sábado, 15 de octubre de 2011
Dualidad Cósmica
Las primeras civilizaciones eran politeístas, lo que quiere decir que adoraban a muchos dioses. También reconocían la existencia de una gran cantidad de espiritus que tenian control sobre las fuerzas de la naturaleza. Angeles y demonios, hadas, gnomos, dríadas, náyades, sátiros, salamandras y céfiros, eran sólo algunos de los espiritus invocados por los antiguos magos. Todos estos seres etéreos eran agrupados en jerarquías, arreglados en orden descendente desde los más poderosos hasta los espiritus que se consideraban más cercanos a la tierra, y por tanto atados a su energía. A la cabeza de cada jerarquía espiritual estaba un ser supremo, que era la inteligencia superior detrás de la creación del universo, el hombre y los Dioses.
Desde tiempos primitivos, se le atribuía al creador una dualidad que trascendía las connotaciones sexuales. Así que, algunos de los primeros mitos mencionaban una Diosa Madre y su consorte, cuya unión originó el nacimiento de un hijo que representa el Universo creado. Expresado de otra manera, esto significaba que la Unión del principio masculino-positivo-creativo con el principio femenino negativo-pasivo sobre un nivel espiritual produjo la creación de la materia.
Vemos tal dualidad en el mito egipcio de Isis y Osiris, de cuya unión nació Horus, la personificación de Dios sobre la tierra en el cuerpo del faraón. El mito babilónico de Isthar y Tammuz, cuya unión dió como resultado la creación de la tierra, también muestra la dualidad cósmica. Los chinos creen en el principio del Yin y el Yang, también aspectos femeninos y masculinos de la fuerza creativa. El mito japonés de la creación, siguiendo la misma sexualidad intrínseca, menciona el matrimonio de los dos hermanos - Izanagi, el hombre que invita e Izanami, la mujer que invita- De su unión nacieron varias islas y divinidades. Los japoneses son más explicitos al contar sus mitos que algunas de las culturas primitivas, y las historias de los dioses son bastante eróticas. Los mitos hindúes son también muy sensuales, pero más sutiles que los japoneses; para ellosel Dios absoluto es Brahma. Pero Brahma, que representa algo finito, comparte la santa Trinidad con otras dos divinidades: Vishnu el creador y Shiva el destructor.Este espiritu, es emanación del mismo Vishnu, o sea que está a él durante toda la eternidad. Ella es Laskshmi, la Diosa de la abundancia y fertilidad; como esposa de Vishnu lo ayuda en todo su trabajo de creación. Incluso Brahma tiene un satki, la Diosa Manasakti, que constituye su poder de automanifestación.
Podría citar más ejemplos de esta dualidad cósmica en los mitos de la creación de muchas personas, pero lo anterior es suficiente para ilustrar esta peculiar caracteristica de la fuerza creativa.
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