Una vez, uno de mis profesores de fotografía me dijo que el principal error que cometen los fotógrafos a diario y que puede terminar destruyendo sus trabajo, no es técnico, sino el de creer que aprender le resta profesionalidad. Parecerá extraño, pero siendo una disciplina tan nueva — en comparación con el resto de las artes visuales — la idea de educarse como fotógrafo continúa siendo desconcertante para algunos. He escuchado comentarios del tipo “Fotografiar no es tan difícil solo debes estar en el lugar correcto y en el momento preciso, lo demás viene de la inspiración” o uno que incluyeron en una de las entradas de este, su blog de confianza, que demuestra el relativo menosprecio que se tiene por la educación fotográfica: “La fotografía no se aprende, es como respirar”. Cuando lees o escuchas cosas semejantes, comprendes que a nivel académico, la fotografía todavía tiene mucho que luchar contra un escollo mayor: El fotógrafo que insiste en pensar que la fotografía es solo un arte sensorial.
Y lo es sin duda alguna. Todo fotógrafo brinda a su trabajo una considerable carga emocional, incluso los más comerciales. No obstante, la Fotografía tiene una singularidad que hace que la ecuación de su aprendizaje no sea tan simple: la técnica mal empleada puede entorpecer el lenguaje visual. Porque aunque es común escuchar “el arte es imperfecto” también es evidente que una fotografía con problemas técnicos evidentes, tendrá que sostener la carga que la torpeza en la ejecución pueda afectar el lenguaje que se intenta transmitir. Todos lo hemos visto alguna vez: fotografías que parecen sugerir una idea, crecer en lenguaje…para después desplomarse por problemas técnicos que pareciera ser enormes en comparación con lo verdaderamente sustancial de una imagen. Y que ocurra un fenómeno semejante — siendo la fotografía un arte sensorial y casi siempre emocional — es poco menos que lamentable.
De manera que, decidí dar mis tres razones por las cuales todo fotógrafo debería comenzar desde lo básico para comprender su profesión como una combinación de su propio talento combinado con la correcta ejecución. Cinco ideas que he vivido en carne propia y me han convencido que una buena base, te permite un gran crecimiento no solo como profesional de la fotografía sino, como creador visual:
* Pulir los conocimientos autodidactas:
Sucede con frecuencia en Venezuela donde aún no existe una licenciatura académica concreta que pueda avalar la fotografía como profesión: la gran mayoría de las fotógrafos que conozco — incluyéndome — comenzaron siendo autodidactas. Por supuesto que, con el acceso a internet, actualmente la investigación y la comprensión de la técnica fotográfica tiene múltiples fuentes para consulta, pero nunca será tan eficiente como pulir con un método de trabajo que te permita comprender desde lo aparentemente sencillo hasta lo complejo. ¿Conoces el funcionamiento de tu cámara aplicado al arte? ¿La manera como las diversas opciones técnicas pueden permitirte crecer como creador visual? ¿Comprendes todas las ventajas que te brinda el equipo que utilizas? ¿Puedes utilizarlas en beneficio de tu lenguaje visual? ¿Es tu equipo y — la técnica que permite su correcta utilización — un obstáculo para tu desempeño como fotógrafo? Si te ha preocupado cualquiera de estas preguntas en algún momento, llegó el momento de tomar tu educación fotográfica en serio.
* De la técnica al lenguaje: Pequeños detalles que hacen la diferencia.
Lo contrario a lo anterior: En ocasiones una fotografía es espléndida a nivel técnico…pero con graves y evidentes problemas en el planteamiento de fondo que pueden entorpecer el lenguaje visual. Es lamentable, que fotógrafos con años de experiencia, comentan errores compositivos, de construcción visual y planteamiento del lenguaje visual que pueda dañar de manera significativa el mensaje a transmitirse. De manera que, nunca está demás, aprender desde la base todo lo que engloba la construcción de una imagen. ¿Conoces las reglas de composición? ¿Sabes cuantos tipos de composición existen? ¿Cuánto influye el uso de la luz o no en el momento de expresar una idea visual? ¿Que tipo de errores compositivos pueden afectar una imagen? De nuevo, si estas preguntas te han preocupado alguna vez, llegó la hora de responderlas con seriedad.
* Pregunta. Y mucho. ¿Y la Crítica? También es importante.
Siempre insistiré, la mejor manera de aprender es preguntando. Pero debido justamente al hecho que la educación fotográfica es aún un fenómeno poco frecuente en nuestro país, pocos son los fotógrafos que tienen la oportunidad de disfrutar de la dinámica de preguntar sobre lo que les interese. Un tutorial vía internet puede resultar comprensible, pero nunca podrá sustituir esa gran experiencia de preguntas y cuestionar lo que sabemos, lo que estamos aprendiendo y lo que queremos aprender.
¿Y sobre la crítica? La gran mayoría de los fotógrafos autodidactas nunca reciben crítica saludable. Desde los comentarios bien intencionados de las redes sociales dedicadas a la imagen hasta las opiniones destructivas, pocas veces el fotógrafo nacional puede disfrutar de recibir una retroalimentación certera de su trabajo. Si la necesitas, si has sentido que tu trabajo mejoraría con opiniones constructivas, llegó la hora que busques un buen grupo de aprendizaje que te permita obtenerlas.
Probablemente te parezca una lista de razones sencillas, pero en lo particular, viví las tres situaciones y aprender, mejorar en algo que amo tanto como la fotografía, cambió mi manera de ver el mundo de la imagen para siempre. ¿Estás pensando seriamente en comenzar a educarte y llegar a un nuevo nivel en tu educación fotográfica? Entonces hazlo, te aseguro que la experiencia valdrá la pena.
0 comentarios:
Publicar un comentario