Leí el libro Trainspotting mucho antes de su versión fílmica. Me asombro, me asqueó, lo adoré. Y rápidamente se convirtió en uno de mis favoritos. Lo admito, lo leí por rebeldía pura, por contradecir al coro de críticos doctos que aseguraban que la historia era "procaz, cruda y pendenciera" - para resumir sus variadas críticas -. No obstante, lo mejor de Trainspotting de Irving Welsh, no es su deseo de transgredir si no si negativa a juzgar, a pesar de contar la historia que cuenta.
Porque en Trainspotting todo es excesivo: desde la visión de ese Edimburgo decante de los años ochenta, hasta las crudas y detalladas escenas de Alcohol, drogas, sexo. Como en su época lo hizo "La Naranja Mecánica" de Anthony Burgess ( Libro con el guarda numerosos paralelismos ) Trainspotting intenta reflejar, más que una época, la turbulencia del submundo desconocido que marcó a una generación.
El libro se convirtió, tal vez justamente por su franqueza casi insultante, en un inmediato icono pop literario. Por extraño que parezca y a pesar de su temática, el libro fue celebrado y recomendado por los críticos más estrictos pero leída también por aquellos que raramente se acercan a los libros. De hecho, “Trainspotting” es considerado uno de los acontecimientos literarios y también extraliterarios de la última década. Marcó un antes y después en la literatura escocesa: Hay algo de doloroso y casi agobiantes en las escenas que el autor describe con obsesivo detalle. Y es justamente esa visión sin cortapisas, directa y casi amoral de la juventud, su incertidumbre y su profunda confusión, lo que hacen al libro único. No hay un solo juicio de valor sobre lo que ocurre: la historia transcurre entre explícitas escenas sexuales, la alegoría al vicio y al caos, y sin embargo, toda la novela parece sostenerse justamente sobre el asombro esa indiferencia, esa ruidosa desazón que el autor refleja como parte de esa juventud que sobrevive a su propio dilema de identidad.
De las palabras a la imagen.
La novela fue adaptada al teatro y al cine y se convirtió en un éxito sin precedentes allí: la historia de este grupo de jóvenes desesperadamente realistas, que intentan no pensar en el futuro como no sea para admitir su propio vacío existencial, esa juventud marginal, bulliciosa , habitantes de esa Europa desconocida, paraíso de la desocupación, la miseria y la prostitución, embarcados en una peripecia vital cuyo combustible es la droga, «el elixir que les da la vida, y se la quita». Welsh escribe en el áspero, colorido, vigoroso lenguaje de las calles. Y entre pico y pico, entre borracheras y fútbol, sexo y rock and roll, la negra picaresca, la épica astrosa de los que nacieron en el lado duro de la vida, de los que no tienen otra salida que escapar, o amortiguar el dolor de existir con lo primero que caiga en sus manos.
La historia se cuenta con una sinceridad que asombra y se agradece: el lenguaje duro y callejero que brinda una inusual dimensión a sus personales. Un lenguaje “real” para personajes “reales” en situaciones “reales”. De hecho, al leer la última hoja, la sensación que se tiene como lector - como observador, como asombrado testigo de la lenta caída de la novela en su propia visión del mundo - es la de haber no solo conocido a este grupo de desadaptados y caóticos personajes, sino también, de poder comprenderlos.
Porque tal vez, ese sea el mayor mérito del libro: Mostrar, sin juzgar, y a la vez, permitirnos mirar el mundo desde ese lado marginal, desierto y árido que pocos se atreven a recorrer.
¿Donde puedo comprar el libro en Caracas?
Lamentablemente, la última vez que vi un ejemplar del libro fue en la Librería Suma de Sabana Grande, hace cinco años.
Como siempre, si deseas leer Trainspotting en su formato digital, déjame una dirección electrónica en los comentarios y te lo envío!
4 comentarios:
Hola!! yo lo quiero leer, mi correo es gaby.santander@gmail.com gracias
Si quiero. la.kijad@gmail.com
Gracias!
El mio es ena.evia@gmail.com
zaileanion@gmail.com gracias
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