Había una vez una película maravillosa llamada Donnie Darko. Había también una ex-niña (eterna post-adolescente) que creía en la posibilidad de una mitología contemporánea.Una cinéfila empedernida que pasaba sus largas noches de insomnio sintonizando al viejo Cinemax de cine independiente. Una coleccionista de imagenes extravagantes, que guardaba para paladearlas después, a la manera obsesiva de los que atesoran pequeños tesoros.
El caso es que, Cuando era más pequeña - y más impresionable, creo - me obsesioné con una pelicula maravillosa llamada Donnie Darko. Si, sí, suena a "Érase una vez", pero creo que aqui encaja bastante bien la frase. Después de todo por entonces también había Había también una ex-niña (eterna post-adolescente) que creía en la posibilidad de una mitología contemporánea,y que aun no le había desengañado el mal gusto filmico.
La cuestión que es que esta niña que fui, estaba muy obsesionada con Donnie Darko y, tras un par de días enferma con delirio febril incluído "soy un esciápodo, soy un esciápodo", decidió ver la secuela - terrible pensamiento - en la habitación preferida de la casa. Y he de decir, que fue un riesgo calculado: la pelicula no pasó por las salas de cine y fue al purgatorio vergonzoso de directo-al-Dvd. Con todo, creí que debía verla. Y lo hice, y claro está - no podría ser de otra manera, me arrepentí.
¿Qué es S. Darko? además de una secuela por completo ineccesaria, sin sentido, carente de calidad, una burla de la pelicula que por años consideré un Icono de la imaginación. LO innecesario, lo superfluo, el aburrimiento supremo. Porque esta segunda parte de una pelicula genial, comete el peor de los pecados posibles contra su predecesora: carece de esa cualidad perturbadora, magnifica, elocuente y enloquecida que todos recordamos de la original. En su lugar, la trama avanza sin sentido, una abstracción que trata de pasar por cinismo sin llegar a otra cosa que una simplicidad insultante. Porque aqui la enajenación se confunde con absurdo común y la locura, con simple exageración sin forma.
Pero las buenas intenciones no sólo producen mala literatura; también pueden producir malas películas y S. Darko es una de ellas. Porque Donnie Darko merecía algo más que una narración que carece de cualquier intensidad. Si como yo, alguno de mis amables lectores disfruto de la primera, esta segunda parte, forzada y sin sentido, el debe saber a poco, a travesura bien intencionada pero sin efecto. Tonteria pura, entre las cenizas de lo que fue una locura magnifica, radiante. Porque esa adolescente que fui, se reconoció en ese entramado de obsesiones, locuras, rarezas, tensión que Donnie Darko retrato maravillosamente. Ah, pero que simple es tomar algo que no entiendes y rebajarlo a algo comprensible, o estirar la formula hasta que sea algo más que se bautice por mero capricho con el mismo nombre, pero sin relación alguna con una idea tan dura como extravagante, tan cautivante como terrible. El monstruo en nosotros.
Pero hete aquí que no estamos en el 88 sino en el 95. Samantha (sí, la niña encantadora que lleva el peluche del unicornio en el avión del que cae el motor que mata a su hermano) diez y diecisiete. Disque la actriz es la misma y, bueno, prefiero pensar que sí. Lo será. No tienen por qué mentir. O quizá yo quiera creer la posibilidad para que la pelicula tenga algo de sentido. Es hippie y se ha ido de casa (siete años después) porque no soporta más las consecuencias de la muerte de su hermano. Lógico. Y allí empiezan los problemas. Lo logico, lo coherente. Lo idealmente constructivo. Tiene una amiga más hippie que ella y es ella misma tremendamente azulada y maquillada quien se presenta cual conejo Frank ante el loco del pueblo. Ah, no lo he aclarado: ahora el personaje principal es femenino porque...al parecer cumple el requisito de ser "comercialmente bella" y hablo de esa belleza que al parecer es necesaria para Hollywood para ultimamente filmar una film. O sea, no es que Jake Gyllenhaal no me parezca (en esta película) infinitamente más interesante, pero como que luce menos. Porque además, el sufrido espectador, debe soportar la nueva variable. No es cómo le fue a la chica tras la muerte de Donnie, no. Eso realmente no importa. Es una excusa para crear una trama adulcorada de sufrimiento, para reaprovechar el disfraz de conejo (claro que hay conejo: ¿alguien lo dudaba?) y para demostrar que a veces es mejor que de lo bueno poco. O simplemente respetar ideas que de originales crean un significado propio.
También hay supuestos guiños a la primera que hacen notar más que no, que no había que hacerla. Las nubes las cosas que van a cámara rápida hacia delante o hacia atrás y... que el único que es realmente malo escapa. Bueno, en S. Darko escapaba igual porque el pobre del zumbao del pueblo (el único que puede salvar el mundo muriendo él y que tiene, repito, parecido con Donnie), por lo de que quedó tocado tras la operación Tormenta del Desierto, termina en la cárcel.
Lo peor - y parece que la escala de como puede empeorar una pelicula obtiene nuevos estratos en esta - es que hay referencias a la primera, lo que hace que cada vez el sufrido espectador esté más convencido que nunca que jamás se debió filmar. Eso de la autoreferencia nunca ha sido especialmente bueno y peor aun, si son los simbolos se encajan sin mayor gusto o significado en una pelicula que desmerece a la original, que simplemente parece repetir lo que ya conocíamos...para empeorarlo, claro está. ¿Había hablado de la banda sonora? ¿Para qué? No merece la pena. La de Donnie Darko la tengo sonando ahora mismo para hundirme más todavía en la miseria.
Y, para terminar, lo más terrible: dejaron el campo abierto para una tercera. ¿Con personajes sin relación con el conflicto principal? Seguramente. Mientras haya un disfraz de conejo disponible, supongo que habrá la posibilidad.
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