o patologías en otros aparatos.
-Un examen abdominal para detectar mediante palpaciones en el vientre dolores sospechosos, un síndrome tumoral abdominal o pélvico o una anomalía en las fosas lumbares.
-Una palpación de los senos para detectar la presencia de quistes o bultos, un posible tumor cancerígeno.
-Un examen perineal para determinar los signos de impregnación hormonal que regulan el desarrollo de los tejidos de los órganos genitales externos y el de las características sexuales secundarias. Permite detectar la existencia de una patología infecciosa o de verificar las secuelas obstétricas como desgarros, episiotomías o fístulas.
-Un examen pélvico que se inicia con un examen con espéculo y finaliza con el tacto vaginal.
En primer lugar, el ginecólogo examinará la vulva, el cuello del útero y los ovarios. Introducirá en el sexo el espéculo, un instrumento pequeño, estrecho y largo de metal o plástico, que separará las paredes vaginales para determinar si hay irritación o signo de infección. Este examen se completa con un tacto vaginal con guante para palpar los órganos genitales internos apoyándose a la vez sobre el abdomen.
-A continuación puede realizar un frotis. Se trata de recoger células del cuello del útero y del fondo de la vagina con una pequeña espátula. Con este análisis se puede descubrir la presencia de gérmenes. Se recomienda realizarse uno cada dos o tres años a partir de los 20.
Los exámenes complementarios:
Abarcan:
-Exámenes citohistológicos o biopsias con los que se realizan diagnósticos histológicos (del útero) precisos. Existen tres tipos de biopsias:
Biopsia del cuello: un médico especializado en este tipo de análisis estudia un trozo de carne extraída del cuello del útero porque a raíz del frotis o la colposcopia se sospecha que podría haber una lesión en la zona.
Biopsia del endometrio: se realiza cuando una mujer en período de menopausia sufre sangrados vaginales anormales que pueden ser señal de problemas como una infección, desequilibrio hormonal, modificaciones precancerígenas o incluso cáncer de útero.
Biopsia vulvar y vaginal: se realizan bajo anestesia local. La biopsia vulvar se realiza ante cualquier lesión en la vulva cuyo diagnóstico es incierto sobre todo en mujeres en edad avanzada en las que el cáncer de vulva es más frecuente. La biopsia vaginal se practica si la lesión es visible, en este caso también puede practicarse una colposcopia.
Exámenes endoscópicos:
La vulvoscopia: es la visualización de la región vulvar con una lupa binocular de aumento. Así se pueden reparar mejor las lesiones de pequeño tamaño y tratar de un modo óptimo las posibles biopsias. Sin embargo, en la práctica diaria se recurre poco a este examen.
La colposcopia: es un examen minucioso con una especie de microscopio en la entrada del cuello del útero. No es peligroso y es de gran importancia en la detección y el diagnóstico precoz del cáncer en esta zona.
La histeroscopia: es un examen con el que se estudian las paredes del útero. Se puede realizar al inicio del diagnóstico para visualizar el interior de la cavidad uterina sin necesidad de anestesia.
La celioscopia: es la exploración endoscópica de la cavidad abdominal. Se practica bajo anestesia local y diagnostica los bultos extrauterinos, tumores o dolores pélvicos.
* Salud Cardiovascular: ecocardiografía transtorácica, prueba de esfuerzo ( Ambos sexos: si tienes antecedentes familiares de problemas cardiovasculares o eres mayor de 40 años )
Nunca me preocupó demasiado mi salud cardiovascular, hasta que mi madre sufrió un infarto hace tres años. Después de eso, tal vez por la tipica reacción y temor que produce una circunstancia semejante, he sido más consciente de lo que debo o no hacer para cuidar de mi salud cardíaca. Además de los consabidos controles a mi niveles de colesterol, mi médico me recomendó hacerme un par de exámenes que puedan asegurarme no heredé ningún trastorno cardiovascular o pueda sufrir de alguno.
* Ecocardiografía transtorácica: Un ecocardiograma transtorácico es un método de diagnóstico no invasivo que utiliza el ultrasonido para e valuar la estructura y función del corazón y de sus válvulas. Durante el estudio, se coloca un transductor en diferentes lugares del torax del paciente para obtener las imágenes que se observan en una pantalla. Es un estudio que no representa ningún riesgo para el paciente y que no causa molestia alguna. En algunos países las imágenes son obtenidas por un técnico en ecocardiografía e interpretadas por el cardiólogo.
* Prueba de Esfuerzo: La prueba de esfuerzo se realiza para diagnosticar la enfermedad arterial coronaria. Permite ver cómo funciona el corazón durante el ejercicio. Las pruebas de esfuerzo también se denominan pruebas de esfuerzo físico, pruebas de tolerancia al ejercicio, ergometrías, electrocardiografías de esfuerzo o ECG de esfuerzo.
Durante la prueba de esfuerzo, también puede realizarse una ecocardiografía (lo que se denomina «ecocardiografía de esfuerzo») o pueden inyectarse radioisótopos en la corriente sanguínea (lo que se denomina «prueba de esfuerzo con isótopos»). Con estos estudios es posible obtener más información sobre la estructura y el flujo sanguíneo del corazón.
Durante la prueba de esfuerzo, se llevan en el pecho pequeños discos de metal denominados «electrodos». Los electrodos están conectados a cables denominados «derivaciones» que a su vez están conectados a una máquina que tiene una pantalla de televisión que registra la actividad eléctrica del corazón (ECG). Esta pantalla también puede mostrar imágenes de un ecocardiograma de esfuerzo y una prueba de esfuerzo con isótopos. Observando esta pantalla, los médicos pueden registrar los latidos del corazón mientras el paciente hace ejercicio.
* Medición de Azúcar o Glicemia: ( Para mayores de 30 años o antes, si tienes factores de riesgo diabético)
La diabetes es un enemigo silente de la salud. Puede ser que te parezca un trastorno muy alejado de tu vida cotidiana, pero tal vez por ese motivo, es uno de los más peligrosos. Es por ese motivo, que los médicos recomiendan llevar a cabo un examen de Glicemia al menos una vez al año si eres mayor de treinta años o sufres de síntomas sospechosos que puedan indicar estás sufriendo de algún tipo de forma de diabetes. El examen consiste en una primera muestra de sangre, generalmente matinal. En algunos casos, cuando los resultados están en el límite o hay elementos de alta sospecha también es necesario realizar una curva de tolerancia a la glucosa o sobrecarga. Como mencioné antes, todos los médicos a quienes consulté para escribir esta pequeña investigación, recomiendan realizar el examen una vez al año a partir de los 30 años. Sin embargo, es necesario realizar este estudio a menor edad cuando existe un índice de masa corporal mayor que 25kg/m2, historia familiar de diabetes, inactividad física, previa intolerancia a la glucosa, hipertensión, enfermedades vasculares, ovario poliquístico, o en presencia de síntomas sospechosos que puedan hacer presumir puedas sufrir de diabetes en una fase temprana.
Una lista engorrosa ¿Verdad? Créeme, yo pienso lo mismo. Pero a medida que esta pequeña / gran necesidad mía de mejorar mi salud y mi forma de vida ha tomado mayor espacio en mi cotidiano, he tomado conciencia del valor de simplemente, precaver es la mejor forma de tomar responsabilidad sobre mi salud.
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