Habitualmente, los best sellers me producen desconfianza. Más aún, si se encuentran precedidos por un gran éxito cinematográfico. Por este motivo, el libro "Señoras y criadas" de la escritora Kathryn Stockett pasó algunas semanas en mi biblioteca sin que me decidiera a leerlo. De hecho, tuve mis dudas si hacerlo: la película me agradó, pero rozó en varias ocasiones la sensibleria moralista y temí, que el libro utilizaría el recurso de la lágrima fácil y el sermón sin mayor argumento para contar una historia poco novedosa.
Debo decir, que para mi satisfacción, me equivoqué.
Porque de hecho, aunque "Criadas y señoras" aborda el tema del racismo de una manera tradicional ( como critica abierta hacia un sistema injusto y cruel ) brinda una mirada novedosa a esa sociedad americana rígida y prejuiciada de principios de los años 60: el racismo no es solo es una excusa para la critica social, si no que se analiza puertas adentro, como parte de lo cotidiano de los personajes, lo cual probablemente hace la historia más dura e incisiva de lo que podría esperarse. Los personajes, tan frágiles y falibles como la sociedad que representan, brindan a la historia una humanidad inesperada, una ternura que sorprende a lector. Siendo, como es previsible por si titulo, una historia de mujeres, la naturaleza de esa intimidad de lo doméstico crea un lenguaje propio, se observa así misma con una atención despiadada. Y es ese, sin duda, su mayor acierto.
Por supuesto, la historia tiene la estructura tradicional de una novela de época: tal vez su lado más flaco, es la insistencia de su autora en dejar muy en claro, que esta es una historia de clases sociales, de temores, de luchas y que dibuja una época desigual de la historia reciente de los Estados Unidos de America. Resulta curioso, que la historia parece recorrer esa visión de lo que fue considerado por mucho tiempo una óptica esencialmente femenina, sin expresar critica alguna. Aquí los papeles están perfectamente definidos, y los personajes intentan sortear esa rigidez de acero con regusto cultural sin lograrlo. No obstante, a medida que la trama avanza, y la escritora parece comprenderse así misma como parte del mundo de sus heroínas y villanas, la narración se relaja, toma un poco de distancia de su propia corrección y expresa lo mejor de si misma: esa fuerza apenas percibida entre lineas, la angustia y tristeza de una situación social y cultural insostenible.
Sin embargo y a pesar de lo anterior, "Criadas y señoras" se sostiene gracias a sus personajes, esa contradicción entre la historia que cuenta y la que los personaje crean a partir de su personal visual del mundo. Como toda novela coral que se precie, la belleza de la historia que narra se sostiene sobre ese pequeño mundo que se construye capitulo a capitulo, en el cruce sutil de historias. Porque no nos engañemos: la novela intenta soslayar el hecho que el racismo, en ese EEUU aun inocente y entrando con dificultad a los liberales y reformadores años 60, forma parte de la sociedad como algo natural, aceptado, admisible. No obstante, es la perspectiva de sus personajes, la que brinda consistencia, belleza y humanidad a la narración, la que estructura, como un solido engranaje la historia. Una y otra vez, comprendemos ese mundo más allá de la apacible fachada de una cultura hostil y cruel, y comprendemos, de primera mano, esa pequeña tragedia intima de la segregación.
Y quizás, allí reside el mayor acierto de "Señoras y Criadas": la historia, contada a tres voces, posee los suficientes matices como para trascender más allá de la simplicidad de contar una tragedia social sin mayores pretenciones, evitando la sensiblería y los habituales tópicos del género. No obstante, la autora logra evitar justamente un sermón lacrimogeno dotando a sus mujeres, de una profunda humnanidad. Porque donde triunfa la sencillez de "Criadas y Señoras" sobre otras historias semejantes, tal vez más complejas, es en esa negativa a expresar juicios de valor, a crear una idea moral que sin duda, desvirturía ese discurso de lo simple, de lo habitual y doméstico que brinda a la historia su belleza entrañable y quizá, esa cualidad conmovedora que la hace muy recomendable.
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2 comentarios:
Agla, me encanta! Yo tenía ganas de leerlo, pero no lo he podido hacer por falta de tiempo en buscarlo, ahora con tu review me pica más la curiosidad, si puedes enviarmelo te lo agradecería un montón.
Joana D. -----> j.zerpa5@gmail.com
Bisous gros!
Que fino encontrar libros asi!
---> Juan_zulueta@lkcg.com ((:
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