Aunque sé que es una costumbre a la que se le menosprecia un poco en Venezuela por considerarsele transculturizada y ajena a nuestras costumbres, el día de Gracias es un buen momento - quizá excusa - para agradecer todo lo que hemos recibido durante este año que casi termina. Antes agradecí a cada una de las personas que brindaron sustancia y forma a mi experiencia en los meses anteriores. Este año, creo que sin embargo, tengo que agradecer son las circunstancias que me han permitido crecer no solo como persona, sino también, como profesional, mujer y sobre todo, el espíritu inquieto que intenta cuestionarse tanto como puede, en que me estoy convirtiendo año a año.
De manera, ¿Que agradecedería en este año 2011 que se ha convertido probablemente en uno de los más extraños, extravagantes, hermosos y dolorosos que he vivido?
1) Viajar con poco equipaje: Durante toda mi primera juventud, fui una mujer rencorosa, o al menos lo bastante obcecada como para no olvidar por las buenas lo que podría considerar un ultraje o grosería, a cualquier nivel. Este año, comprendí que estaba avanzado a través de mi historia cargando un pesadisimo equipaje de tristezas, pensamientos angustiosos, culpas ( propias y achacadas por doquier ) que simplemente me estaban asfixiando, dejándome agotada y lo que es peor, llena de un amargura que me estaba llevando controlar. De manera que en algún momento de este año, tuve que admitir que perder es bueno, ganar es fruto del esfuerzo, la culpa no existe, la responsabilidad si, y que cada acto y hecho de mi vida es consecuencia directa de mis decisiones. Poco a poco, he retomado control de ese núcleo eminentemente confuso de mi vida que estaba lleno de fragmentos de historias a medio escribir, dolores apenas recordados y palabras que no me atreví a decir, hasta encontrar un punto de cierto equilibrio, de una búsqueda de respuestas personales que poco o nada tiene que ver con la historia de mi vida que no vale la pena continuar recordando. En otras palabras: comencé a vivir en el presente, y llevando a mano solo lo que necesito para comprenderme a mi misma.
2) De niña a mujer: Los treinta son una frontera invisible, que aunque actualmente resultan mucho menos importante que en el pasado, continua siendo un momento de reflexión y revisión hacia el futuro. Mis treinta me encontraron con la necesidad de crear un nuevo momento personal el cual vivir, construir un lenguaje personal que todavía se encuentra en desarrollo y descubriendo cuanto poder existe en la simple decisión de comenzar a vivir de una manera mucho más sana y satisfactoria de como he venido haciéndolo durante la pasada década de mi vida. Soy una joven adulta independiente y que hasta ahora, ha vivido con toda esa expectativa de encontrar un camino propio. Y en los treinta, he comenzado a recorrerlo.
3) La #CarraBerlutti: Puede parecer fútil, pero haber hecho mi primera gran inversión económica, ha traído un importante cambio en mi vida. No solo me he hecho más responsable en la manera de plantearme mi relación con el dinero, sino que además soy más consciente del valor de mis decisiones al planear a futuro, construir planes que ameriten un compromiso concreto por un periodo de tiempo especifico. Además, por supuesto, tener un vehículo me ha permitido tener una nueva independencia que me ha hecho retomar el gusto por viejos placeres como ir al cine al menos dos veces a la semana y visitar por impulso lugares, paladear esa espontaneidad que durante mucho tiempo perdí en mi vida cotidiana. Y a pesar que el tráfico en Caracas resulta la mayoría de las veces enloquecedor y que #CarraBerlutti me ha traído uno que otro sobresalto, continua siendo una de no solo mis mejores inversiones, sino además, una de las experiencias más satisfactorias que he vivido en el año.
4) La llegada de Galileo: tengo una relación extremadamente emocional con mis cámaras y demás herramientas fotográficas. No me disculpo ni mucho menos justifico este vinculo sentimental con mucho de mi equipo: es así y durante este año comprendí que se debe en mayor medida, en que para mí la fotografía es un hecho personal, una evidencia personal y poderosa de lo que habita en mi mente y espíritu. De manera que comprar una nueva cámara, supuso para mí todo un evento intimo: no solo el hecho de ahorrar por meses - casi años - para lograr adquirirla, sino el hecho de sentir que comenzaría un nuevo proceso a nivel profesional y artístico en mi planteamiento fotográfico. Y aunque siempre insistiré en que la cámara no hace al fotógrafo - y es un hecho que compruebo cada día - el hecho de adquirir mi nueva cámara, abrió para mi una nuevo capitulo en mi historia personal. Me hice más consciente de todo lo que he aprendido en estos tres años dedicados exclusivamente a aprender sobre el arte de fotografiar, y además, sentí que marcaba el inicio de una nueva perspectiva, otra manera de plantearme mis propios cuestionamientos visuales. Y así ha sucedido: hasta ahora, me siento mucho más segura en el planteamiento de la imagen que he construido y sobre todo, estoy construyendo viejos paradigmas personales, explorando ideas por completos nuevas en mi lenguaje visual. Un renacimiento personal.
5) Escribir a toda hora y a todo momento: Durante este año, escuché una de las frases más desalentadoras que cualquier escritor o hijo del arte pueda recibir: "Si no eres una luminaria a los 30 años, mejor abandona lo que quieres hacer y trata de vivir tu vida con lo que tienes". Lo peor del tema, es que durante unos meses lo creí y llevada por esa sensación de "Dejar de soñar con tonterías" dejé de escribir y me limité simplemente a intentar vivir de una manera "adulta". No obstante, comprobé que esa energía misteriosa, extrañamente vital y sin nombre que muchas veces nos guía, tiene las respuestas a las preguntas que incluso no nos hemos hecho: un día cualquiera recibí un correo, donde un amable remitente me felicitaba por mi gran novela. Por un momento no entendí a que se refería hasta que recordé un incidente fortuito: hacia al menos cuatro años, había publicado una novela sencilla y sin grandes expectativas en la página Bubok.es. La experiencia no había cubierto mis expectativas por entonces y lo olvidé, en esa serie de trajines extravagantes del día a día. Y entonces, al regresar a la página, encontré que no solo mi novela era un pequeño éxito de ventas, sino que tenía de hecho lectores entusiastas de la historia que había plasmado en 100 páginas de puro furor y amor por la escritura. El resultado? Mi libro continua vendiéndose y tengo el ofrecimiento de una editorial Barcelonesa de nuevos escritores para publicar una primera edición de 500 ejemplares. Durante dias enteros, senti esa especie de asombro inocente de quien se siente bendecido y después comprendí, que las pasiones, las reales, las poderosas, las que te queman y te dejan sin voz, forman parte de tu historia y siempre lo serán, no importa tu edad. De manera que la niña de treinta años que soy, renacida, fortalecida y llena de esperanza, volvió a escribir cada día, cada hora, cada momento, soñando con el poder de la palabra y la belleza de ese mundo que crea la imaginación.
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6) Un pequeño gran éxito: Como los lectores de este, su blog de confianza saben, soy una insomne veterana. Por años, mis vigilias son parte de lo cotidiano. Asi que he tenido que encontrar formas de consolar el subsecuente aburrimiento que pueden producir las largas horas despierta: como diseñar y maquetar un libro de fotografía en la página blubr. com. Lo hice una noche cualquiera, simplemente por el gusto de hacerlo y sin ninguna expectativa especifica. Por ese motivo me sorprendió que la misma noche en que terminé de componerlo, se vendieron cinco copias. Supuse que era fortuna de principiante y aunque me hizo reir la anécdota, no le presté demasiada atención.
Hoy, mi libro "Mujeres de la Literatura" se ha vendido 810 veces, y recibí una interesante propuesta de una editorial local para ser impreso y vendido en librerías Venezolanas. La experiencia ha sido extraordinaria, a todo nivel y he aprendido el valor de confiar y creer en el trabajo personal como fuente inagotable de belleza y poder espiritual. Crecí, me hice mucho más consciente del poder de mi visión como fotógrafa y de alguna manera, he comenzando a entender que lo que comenzó siendo una parte privada de mi vida, es ahora la manera como mejor expreso mis ideas y mi mundo interior: en una imagen profundamente personal.
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7) Sobrevivir a la ruptura de sociedad comercial: Lo suelo repetir con frecuencia: no tengo experiencia en el mundo de los negocios. También suelo decir que soy peligrosamente confiada y lo que en mi país se llama "pendeja". Una combinación preocupante a la hora de exponerte al complicado mundo de las sociedades de trabajo y peor aun, si hay una considerable suma de dinero de por medio. Este año, y sobre todo basada en ese pensamiento un poco deprimente de "dejar de vivir soñando", decidí que tal vez era el momento de abandonar mi estilo de vida y comenzar a trabajar de una manera más "adulta", cualquiera sea la idea que eso englobe. Demás está decir que el experimento resultó no solo fallido, sino desastroso: la rutina de la oficina me enloqueció y las relaciones entre socios me resultaron incomprensibles, insoportables y sobre todo, decepcionantes. Pero de alguna manera, logré salir medianamente ilesa de la situación: perdí dinero, me llevé algunas rabietas, pero en lo particular, la experiencia me hizo madurar y ser mucho más consciente que todas tus decisiones, forman parte del resultado final de cualquier vivencia. Y entender eso, comprenderlo, asumirlo y dar nuevos pasos en base a esa idea, es invalorable.
8) El cuarto Oscuro: Lo he comentado varias veces, en este, su blog de confianza: la experiencia de aprender a revelar y copiar a la manera tradicional cambió radicamente mi visión de la fotografía. No solo a nivel conceptual, sino practico, la fotografía de film me hizo crecer como creadora visual, no solo porque me ha permitido ampliar mis horizontes, sino que me hizo perfectamente consciente de todo lo que significa cada decisión artistica que tomo al crear un concepto visual. ¿Lo mejor de toda la experiencia en conjunto? mi recién inaugurado Cuarto Oscuro, en el cual pienso desarrollar lo que serán mis próximos proyectos fotográficos.
9) Aprender a cocinar: Lo admito sin tapujos, no tengo la menor habilidad en las artes culinarias. Ya sea por falta de experiencia, interés, facilidad, nunca he tenido gran interés por cocinar. Pero con el correr del tiempo, comprendí que me estaba refugiando en la excusa solo por el hecho que la cocina me resultaba cuando menos hostil: nunca había logrado preparar un platillo completo o al menos comestible. De manera que un día, y sobre todo por el hecho que volví a trabajar en casa como freelance luego de mi fallido intento de horario de oficina, intenté comenzar a cocinar y probar que tanto podia hacer partiendo desde lo básico.
¿El Resultado? una agradable sorpresa: no solo he mejorado sustancialmente en la cocina, sino que además, he decir que he aprendido a valorar la importancia, el valor y la belleza del arte de cocinar. No solo he descubierto que es una forma de arte tan válida como las que tanto amo, sino que además, me ha permitido sorprenderme a mi misma, una idea de inestimable valor en esos dias donde te sientes un poco cansada de toda circunstancia personal.
10) Soy bruja: Y gritarlo a los cuatro vientos. Dejar de temer la opinión ajena sobre mis creencias religiosas ha sido probablemente el gran paso que he dedo este año a nivel espiritual y personal. Durante mucho tiempo, mi forma de ver la religión fue un secreto privado que intenté soslayar llevando un blog ( un poco anterior al Aglaworld ) donde recopilé creencias, rituales y experiencias en base a lo que para mi es una forma de vida: La Religión de la Diosa. El experimento me resultó medianamente satisfactorio: en el momento en que lo llevé a cabo, había un auge de creencias semi paganas que de alguna manera, restaron seriedad y respetabilidad a lo que intenté expresar. De manera que lo cerré, con la sensación agridulce que pudo ser una circunstancia nueva y que resultó siendo una forma incierta de hablar sobre mi forma de fe. Pero durante este año, comprendí que la idea del blog fue blanda y no tuvo mayor coherencia porque nunca me incluí a mi misma como parte de la experiencia. La interminable recopilación ( que al momento en que lo cerré tenía un poco más de 2000 entradas ) carecía de la belleza de lo cotidiano, de ese día a día de entender y crecer dentro de mis propia capacidad para la esperanza. Así que este año, asumi que el cambio debía provenir de mi misma. Lo primero? culminé junto a la bella Carmen Moreno, mi proyecto "Mecanica Celestes", una serie de fotografias que recoge todo el imaginario del Tarot como lo aprendí de mi abuela. Fue la primera vez que comprendí el poder de incluir dentro de mi lenguaje habitual lo que es mis propia manera de comprender la fe. Un poco después, comencé a invitar a amigos y conocidos a mis rituales, a hablar con total libertad de lo que hago. Y finalmente, el 31 de octubre de este año, abri otro nuevo capitulo en mi mente al publicar en este blog mi carta: "Hija de la Diosa" donde expuse de la mejor manera que pude, todo lo que deseo, aspiro, soy y creo a través de mi estructura de creencias. Porque eso es lo que soy al final de cuentas: Una hija de la Diosa, una bruja moderna que lleva en su Smartphone la cuenta de los Ciclos de la Luna y está firmemente convencida del poder de la fe personal.
Releo esta lista y no deja de sorprenderme su simplicidad. No obstante, para mi, cada paso me ha permitido no solo crecer, como ya dije, sino acercarme más a esa imagen de mi misma que creo dia a dia, que construyo entre errores y aprendizajes, entre el crecimiento personal y la sencilla idea de vivir a plenitud. Un momento a la vez, diría por allí, fruto de la fe.
C'la vie.
3 comentarios:
Te leo desde hace año y medio más o menos, siempre me ha llamado la atención la forma tan apasionada que cuentas tu vida y sobre lo que conoces, sabes que te admiro Aglaia porque eres autentica se nota, como tú dices en este post has crecido y perdido el miedo algunas cosas eso se llama Crecer y el notar los cambios es lo más importante. Bendiciones hechicera, será un placer conocerte :). Nay
Un besote mi bellisima, muchisimas gracias por brindarme tu amistad, eres una de las tantas cosas que tengo que agradecer este año :)Gracias también por leer y comentar!
Un besote!!
Hoy estaba yo debajo de mis sabanas llorando un poquito, cuando me pregunté exactamente qué cosas debería yo recordar de este año y no encontré nada valioso de lo que pudiera sacar un pedacito para aprender.
Ahora que expones tus puntos, puedo prácticamente recordar lo que he hecho con mi vida. Así que gracias por escribir tan sinceramente, a veces se me olvida lo que soy; además, nací hace 27años y estoy en la perturbante crisis de los 30.
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