martes, 11 de febrero de 2014

La protesta efectiva: ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Por qué? La organización del ciudadano como lider.




Hablar en Venezuela sobre protestar es mirar a una propuesta confusa que se confunde con una larga diatriba política. Probablemente se deba a que en Venezuela, la relación del ciudadano común con la política fue, hasta la llegada de Hugo Chavez al poder, limitada y esporádica. De manera que asumir la responsabilidad y la organización de la protesta cívica, fue inesperado para muchos de los que por años, no tuvimos necesidad real de hacerlo. No obstante,  durante los últimos quince años, la manifestación callejera se convirtió en el medio de expresión por excelencia del descontento sin estructura, ese que proviene esencialmente de la calle y del ciudadano anónimo.  Una y otra vez, el venezolano ha manifestado su frustración política de cualquier manera que ha podido, sin verdaderos resultados. Se debe claro, a que no tenemos un gobierno proclive al diálogo, eso todos lo sabemos, pero también a que el Venezolano protesta de manera visceral, emocional y por supuesto muy poco efectiva. Y es que quizás, la esporádica, errática y circunstancial idea sobre la manifestación del descontento público que tenemos, sea uno de los mayores errores - recurrentes - que ha llevado al ciudadano a carecer de verdadera representatividad.


Y es que en nuestro país protestar no tiene objetivo, por mucho que se insista que la meta inmediata debería ser la de un cambio político visible. Pero ¿Cual proceso de tal envergadura puede ser inmediato y sin uso de la violencia como medio de expresión? El argumento que la movilización callejera por si sola promueve es cuando menos ingenuo, y más aún en Venezuela, donde la consigna es levantar el puño y exigir la salida del Presidente en funciones. Llámese Chavez o Maduro, la insistencia ciudadana no va más allá de un deseo o propuesta abstracta, insistir una y otra vez en un planteamiento que no tiene verdadero sentido. ¿Le parece usted que desvirtúo o menosprecio el valor de la protesta opositora que hemos llevado a cabo durante este durísimo proceso político llamado Revolución? Pienselo desde este ángulo: ¿Que cambio, mejora, reflexión, reinvidicación, ha obtenido el ciudadano que protesta? ¿Cuando una marcha, manifestación, asamblea, concentración ha tenido un resultado político efectivo? La respuesta es obvia y preocupante: En la única ocasión que una protesta ciudadana ha tenido verdadera efectividad fue durante la trágica jornada del 11 de abril de 2002. Y no obstante, el beneficio  - relativo, precario y carente de verdadero valor - que se obtuvo no se debió a la importancia del evento callejero como presión ciudadana, sino a la inevitable reacción por los sucesos sangrientos que ocurrieron dentro de ella y poco después. De manera que la conclusión es que en Venezuela, la protesta como la hemos llevado a cabo hasta hora, no tiene verdadero peso e importancia ante un gobierno opresor, que utiliza la ley como arma y que además, criminaliza la protesta.

Ahora bien, ¿Quiere decir entonces que toda protesta carece de valor para expresar nuestro descontento por la situación insostenible que padecemos? Por supuesto que no. En lo que sí estoy completamente convencida es que el ciudadano, el lider político e incluso, el que insiste en proclamarse vocero del descontento popular, debe tener muy clara unas cuantas ideas antes de insistir en un llamado difuso a la violencia. Sin creer que puedo resumir un tema tan complejo en aspectos más o menos concretos, podría decir que cualquier protesta que llevemos a cabo debe resumirse en puntos como estos:

* Mensaje: 

La protesta debe ser un medio de aglutinar el descontento genérico, estructurarlo como una idea que incluya no solo a quienes piensan de la misma manera, sino mucho más importante aún, los divergentes. Me refiero a que las protestas deben articular un sentido de unidad no solo ideológica, sino de propuestas. Además, la protesta debe implicar al ciudadano con un idea clara con la cual pueda identificarse y construir una plataforma de opinión que sea viable y accesible a todos los interesados. ¿Los problemas eléctricos del país te afectan? dialoga e incluye a todos los afectados, no solo con quienes compartes parecer político.

* Despolarizar:

La protesta Venezolana se ha convertido en el choque de dos bandos radicales irreconciliables, quienes ignoran, invisibilizan y menosprecian en lo posible, la existencia del otro. De manera que la protesta viable debe ser una que pueda reunir los puntos intermedios, que permita el diálogo, que reconozca la existencia del otro. ¿Que en Venezuela no se puede? ¿Qué la posición política del contrario evita cualquier intento de diálogo fructifero?  Piénsalo de nuevo: no es necesario que compartas la visión sobre el gobierno o sobre la oposición del que protestará contigo, sino que estén de acuerdo en lo básico: se debe exigir el derecho ciudadano. Y es que durante los últimos quince años, la actuación de la Administración pública se debate dentro del ámbito ideológico. Los bandos en disputa insisten en oponerse o defender su actuación de acuerdo a sus personales interpretaciones sobre la situación política que vivimos. Así que parte parte de la protesta efectiva pasa por comprender que el ciudadano de cualquier tolda política debe asumir que sufre los mismos problemas que su contrario ideológico y que la solución, incluye la aceptación de las diferencias.



* Objetivo: 

Las protestas DEBEN tener un objetivo claro. Se ha demostrado, una y otra vez, que la protesta genérica es inútil, se disgrega, se desvirtúa y carece de fuerza de presión contra el órgano de poder. Entonces, puntualiza. Analiza en compañía de otros ciudadanos todos los elementos que necesitas para llevar a cabo una protesta que implique al ciudadano y tenga las mayores posibilidades de éxito ¿Qué deseas obtener protestando? ¿Qué medios necesitas para conseguirlo? ¿Como reunir a quienes les afecta los mismos elementos que a ti? Es una labor lenta y laboriosa, pero varias protestas con varios objetivos distintos pero concretos, es mucho más efectiva que una lucha abstracta sin verdadero Norte. Así que recuerda: protesta por resultados que puedas lograr a través de tu esfuerzo. No te condenes a una decepción con respecto a los métodos de lucha que solo te afectará directamente.

* Organización: 

Cualquier protesta exige un mapa de ruta que te permita definir lo que deseas lograr, el mensaje que planteas, la manera como piensas hacerte escuchar. ¿Conoces la autoridad competente que se encarga directamente del área en donde estás exigiendo cambios? ¿Sabes que mecanismo debes optar para provocar una reacción? Investiga, busca y encuentra los medios de encauzar la protesta hacia un sentido realista. Te sorprenderás de lo que puedes obtener.

¿Te parece irrealizable? ¿Insuficiente? He escuchado argumentos extremos, algunos irrealizables, otros absurdos, otros francamente peligrosos. Y es que nadie parece meditar realmente la idea que la violencia que asumimos como necesaria para la solución de la conflictiva situación que atravesamos, no solo será insuficiente sino que probablemente, no haga otra cosa que recrudecer la situación que padecemos. En este momento histórico que atravesamos, es inevitable llegar a un nivel de desgaste que nos empuje a pensar en soluciones radicales - no, el término no es casual - pero aún así, comienza a plantearte la protesta como una lucha directa contra los problemas y no como una guerra sin objetivo que estarás librando hasta que simplemente pierda sentido. Conviértete en líder de las ideas y comienza a contribuir con la construcción del país que deseas asumiendo tu responsabilidad ciudadana.

Así estamos.

Esta es Venezuela.

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