Hace unos días, un buen amigo me etiquetó en una publicación en Facebook, en la cual un fotógrafo se quejaba sobre el hecho que desde su punto de vista, “no había referentes fotográficos venezolanos”. Añadía además, que de haberlos, no existía un sólo lugar donde buscar o incluso investigar con respecto al proceso histórico de la fotografía en el país. Palabras más, palabras menos, consideraba perdida la memoria visual de nuestro país en una serie de olvidos e inconsistencias, destinadas erosionar lo que es nuestro legado cultural fotográfico. Una idea que no sólo lamentable, sino preocupante. ¿Qué ocurre actualmente con nuestra identidad fotográfica?
Sí, nadie lo duda la memoria visual en Venezuela se encuentra dispersa, poco ordenada y fragmentada en cientos de trozos. Pero no está perdida ni mucho menos. En realidad, nuestra herencia cultural fotográfica es un compendio de relaciones culturales y sociales que merece una profunda investigación y dedicación. Además, necesita ser ordenada, reconstruida, elaborada para los nuevos medios y tendencias, pero en absoluto es esa idea brumosa y poco menos invisible que puede parecer. Se trata de un recorrido sustancioso y profundo por todo lo que la fotografía en nuestro país ha sido hasta ahora y que forma parte de la visión y estructura que sostiene a los fotógrafos que se están formando ahora mismo.
Por supuesto, resulta innegable que la fotografía en nuestro país no tiene la repercusión que podría necesitar para abarcar todos los espacios sociales que podría —debería— ocupar. Sin duda, se trata de una consecuencia directa del difícil momento que el país atraviesa, pero además de la misma idiosincrasia de nuestro país: existe muy poca difusión del material histórico disponible sobre fotógrafos venezolanos y el fenómeno se ha convertido quizás en uno de los más preocupantes elementos de erosión de la cultura fotográfica actual. Disponemos de escasísimos libros, exposiciones conmemorativas, individuales, una real preocupación oficial y cultural por la construcción de una visión fotográfica consecuente sobre nuestro país. No obstante, a pesar de eso, la comunidad fotográfica venezolana se ha esforzado por crear una estructura que intenta sostener y mantiene en la medida de sus posibilidades todo el lento, sustancioso e importante recorrido de la fotografía Venezuela para convertirse en un valioso documento histórico. Lo ha hecho, no sólo a través de iniciativas académicas, individuales y la mayoría de las veces autogestionables sino a través de una perspectiva muy concreta de asumir la responsabilidad de conservar nuestra identidad visual. ¿El resultado? una amplia variedad de recursos técnicos y de investigación académica que permiten al fotógrafo venezolano no sólo comprender la valiosa herencia fotográfica que hereda sino también, su trascendencia.
¿Y cuáles son los principales ejemplos de esa dedicación discreta pero sostenida para preservar la historia fotográfica venezolana? Sin duda, algunos de los siguientes:
* El trabajo sostenido, inteligente y metódico de Vilena Figueira:
Comunicadora Social de la Universidad Católica Andrés Bello con especializaciones en Fotografía y Tecnologías de la Información, Vilena se ha dado a la tarea de recopilar, ordenar y conservar los archivos fotográficos venezolanos con una enorme dedicación. Posee no sólo una ingente cantidad de material visual a disposición del artista, fotógrafo o simple curioso sino que además, como curadora de la Biblioteca Nacional de Venezuela, Vilena pone a la disposición del interesado un considerable archivo consultable sobre nuestra historia fotográfica y más allá de eso, sus implicaciones.
Los archivos de Prada Escuela de Fotografía mantenidos por Wilson Prada:
La escuela Prada de fotografía, ubicada en Maracay (estado Aragua), es una de las más antiguas del país y se especializa en una visión crítica y conceptual de la fotografía. Dirigida por el fotógrafo paisajista Wilson Prada, la institución se ha encargado durante los últimos años de la Investigación, catalogación de toda una serie de recursos visuales a disposición de sus alumnos y también de cualquier fotógrafo interesado en el tema. El profesor Prada además, es un consistente crítico fotográfico que está desarrollando áreas específicas de la educación fotográfica de nuestro país, que incluye recorrer nuestra geografía en busca de archivos fotográficos, así como también el análisis e interpretación visual desde un punto de vista artístico y conceptual.
El blog de Jorge Luis Santos García sobre el #FotoLibro venezolano
El fotógrafo se ha dedicado durante los últimos años a investigar sobre las publicaciones y proyectos editoriales fotográficos en Venezuela y el resultado de ese trayecto, es un completísimo blog que reúne y recopila la multiplicidad de visiones del #Fotolibro venezolano (puedes verlo aquí). Se trata de una colección de completas reseñas sobre todo lo que acontece en la recopilación bibliográfica venezolana, así como un recorrido a través de la Historia de la Fotografía en el país.
La Biblioteca Ricardo Armas de la La ONG (organización Nelson Garrido)
La biblioteca de una de las más reconocidas Escuelas fotográficas del país, ha sido pionera y ejemplo en la catalogación de recursos e investigación de medios fotográficos. Es por completo gratuita y se encuentra a disposición de cualquier estudiante e interesado en el ámbito fotográfico venezolano, lo que la hace un valiosísimo recurso de investigación fotográfica. Conservada y sostenida por Nelson Garrido y Gala Garrido, es una cuantiosa colección de todo el imaginario visual venezolano y también, un completo recorrido por nuestra historia visual.
Fundación Boulton de Venezuela:
Dirigida por la crítica fotográfica María Teresa Boulton, la Fundación no se dedica a la conservación histórica de nuestra memoria histórica a nivel general y también, organiza cursos fotográficos de enorme importancia académica a muy bajo costo. Tiene una enorme y pormenorizada biblioteca de recursos a la disposición de quien desee consultarlo.
Los recursos Visuales de Alexis Perez-Luna:
Como fotógrafo, el reconocido Alexis Perez-Luna (miembro del célebre grupo de fotógrafos “El grupo”) mantiene una interesante colección virtual Online (www.alexisperezluna.com) que está al alcance de cualquiera y contiene buena parte de su trabajo fotográfico. Además, Perez-Luna no sólo participa en constantes charlas e intercambios fotográficos, sino que es uno de los fotógrafos más entusiastas dentro de la escena fotográfica nacional.
Centro Nacional de la Fotografia CENAF:
No sólo se trata de un interesante esfuerzo gubernamental por utilizar fondos públicos para el acervo de la cultura fotográfica, sino una institución que a pesar de su vinculación oficial, ofrece ayuda y servicio a cualquier fotógrafo que lo solicite. De su editorial, se encuentra disponible los tres primeros números de la colección que contiene el trabajo del Célebre “El Grupo”, (Alexis Perez-Luna, Joaquin Cortez y Vladirmir Sersa) que pueden ser adquiridos por menos de veinte bolívares en su Sede o en las Librerías del Sur.
Biblioteca de La Escuela Foto Arte:
La Escuela de Fotografía FotoArte se encuentra Ubicada en Altamira (Caracas) y dispone de una amplia instalación para la investigación y la consulta académica. Biblioteca #EFA no sólo conserva una considerable cantidad de recursos visuales de todos los géneros sino también tiene una cuidada colección de Fotolibros venezolanos. De entrada gratuita, puede ser visitada previa cita dentro del horario normal de la Escuela.
Editorial la Cueva:
Se define así mismo como un proyecto de divulgación de la fotografía venezolana, lo que resume su labor de investigación y recopilación acerca del arte visual venezolano. Actualmente imprime y distribuye el primero de una colección de Fotolibros de bolsillo que comienzan con la publicación de la obra de fotógrafo Joaquín Cortés.
Libro “Maestros de la Fotografía en Venezuela”:
Editado por la empresa petrolera Total Oil, el libro resume en 391 páginas la obra de los ganadores del premio Nacional de fotografía de 1990 y hasta 2014. A la venta en todas las librerías del país, recopila el trabajo de renombrados fotógrafos de nuestro país y homenajea trascendencia cultural.
Cátedra Historia de la Fotografía en Venezuela de La Escuela Foto Arte:
Durante tres años, investigué en todas las anteriores fuentes el tránsito histórico de nuestra fotografía y el resultado fue una maravillosa experiencia donde junto a mis alumnos recorrí todo el bagaje cultural de nuestra historia fotográfica. En 20 horas académicas, intenté resumir no sólo a los principales hechos, referentes Concebido como una actividad de #BibliotecaEFA, actualmente podrá cursarse vía Online gracias a los esfuerzos de Mario Gonçalves Carballo, Coordinador académico de nuestra Escuela.
Incubadora Visual:
Proyecto destinado a la investigación y articulación de proyectos fotográficos. A disposición de cualquier fotógrafo, es también parte de toda la actividad fotográfica Nacional gracias a las charlas #HablemosSobre que se llevan a cabo cada tercer jueves de mes en Los Galpones.
Proyecto NODO:
Dirigido por las fotógrafas Diana Rangel Lampe y Maria Elena Bilbao Herrera, el proyecto tiene la intención de analizar la fotografía desde un punto de vista crítico y también, de todas las posibilidades que puede ofrecer como vehículo de expresión artística. Desarrolla las llamadas “jornadas críticas” en las cuales se debaten el trabajo de fotógrafos noveles y se analiza la consistencia de su propuesta. Se trata de una actividad gratuita y al alcance de cualquier fotógrafo interesado.
Detodounfoco:
Revista de fotógrafos para Fotógrafos que puede ser consultada vía web y que forma parte de toda una nueva visión de investigación y recopilación fotográfica.
Otros recursos a nivel Nacional:
Fototeca del Táchira, con más de 20 años dirigida por Gregorio Aparicio en San Cristóbal, la considerable colección fotográfica de la Escuela Julio Vengoechea dirigida y curada por Álvaro Silva y Mireya Ferrer. La Fototeca de Lara bajo la custodia de Carlos Delgado. La Fototeca de Mérida. El valioso e inmenso archivo de Leonardo Rojas Magallanes en Carabobo, el Archivo de la Fundación Garvia en Nueva Esparta. El Archivo de Guri con Manuel Carreño. Los archivos de investigación de Carmelo Raydan, Kari Luchiony y Hector Rattia. La colección privadas Esso Alvarez, Douglas Monroy e Ignacio Oberto.
De manera que sí, hay una enorme reserva cultural fotográfica en nuestro país. ¿Qué necesita esfuerzo y trabajo para su recopilación y estructura? No lo dudo, pero más allá de eso, debemos enorgullecernos no sólo de su calidad sino también de su vastedad. Una forma de comprender no sólo esa evolución sustanciosa de la fotografía venezolana sino sus repercusiones a futuro y sobre todo, su legado para las nuevas generaciones de artistas visuales del país.
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