jueves, 31 de enero de 2013

De escribir y crear: Las cinco cosas que he aprendido siendo blogger



Soy blogger desde hace más de 7 años.  Cuando comencé, no entendía muy bien que significaba el término "blogger". Y de hecho, aún intento comprenderlo, a medida que crezco en la experiencia, que la vivo cada día. Pero podría decir que, contando aquel primer ensayo de blog que intenté en Windows Live Spaces, podría decir que tengo casi diez años escribiendo vía 2.0. Comencé en pequeños post referidos a fotografía en mi fallecida cuenta de DeviantART y después continué en diversas plataformas. Pero nunca conseguí continuar durante más de dos o tres meses. Más de una vez, abandoné por aburrimiento, por falta de constancia o por el hecho simple, que aún no había encontrado mucho que decir. Hasta que abrí mi primer blog, digamos que "formal" y lo mantuve online por casi dos años. Fue una experiencia un poco agridulce: aprendí mucho sobre el oficio del blogger - si es que existe tal cosa, claro - y sobre todo sobre mi misma. Como libre pensadora, como prospecto de escritora y como apasionada de la comunicación verbal. Pero el resultado no fue bueno: convertí el blog en algo parecido a un enorme libro de texto sin ninguna personalidad y cuando lo cerré, sentí alivio. Se había convertido en una especie de carga cotidiana sin valor emocional.

Porque cualquiera sea su temática, un blog es una experiencia emocional. O así ha resultado para mi, claro. Durante todos los años en que he intentado llevar una bitácora diaria sobre mi manera de ver el mundo, he descubierto el enorme poder que posee construir, palabra a palabra, un espacio personal en el mundo virtual. Hay mucho de analizar y comprender tu punto de vista desde una óptica totalmente nueva y sobre todo, una experiencia de convivencia que te hace - podría decir, obliga - a construir un punto de vista mucho más flexible sobre el mundo. Así que, durante esta casi década de ir de un lado a otro en los terrenos de la virtualidad, he aprendido algunas cosas:


1) El valor de la Constancia:

Un blog es, ante todo, una plataforma de comunicación, una manera de comprender tu perspectiva sobre las cosas de una manera nueva. No obstante, un blog, o digamos, cualquier experiencia que implique cierto ritmo, es también un ejercicio de constancia. Siendo bloggera he aprendido el valor de comprender mi propia necesidad de escribir, de comunicar y la manera en que lo hago. La experiencia de mantener un blog personal, me ha permitido encontrar esa forma de mantener el interés - no solo de mis lectores, si no el mio propio - sobre esta gran conversación compartida que es, al final de todo, cada entrada que publico. La experiencia de contar historias  - pequeñas, personales, importantes o no - me ha hecho analizar mi forma de mirar el mundo de las palabras y como sobrellevar esos momentos de silencio involuntario. En resumen: Encontrar la manera de continuar siempre hacia adelante y descubrir algo más de mi misma a través de esta experiencia.

2) Tolerancia:

Ser un blogger es basicamente ser un opinador libre. Un blog, sea de la temática que sea, es una gran sala de discusión donde convergen infinitas ideas. Así que, el otro gran aprendizaje que he obtenido de la experiencia ha sido a tolerar - comprender, asumir - todas las opiniones que pueden converger sobre un mismo punto, incluso las que son contrarias a las mías o directamente antagónicas a las que profeso de manera personal. Y ha sido ese ceder y flexibilizar mi punto de vista, lo que ha hecho que la experiencia como blogger me haya enriquecido como persona. Ha sido extraordinario, poder debatir ideas e interesantes puntos de vista con un público tan abierto como distinto. No solo he encontrado tema suficiente para el análisis y la reflexión personal, si no que mi blog, como ente individual, ha crecido gracias a esa interacción constante entre mis amables lectores y lo que expongo en cada entrada. Una experiencia extraordinaria por donde se le mire.

3) Investigación, revisión de fuentes:

Cuando comencé a escribir vía web, nunca supuse que la experiencia me daría la oportunidad de comprender el real valor de la investigación sistemática. Desde niña, había tenido la inclinación por la investigación, pero la experiencia como blogger me permitió no solo acentuarla, si no encontrar un método propio de indagación y búsqueda de información propio. Y ha sido una experiencia gratificante: sin duda, como curiosa nata, aprender los rudimentos de la indagación y la búsqueda de información e historias, me ha hecho crecer no solo como blogger si no como amante de las palabras.

4) Respeto:

Durante mis años como blogger, he aprendido la importancia y el poder de la opinión, sobre todo, al hacerla pública. Y ha sido esa conciencia del peso real de una información que se hace viral y más allá, emite un punto de vista determinado, lo que me ha hecho comprender su valor y respetarlo. He aprendido, entre equivocaciones y aciertos, que cada artículo que escribo, que cada punto de vista que expreso, posee un poder en si mismo. La información tiene la capacidad de construir una red de infinitas conexiones que van más allá del medio que las transmite. Y el blog, cualquier espacio personal, no escapa a esta perspectiva, no importa el número de lectores o la audiencia a la que pueda llegar.

5) El privilegio de ser escuchada:

Muchas veces he escrito entradas en este, su blog de confianza, llevada por la angustia, el miedo, la felicidad o la simple emoción. Ha sido mi ventana al mundo para expresar una serie de idea que de alguna manera, necesito sean comparadas y analizadas por un público silencioso que probablemente tenga una opinión valiosa sobre lo que digo o pienso y que me gustaría escuchar. Y justamente, es esa capacidad del blog - como ente emisor, como puente de comunicación - lo que lo hace tan valioso. Ha sido extraordinario, poder construir una forma de expresión tan abierta al diálogo, tan amplia en sus alcances. He hecho grandes amigos, he aprendido por la experiencia como encontrar un punto de unión incluso en los punto de vista de más disimiles. Un aprendizaje invaluable.

Una lista corta, sin duda. Me llevaría años resumir todo el aprendizaje que he obtenido a través del aparentemente sencillo ejercicio de escribir una desordenada bitácora de lo cotidiano. Pero aún así, creo que resume un poco lo que este recorrido, atolondrado y extraordinario, ha sido para mi.

¿Llevas un blog? ¿Como ha sido tu experiencia? ¿Quieres contarmela? Nos leemos en los comentarios!

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