miércoles, 9 de enero de 2013
Delirios de comienzo de año: Cinco buenas maneras de comenzar tu año fotográfico.
Todos tenemos rituales para comenzar el año: unos botamos a la basura todo lo que no utilizamos, otros cambiamos de corte de cabello y la mayoría hacemos una lista de resoluciones que nunca llegamos a cumplir. En mi caso, una de mis costumbres de comienzo de año es ordenar un poco mi vida fotográfica, de manera tal que pueda empezar una nueva etapa sobre buenas bases y sobre todo, de la mejor manera posible. Con el correr del tiempo, he comprobado que además de un rito anual, es también es un habito responsable - y saludable - con respecto a mi vida fotográfica y que me ha brindado más de una ventaja posterior.
Y ¿Cuales son estas costumbres que llevo a cabo cada año nuevo? Estas:
1) Ordenar mi portafolio:
Durante el año que termina, probablemente tendré una buena cantidad de imagenes que manejar, de manera que mi primera costumbre de año nuevo es ordenar mi trabajo fotográfico cuidadosamente. Escojo las que considero las mejores fotografías de todas las que tomé, las ordeno por serie, las revelo de nuevo, probablemente corrigiendo uno que otro error y finalmente, las organizo en carpetas virtuales identificadas. ¿El resultado? Una buena muestra de cual fue mi crecimiento fotográfico del año anterior y sobre todo, hacia donde debe apuntar mi aventura fotográfica en el que empieza.
2) Imprimir mi trabajo fotográfico:
El trabajo fotográfico necesariamente debe imprimirse y de manera profesional. Es la única manera que tendrás de comprobar como se ve tu trabajo en formato fisico y que necesitas mejorar, en vistas a mostrarlo como portafolio, profesionalmente o muestra artística. Además, imprimir tu trabajo con frecuencia, te permitirá comprender los errores que puedes cometer al momento de trasladar tus fotografías de un formato virtual al papel: esos brillantes colores de la pantalla, pueden ser un completo desastre visual al momento de estar impresos. O ese corte que tanto te gustó podría dañar la imagen al momento de la impresión. De manera que dedica un poco de tiempo e inversión monetaria a imprimir parte de tu trabajo: es la mejor manera de comprobar tu evolución y crecimiento en el mundo fotográfico.
3) Si eres amante del Film, ordena y limpia tus negativos:
El año pasado fotografié muchísimo en film: casi 10 rollos en formato 35 milimetros y al menos 6 en formato 120mm...y la mayoría de ellos se encuentran aún sin digitalizar, guardado de manera desordenada en cajas y gavetas y en peligro de dañarse por mi descuido. De manera que comencé el año ordenando cuidadosamente mi trabajo: lo distribuí en sobres separadores de plástico y los guardé en lecho de papel cebolla en cajas cerradas. Organicé y digitalicé todo lo que pude, por fecha y cámara y además, respaldé sus resultados en CD, lo que sin duda me permitirá mostrarlo con muchísima facilidad. Recuerda que, el film es un material muy delicado, de manera que ninguna precaución es poca: nunca toques el negativo con las manos desnudas, utiliza guantes de seda para manipularlo. Aléjalo del sol para evitar que la luz pueda dañar la imagen por algún rastro químico que pueda contener. De esta manera, te asegurarás de la perdurabilidad de tu trabajo.
4) Respalda tu trabajo:
La profe @ArletteMontilla suele repetir una frase que tarde o temprano termina siendo cierta: "Todo disco duro está dañado o a punto de dañarse", lo cual quiere decir que lo mejor que puedes hacer para salvaguardar tu trabajo es respaldar meticulosamente tus fotografías en formato digital. Hazlo en un disco duro externo y de manera ordenada: nombra las carpetas por año y quizá por contenido, será la mejor manera que puedas encontrarlas. Divide tu trabajo entre el resultado final revelado y el RAW en crudo, y si es posible, guarda ambas cosas en particiones separadas. Recuerda, toda precaución que tomes ahora, te evitará un trago muy amargo en el futuro. Ningún disco duro es infalible y mucho menos te garantiza la integridad de tus fotografías de manera perdurable, así que cuida de tu trabajo lo mejor que puedas.
5) Regalate un buen libro de fotografía:
Soy una compradora compulsiva de libros de fotografía, pero el libro que suelo comprar en enero siempre será el más querido: ¿La razón? es el obsequio que me hago a mi misma para recordarme que la fotografía es la memoria perdurable en el tiempo. De manera que cada año, me regalo ese libro que antes me pareció muy costoso o que me llevó medio año conseguir: es un buen punto de partida para comenzar mi recorrido anual por el mundo de la imagen.( Si se lo están preguntando, mi regalote de este año fue el Libro con la recopilación de todas las fotografías de Linda MacCartney, una de mis referentes visuales desde que era una niña)
Una lista sencilla pero útil. Y tu ¿Tienes alguna recomendación que no haya incluido aquí? Me encantaría leerla! Si quieres compartirla, nos vemos en los comentarios!
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