viernes, 2 de septiembre de 2011
Caracas, Te quiero mucho.
Quién haya leído algunas de mis entradas en este, su blog de confianza, o sea uno de mis seguidores en la red social Twitter, sabrá que tengo una relación de amor / odio con mi ciudad natal, Caracas. Porque a pesar que me siento profundamente unida a esa identidad cultural que representa, también debo decir que durante los últimos años, Mi Caracas de la infancia, de los primeros años de adolescencia, ecléctica, extravagante, vital, hermosa, se convirtió - o eso temí la mayoría de las veces - en un monstruo caótico, agresivo y duro. Un hidra de mil cabezas que poco a poco, perdió en mi mente ese lustre de belleza, esa ternura de la idealización, ese poder de evocación.
Pues bien, creo que hoy comenzó a recuperarlo. Y debo decir, que durante las últimas semanas, a pesar de todo - sí, a pesar de la inseguridad, el tráfico automotor insoportable, el temor, la paranoia habitual , la angustia diaria que me provoca enfretarme cada día a su furia - he sentido que ese amor incondicional que he sentido por mi ciudad desde niña, comienza a reverdecer. ¿El motivo? tal vez que he descubierto que Caracas no es solo sus calles intransitables, el temor al hampa, la Sofocante sensación de desconcierto que nos embarga a todos a diario, sino esa esencia de cada uno de nosotros, la sonrisa al Ávila, los cielos azules interminables, la bendición de reconocer cada sonido, cada momento cotidiano como parte de un recuerdo profundamente personal. Porque Caracas es mi Casa, porque yo soy Caraqueña y ese diminuto gentilicio es parte de mí de una manera como pocas cosas lo son.
Y hoy, fotografiando sus monumentos, escuchando su historia, sentandome un momento a solas a mirar su belleza tan extraña como árida, pensé en mi ciudad, no como mi miedo y mi propia confusión., sino como el poder de creer y confiar en esa sensación de encontrarme vinculada al tiempo de mi mente, a mi identidad como mujer y habitante de este pequeño lugar que llamo con mucho cariño, hogar.
Caracas, Te quiero mucho.
Y cuando me gusta recordarlo :)
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