Durante los últimos días, el clima de tensión en las calles de nuestro país aumentó hasta hacerse irrespirable y directamente peligroso, sobre todo para quienes intentan documentar lo que ocurre fotográficamente. De hecho, hoy viví un percance que demuestra, la franca hostilidad de los funcionarios de seguridad del Estado hacia cualquiera que intente fotografiar o al menos, captar algún testimonio visual de lo ocurre. Una muestra más del clima de crispasión que se ha venido incrementando durante los últimos días.
Supongo que siempre he considerado natural fotografiar, por lo que desde que supe que a dos cuadras de donde vivo, se llevaría a cabo la denominada “Marcha de las mujeres”, decidí documentar fotográficamente lo que sería una de las pocas manifestaciones que se han llevado a cabo en el llamado “oeste” de la ciudad. Y es que durante los últimos días se ha insistido una y otra vez que la zona de la ciudad donde vivo “no protesta”, una especie de queja sutil sobre el aparente poco interés de los ciudadanos de las llamadas “zonas populares” con respecto a las protestas nacionales. Me pareció una buena oportunidad - una muy contundente además - para demostrar lo contrario.
No obstante, desde muy temprano en la mañana comprendí que no todo sería tan sencillo como una demostración de fuerza pública: en el mismo lugar que debería ser el destino final de la manifestación (La comandancia de la Guardia Nacional en el Paraíso, Caracas) se instaló una especie de improvisada verbena de corte oficialista. Preocupada por inminente enfrentamiento, decidí documentar lo que sucedía y enviar la fotografía a cualquiera de los participantes. Últimamente la mejor precaución es ese lenguaje del boca a boca al que los ciudadanos venezolanos nos hemos acostumbrado sin saber cómo.
La Plaza Madariaga del Paraíso es una pequeña circunvalación en la mitad de una concurrida avenida, que se abre en una desembocadura hacia la autopista y un desvío hacia calles interiores. Y además, es la zona pública más inmediata a la Comandancia de la GNB, una vieja mansión remodelada para cumplir funciones de edificio oficial. Cuando me acerqué, me sorprendió encontrarme con una enorme carpa de Lona roja y lo que parecía ser una celebración improvisada: Había unas veinte o treinta personas vestidas de rojo de los pies a la cabeza, obsequiando globos y gritando a quien quisiera escucharle: "Chavez Vive".
Fue un descuido ingenuo, lo reconozco. Sin pensármelo, saqué mi teléfono celular e intenté tomar un par de fotografías al grupo, sobre todo porque me pareció peligroso la evidente provocación que simbolizaba llevar a cabo una actividad que chocaría frontalmente con otra, en medio de un clima tan tenso. Uno de los participantes me echó una mirada rápida y antes de que supiera que estaba pasando, alguien me tomó del brazo y me empujó hacia atrás. Trastabillé parpadeando sorprendida. Un funcionario con el uniforme de la GNB me miraba colérico.
- ¿Quieres un coñazo escuálida? - me gritó a la cara. Intentó darme un nuevo empujón pero retrocedí, más desconcertada que realmente asustada. Y después, sin saber muy bien por qué lo hacia - o mejor dicho, muy consciente en realidad por qué debía hacerlo - corrí hasta llegar al resguardo seguro de mi casa. Temblando, intenté calmarme y solo en ese momento llegó la rabia, lo cual creo es lo mejor que pudo ocurrir. Lo pensé aún con un humillante temblor de manos y una extraña sensación de pura frustración.
- Es la orden - me explicó un amigo que había sufrido de un percance similar un par de días antes: tres desconocidos le habían acorralado y arrebatado el celular para comprobar que imágenes estaba captando. Cuando se aseguraron que no había fotografiado nada especialmente peligroso, le devolvieron el celular luego de amenazarlo que “seguían vigilandolo”. Escuché todo con una extraña sensación de irrealidad.
- Sin ojos que miren ¿No? - atiné a decir.
- Sí, de manera que lo mejor es cuidarte mientras intentas documentar.
Como suele suceder, tomé el consejo de manera literal y durante algunas horas, recopilé de alguna que otra fuente, consejos sencillos de como protegerte si deseas documentar lo que está ocurriendo en las calles Venezolanas. Los consejos, sencillos e incluso en algunos casos obvios, te permitirán no solo organizar mejor tu método para captar imágenes sino lograr sin duda una recopilación más efectiva de material fotográfico.
Los consejos podrían resumirse así:
Sobre las cámaras:
1) Tener una cámara lo suficientemente pequeña, que quepa en un bolsillo.
2) La cámara debe ser ligera. Evitar las cámaras pesadas.
3) Desactivar el flash y el sonido.
4) Hacer un backup constante de la memoria y mantenerla siempre vacía, sin fotos personales o de protestas previas.
Sobre la vestimenta:
1) Llevar ropa con bolsillos anchos, que permitan mantener la cámara.
2) Ideal: Una camisa vieja con un pequeño agujero en el bolsillo, justo en el objetivo de la cámara.
3) Usar alguna prenda que te identifique con el grupo que le estas tomando fotos: gorra, franela, etc.
4) Si es de noche, llevar ropa oscura, preferiblemente negra.
5) Cargar zapatos deportivos.
Sobre la estrategia:
1) Preferiblemente NO IR SOLO.
2) En el caso (extremo) de ir solo, mantener comunicación constante con un grupo de personas que se encuentren cerca del lugar.
3) Para grupos en espacios de riesgo: ir siempre juntos.
4) Para grupos en espacios que no presentan riesgos aparentes: Dispersarse por bloque de tiempo, en parejas preferiblemente. Tomar registro fotográfico y luego reunirse en un punto en común.
5) Conocer las áreas de salida y de resguardo disponibles. Igualmente, los centros de atención médica más cercanos.
6) En el caso de haber riesgos, llevar preparar un kit de seguridad (vinagre, maalox, etc.).
7) Mantener presente los números de emergencia en tu teléfono celular.
8) Importante: Antes de iniciar a tomar las fotos, observar como se comporta la gente. Imitar su comportamiento y comenzar a tomar las fotos.
Recomendaciones si te capturan tomando fotos:
1) Mantener la calma.
2) En el caso de no cargar algún distintivo (carnet, franela, etc), indicar que estás registrado solamente la protesta, sin ánimo partidista.
3) No ofrecer resistencia mientras te revisan o te mantienen retenido.
4) Una vez te liberan de la revisión, abandonar el sitio y guarecerse en un lugar público. No acercarse a ninguno del grupo ni tampoco ir directamente a la vivienda personal o algún lugar privado. Esto funciona cuando te persiguen.
¿Consejos sencillos? Sin duda. Pero aún así útiles para un momento tan complicado donde el ciudadano ha sustituido a la información tradicional.
Nunca olvides: Ahora #EresElMedio
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