La muerte siempre ha sido motivo de celebración. Por extraño que parezca, la idea de la muerte - como hecho natural, como escenario de lo misterioso - siempre ha sucitado curiosas ideas sobre la forma de crear un concepto plausible sobre que ocurre con el pensamiento humano luego de muerte fisica. También, es notorio los parecidos de este tipo de eventos: los elementos se repiten de país en país, una especie de remanente cultural muy semejante.
Un ejemplo de ello es la celebración que se realiza En numerosas provincias del sur de Inglaterra, durante los días 4 y 5 de noviembre, llamada “La Noche del Cascanueces” o “La Noche de las Manzanas Tronantes”. Es una costumbre que data de casi mil años atrás y que tiene por motivo celebrar la memoria de quienes han muerto durante el año que acaba. Antiguamente, la gente se sentaba alrededor del fuego y contaba historias comiendo manzanas y nueces. Es de alguna manera semejante a la celebración latinoamericana de los El Día de los Fieles Difuntos, aunque con elementos idiosincráticos propios. En la actualidad, se suelen obsequiar pastas llamadas “panes del alma” a cambio de la promesa de decir oraciones por los fallecidos.
Origen y forma de una antigua Visión:
La Noche del Cascanueces parece provenir de una serie de innumerable costumbres rurales que se amalgamaron para dar forma a una celebración sincrética e insólita. Muchas culturas antiguas celebraban el Año Nuevo en la época de cosecha.
Podemos rastrear la génesis de la creencia a tiempos tan remotodos como durante las invasiones Romanas a la Galia. Como es sabido, Los celtas tomaron muchas de sus costumbres de año nuevo de los romanos, quienes invadieron las Islas Británicas en el 43 d.C.. Para el 1200, los gobernantes ingleses habían revivido la costumbre romana de pedir a sus súbditos regalos de año nuevo. Los regalos más comunes incluían joyería y oro. Así fue como la reina Elizabeth I adquirió una gran colección de guantes ricamente bordados y enjoyados, a través de esta costumbre.
Los maridos ingleses daban a sus esposas dinero en este día para comprar prendedores y otros artículos. Y aunque esta costumbre desapareció en 1800, el término “pin money” todavía se refiere a gastar dinero en pequeñas cantidades.
Muchos colonizadores norteamericanos en Nueva Inglaterra celebraban el año nuevo disparando al aire y gritando. También visitaban tabernas y casas pidiendo tragos, mientras que otros iban a los servicios religiosos. Algunas personas mantenían abierta la puerta de la casa, recibiendo a todos los visitantes y alimentándolos generosamente.
Posteriormente, la costumbre de celebrar la muerte o su misterio, dejó de ser una idea netamente pagana: se incluyo el uso de la Biblia para predecir que pasaría el año siguiente. La gente escogía un pasaje de la Biblia al azar y entonces lo aplicaban a los meses venideros.
Las “jack-o’-lanterns” son las calabazas que todos conocemos a las que se les dibujan ojos y boca. Muchas de estas contienen una vela o algún otro tipo de luz. La gente en Inglaterra e Irlanda tallaba betabeles, papas y nabos para usarlas como faroles en Halloween o en el día del cascanueces. Después de que esta costumbre llegó a Norteamérica, se comenzaron a utilizar calabazas.
De acuerdo con una leyenda irlandesa, las “jack-o’-lanterns” son llamadas así por un hombre llamado Jack, quien no podía entrar al cielo porque era avaro. Tampoco podía entrar al infierno porque le había tomado el pelo al diablo. Así que como resultado, tiene que caminar en la tierra con su farol hasta el Día del Juicio Final.
También se empezaron a utilizar algunos métodos de adivinación en Europa cientos de años antes y fue así como llegaron a ser parte importante de la Celebración de la Noche del Cascanueces. Por ejemplo, objetos tales como una moneda, un anillo y un dedal se cocinaban dentro de un pastel o alguna otra comida. Se creía que la persona que encontraba la moneda en el pastel tendría riqueza. El que encontrara el anillo se casaría pronto, pero la persona que encontraba el dedal nunca lo haría.
Hoy día la Tradición del día del Cascanueces se confunde con la de Halloween y muchas veces, una se nutra de la otra. Un sincretismo cultural que da sentido a una viejo pensamiento humano, amparado bajo el temor y la curiosidad: la forma de conmemorar ese extraño sentimiento de pérdida que sin duda es parte del concepto cultural más amplio que adjudicamos a la muerte fisica.
Origen y forma de una antigua Visión:
La Noche del Cascanueces parece provenir de una serie de innumerable costumbres rurales que se amalgamaron para dar forma a una celebración sincrética e insólita. Muchas culturas antiguas celebraban el Año Nuevo en la época de cosecha.
Podemos rastrear la génesis de la creencia a tiempos tan remotodos como durante las invasiones Romanas a la Galia. Como es sabido, Los celtas tomaron muchas de sus costumbres de año nuevo de los romanos, quienes invadieron las Islas Británicas en el 43 d.C.. Para el 1200, los gobernantes ingleses habían revivido la costumbre romana de pedir a sus súbditos regalos de año nuevo. Los regalos más comunes incluían joyería y oro. Así fue como la reina Elizabeth I adquirió una gran colección de guantes ricamente bordados y enjoyados, a través de esta costumbre.
Los maridos ingleses daban a sus esposas dinero en este día para comprar prendedores y otros artículos. Y aunque esta costumbre desapareció en 1800, el término “pin money” todavía se refiere a gastar dinero en pequeñas cantidades.
Muchos colonizadores norteamericanos en Nueva Inglaterra celebraban el año nuevo disparando al aire y gritando. También visitaban tabernas y casas pidiendo tragos, mientras que otros iban a los servicios religiosos. Algunas personas mantenían abierta la puerta de la casa, recibiendo a todos los visitantes y alimentándolos generosamente.
Posteriormente, la costumbre de celebrar la muerte o su misterio, dejó de ser una idea netamente pagana: se incluyo el uso de la Biblia para predecir que pasaría el año siguiente. La gente escogía un pasaje de la Biblia al azar y entonces lo aplicaban a los meses venideros.
Las “jack-o’-lanterns” son las calabazas que todos conocemos a las que se les dibujan ojos y boca. Muchas de estas contienen una vela o algún otro tipo de luz. La gente en Inglaterra e Irlanda tallaba betabeles, papas y nabos para usarlas como faroles en Halloween o en el día del cascanueces. Después de que esta costumbre llegó a Norteamérica, se comenzaron a utilizar calabazas.
De acuerdo con una leyenda irlandesa, las “jack-o’-lanterns” son llamadas así por un hombre llamado Jack, quien no podía entrar al cielo porque era avaro. Tampoco podía entrar al infierno porque le había tomado el pelo al diablo. Así que como resultado, tiene que caminar en la tierra con su farol hasta el Día del Juicio Final.
También se empezaron a utilizar algunos métodos de adivinación en Europa cientos de años antes y fue así como llegaron a ser parte importante de la Celebración de la Noche del Cascanueces. Por ejemplo, objetos tales como una moneda, un anillo y un dedal se cocinaban dentro de un pastel o alguna otra comida. Se creía que la persona que encontraba la moneda en el pastel tendría riqueza. El que encontrara el anillo se casaría pronto, pero la persona que encontraba el dedal nunca lo haría.
Hoy día la Tradición del día del Cascanueces se confunde con la de Halloween y muchas veces, una se nutra de la otra. Un sincretismo cultural que da sentido a una viejo pensamiento humano, amparado bajo el temor y la curiosidad: la forma de conmemorar ese extraño sentimiento de pérdida que sin duda es parte del concepto cultural más amplio que adjudicamos a la muerte fisica.
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