Proyecto un libro cada viernes: El Señor de las Moscas de William Golding

A propósito éxito de "Los juegos del hambre" ultimamente se ha hablado mucho sobre un libro que podría decirse, es el precedente literario de esta fantasía distópica sobre la violencia y la ambición: El Señor de las Moscas de William Golding. No obstante, en lo personal, la comparación me parece un tanto injusta. Porque mientras Los juegos del Hambre se sostiene con dificultad sobre la crítica social y una visión extrañamente estereotipada de esa naturaleza humana esencial - la violenta y primitiva - la historia que cuenta el Señor de las Moscas analiza algo incluso más inquietante: La idea del mal más allá de una idea intelectual.


Porque en su novela, William Golding plantea un cuestionamiento universal, punto clave en la óptica de su novela y más allá, su análisis de la sociedad como herencia cultural: ¿Es el hombre bueno o malo por naturaleza?. Una diatriba tan profundamente arraigada en esa idea del "buen salvaje" que me parece contradecir esa imagen cultural de la civilización como simbolo del pensamiento humano. Más allá de la estructura externa, en la novela "El Señor de las Moscas" lo que se debate es la idea del mal y del bien, como emociones ineludibles. ¿Lo son? ¿Somos malvados o bondadosos por nuestras decisiones o por algo más profundo y primitivo? Una idea que parece gravitar sobre la historia en todo momento y brindarle una tensión argumental casi dolorosa.

De manera que, el señor de las Moscas, es ante todo una fantasia moral, una fabula macabra sobre ese otro rostro del hombre, el que parece esconderse bajo eso tan abstracto que llamamos sociedad. Para Golding, la cosa es sencilla: el hombre es "bueno" en tanto puede y no en tanto lo desea. Porque la historia es una parábola que refleja hasta dónde puede llegar la condición humana,  por supuesto, pero también es una crítica muy dura a la cultura hipócrita, a la sociedad opresora. Siendo como es, un libro profundamente pesimista, El Señor de las Moscas no desdeña la violencia, tampoco emite opinión sobre ella. La muestra, desde la perspectiva de lo inevitable, desde esa percepción del ser humano violento por necesidad, por origen, quizá por naturaleza. Quizá desconcierta que el autor decidiera utilizar niños – en lo personal me parece una decisión muy inteligente - para preparar sus arquetipos. Pero es que justamente son estos niños - violentos, despiadados, crueles - la mejor muestra de esa inocencia despojada de todo discurso dialectico, de toda justificación a su comportamiento. Tal pareciera que para Golding, los niños representan esa  De  la inocencia artificial de sus personajes que parten de una situación óptima en cuanto a educación, socialización, moralidad, normas de conducta…etc., para evolucionar hasta un grado de deshumanización total. Una gran alegoría sobre la caída de la civilización.


Mención aparte son los personajes: De la misma manera que en "Los Juegos del hambre", los pocos adultos que intervienen en la historia, son por completo referenciales y su presencia carece de peso dentro de la historia. Porque esto es una historia de niños, del origen del pensamiento del hombre como perspectiva de su visión del mundo. De hecho, son estos niños verdaderos arquetipos dignos de Shakespeare o Molière,los que brindan esa perspectiva casi terrófica a la historia:  cada uno de ellos representa distintos aspectos de la mente humana. el orden, la violencia, el liderazgo, la bondad, la brutalidad, la sensatez, la crueldad, el servilismo, los instintos descontrolados.

No obstante, el sentimiento predominante es el miedo: el miedo. El miedo a la oscuridad, el miedo a lo desconocido, el miedo a un posible peligro fuera de su entendimiento. Resulta inquietante la manera como Golding representa a la humanidad de manera tan descarnada, pero sobre todo tan directa: El miedo parece empujar la acción, construir el lenguaje, incluso definir la manera de contar la historia. Y es que al final de todo, el miedo es el único lenguaje que parece imponerse sobre todo, el que se comprende mejor, el que empuja las acciones. Una metáfora de la sociedad que crea y se construye asì misma.

¿Donde puedes adquirir el libro "El Señor de las Moscas" de William Golding en Venezuela?

Lamentablemente, jamás he visto el libro en ninguna de las librerias que frecuento.


Como siempre, si quieres leer el libro en formato digital, déjame tu dirección de correo electrónico en los comentarios y te lo envío!