viernes, 27 de febrero de 2015

Proyecto "Un género cada mes" Febrero - Ciencia Ficción: Saga "Fundación" de Isaac Asimov.




A Isaac Asimov se le suele llamar el padre de la Ciencia Ficción moderna. Un titulo que puede parecer exagerado, pero que en realidad engloba y define los aportes del escritor a una nueva perspectiva sobre la literatura fantástica. Porque Asimov, con su concepción optimista y sobre todo, profundamente humanista del futuro, reconstruyó y replanteó esa noción sobre el ser humano como parte de su entorno. Más aún, como protagonista y quizás victima de su propia historia. Asimov, obsesionado por no sólo la tecnología como anuncio de los planteamientos de un futuro distante, encontró en la identidad hombre - su cultura, religión, manera de pensar - una forma de aprender sobre lo que consideramos inevitable. El escritor miró el futuro - a mediano plazo, a largo plazo, incluso el distante y aún imposible de asumir como posible - como una combinación de ideas, más que factores y quizás, allí radica la enorme trascendencia de su obra.

Que Asimov estuviera obsesionado con las particularidades del género humano, nadie lo duda. No obstante, lo que sorprende es que esa mirada profunda y analítica sobre la identidad del hombre y sus particularidades, no incluya un juicio de valor. Asimov, quizás es su conmovedora humanidad. Porque la interpretación sobre lo fantástico de Asimov, no se limita a una inteligente reflexión sobre las posibilidades que el futuro puede ofrecer - que también lo es - sino una meditada comprensión sobre lo que hace al hombre ser una criatura racional y más allá de eso, una excepción en medio de la naturaleza. Una y otra vez, Asimov se plantea la naturaleza humana como un misterio en si misma, un descubrimiento asombroso y lo que resulta aún más desconcertante, una fuente de maravilla. Quizás, ese sea la cualidad que hace de las novelas de Asimov renovadoras de un género que hasta entonces, asimiló la cualidad del hombre como criatura natural como parte de una serie de ideas más o menos sustentables, pero nunca lo suficientemente sólidas como para sostener la complejidad de un planteamiento único. Pero Asimov se atreve, construye y evoca a la fantasía como un reflejo no sólo de lo que el ser humano Es, sino como una idea que se elabora a través de sus matices y se asume como parte de lo que creemos esencial. Una interpretación fundancional y primitiva sobre lo que el hombre comprende como su propia humanidad.

En más de una ocasión, el escritor insistió en que el objetivo de la Ciencia Ficción no era intentar entender lo desconocido y mucho menos, replantear lo desconocido como una idea cercana a la imaginación, sino justamente asumir las límitaciones de la mente humana para comprender lo que le rodea. Muy probablemente esa singular percepción sobre la realidad, era parte de su punto de vista personal: Asimov era un libre pensador, un hombre profundamente curioso pero también, lleno de tics y manias, de pequeñas limitaciones temporales que nunca comprendió pero que de alguna le permitieron asumir la fragilidad del espíritu del hombre. La enorme audacia de su imaginación en su insistente intento por recrear lo que le rodea a medida de las ideas. Con frecuencia, Asimov insistió que la escritura y sobre la literatura, eran formas de aceptar el asombro que nos produce lo que no podemos explicar. "¿No hablará de miedo?" le preguntó una vez un periodista. Asimov sonrío, timido y un poco incómodo como le solía suceder en todas las entrevistas y sacudió su augusta cabeza canosa. "No, hablo sólo sobre el asombro. El miedo nace de lo que no podemos identificar y crear. Cuando sobrepasas ese límite, encuentras un espacio extraordinario para la creación".

Extraña sentencia para este creador nato, que sufría de tanto miedo a volar que sólo subió a un avión dos veces en su vida, o que se sentía mucho más cómodo en los espacios pequeños y claustrofóbicos. Tal vez, esa es la razón por las que todas sus novelas - y fue un prolífico escritor con más de quinientos títulos publicados - fueron ventanas abiertas hacia mundos desconocidos, hacia parajes extraordinarios que recreó con un inusual y preciso punto de vista. Novelas y cuentos que miraban a la humanidad como una gran posibilidad y también, como una posibilidad que se construía a partir de premisas de carácter científico, no siempre estrictamente futuristas, sino más bien, una idea creciente y poderosa de lo que deseamos ser, de esa aspiración del hombre por remotar sus propias fronteras, las fisicas y las mentales. Pionero de las narraciones robóticas, Asimov encontró una manera de contar el futuro pero también, de contar las esperanzas de la raza humana.


Probablemente, por ese motivo, "Fundación" sea su saga más conocida. Considerada por sus admiradores como una obra de obligada referencia en el género de Ciencia Ficción y por sus detractores como una obra confusa y desconcertante, es sin duda una de las miradas más profundas que escritor alguno ha logrado crear sobre el futuro distante y la evolución del pensamiento y lo que consideramos esencial en la identidad humana. Porque Asimov, con su estilo lento, gradual y sobre todo, meditado, no sólo miró a las estrellas como fuente de asombro - que lo hace - sino que además, creó todo un Universo de pensamientos y conclusiones cientificas y filosóficas que transformaron su visión sobre el Cosmos y nuestra relación con lo infinito por completo nueva. Una reflexión no sólo sobre las posibilidades del futuro sino también, esa mirada esencial hacia lo construye y crea la cultura como reflejo del pensamiento inteligente. Asimov, que analizaba la humanidad desde un crisol amable y casi conmovedor, logró encontrar en "Fundación" no sólo la combinación justa entre la inocencia del devoto y audaz aventurero del pensamiento sino un maduro narrador que concibió el porvenir como un sueño a medio construir. Una noción sobre lo que tememos y anhelamos a mitad de camino entre lo deslumbrante y lo minimo, Una grieta entre lo que asumimos existirá y lo que soñamos podamos encontrar más allá de nosotros.

A "Fundación" se le suele asumir como una base de concepción para entender los orígenes de la ciencia Ficción. Podría serlo, pero más allá de eso, la Saga es una interpretación sobre lo que concebimos como conocimiento, más allá de los pequeños temores y confusiones de la posibilidad. Se ha dicho que los libros carecen de continuidad, que no tienen personajes que atrapen al lector. Que el hecho que se traten de historias independientes entre sí - pero unidas por un elemento común - hace que la novela tienda a mostrase distancia y fría para un lector ávido de encontrar sentido a todo lo que se muestra. No obstante, "Fundación" justamente maneja una serie de ideas muy bien construidas que sostienen esas aparentes fallas para crear algo más grande y profundo que el mero análisis de las ideas que intenta sugerir. Planteada desde el punto de vista de la filosofía platónica  - pero donde no es la filosofía sino la ciencia el sostén de la cultura - la novela se hace preguntas existencialistas que intenta resolver desde el punto de vista cientifico pero a la vez, insistiendo en esa necesidad de comprender que el hombre es el principal protagonista de todo tipo de expresiones y creaciones de carácter más o menos formal. La tecnología nunca supera la aspiración intelectual. Una y otra vez Asimov utiliza su estilo basado casi exclusivamente en dialogos, para dejar muy claro que la principal esperanza de ese futuro distante, no es la capacidad tecnológica - siempre apreciable, siempre en constante evolución - sino esa línea inconstante y casi siempre al borde de la ruptura como lo es la forma como el hombre comprende sus propias virtudes y capacidades. Asimov no se limita a la descripción de la tecnología posible, sino que va más allá: hacía el pensamiento necesario, la belleza de lo que se construye, se crea y se admite como real basado en la experiencia humana. Y es que quizás, lo más asombroso de la obra de Asimov sea esa necesidad suya de mirar al hombre con una enorme y conmovedora sencillez, de asumir el pensamiento humano como parte esencial de esa evolución deseable. A diferencia de otros tantos escritores de Ciencia Ficción, Asimov sueña con futuros radiantes pero también, con un tipo de conocimiento humano que erradique el miedo y que finalmente y como tantas veces insistió, consiga encontrar en el asombro el motor para construir esa promesa de futuro a la que el mundo aspira aún sin encontrar en realidad.

Un futuro lejano donde el hombre continúa siendo quizás la más extraña, valiosa y poderosa visión sobre la creación natural.

¿Quieres leer la Saga "Fundación" de Isaac Asimov en formato PDF? déjame tu dirección de correo electrónico en los comentarios y te la envío.

4 comentarios:

Joana dijo...

Hola, Agla, me encanta esta idea de un género cada mes. Por fa comparte conmigo la saga :D Gracias de nuevo.
j.zerpa5@gmail.com

Unknown dijo...

Gracias por adelantado! luissantana3000@gmail.com

Unknown dijo...

Me gusto tu análisis te dejo mi correo benavidez.jt@gmail.com gracias

Unknown dijo...

Hola gracias por compartir ... miguel.tatoli@gmail.com

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