Para muchos, Navidad es sinónimo de obsequios. Un deseo loable, sin duda. Pero, no obstante, creo obsequiar no debería ser un acto cualquiera, sino un arte delicado: no se trata solo de comprar un objeto, envolverlo en papel vistoso y ponérselo en las manos al afortunado, sino de elogiar a quién sea que quieras homenajear con un objeto que evidentemente le agradará. Lamentablemente, he comprobado que esta idea es de las menos populares a la hora de regalar, lo que ocasiona más de una situación incomoda - cuando no francamente desagradable -. De manera que, conversando con mi amiga Aleibe, decidí hacer una pequeña lista de las cosas que no se deberían regalar o al menos, deberíamos pensárnoslos bien antes de hacerlo. Por supuesto, se trata de una lista totalmente personal y que podría resumirse en "las cosas que me aterraría recibir" por lo que no es exacta y mucho menos Universal.
¿Cuales serían esas cosas?
* Libros:
Conocer el gusto lector de alguien más siempre es complicado y a menos que el homenajeado sea alguien a quien conoces muy bien, es bastante probable que no le atines: es difícil deducir solo por observación cuales son las preferencias literarias de alguien más. También puede ocurrir que aunque el libro le agrade, sea su estilo...Ya lo haya leído! en dado caso no será desagradable, pero si un poco incomodo para quién lo recibe, tener que explicártelo - u ocultarlo, si tiene el tacto suficiente -. De manera qué, si vas a obsequiar un libro, asegúrate que quién lo recibirá le gustará o al menos, disfrutará de un buen rato leyendolo: pregunta directamente o quizá, algo tan simple, como hacerte acompañar por el homenajeado al momento de comprar un libro.
Caso de la vida real:
Hace unos diez o doce años, era fanática de la escritora de Terror gótico Americano Anne Rice, pero como suele suceder, pasado el tiempo, perdí interés en su estilo. No obstante, continúan regalándome sus libros - que ya tengo -, o lo más nuevos - que no me interesan -. Por supuesto, los guardo todos y tengo un único anaquel en mi biblioteca lleno de libros de Anne Rice repetidos y los que dudo lea a menos que tenga una severa crisis de aburrimiento.
* Perfumes:
Sucede lo mismo que con los libros: es difícil conocer tanto a alguien como para atinar su gusto o preferencias. A menos que conozcas sin lugar a dudas cual es la marca de perfume de su preferencia o el tipo de perfume que le agrada, regalar un perfume implica que es bastante probable que: te equivoques y obligues a quien lo recibe a llevar en alguna ocasión un aroma que realmente no disfruta.
Caso de la vida real:
A una buena amiga, su hermano le obsequió un enorme botellón de un perfume carisimo...que detesta. Pero siendo que es una Fragancia costosa y además fue un gesto de reconciliación con su hermano más pequeño, ha tenido que usarlo en más de una ocasión, para incomodidad de quienes le rodeamos - es un perfume sumamente dulce y almibarado - y felicidad de su alergia nasal.
* Zapatos:
De hecho, podría mencionar cualquier cosa de uso personal, aunque zapatos me parece lo más escandaloso y sobre todo, surreal que alguien pueda regalarle a otro. A menos que sea algunos de tus padres, tu hijo o tu pareja, regalar un par de zapatos tiene todas las probabilidad de convertirse en un desastre a pequeña escala: No solo es bastante probable que no le atines a la talla - a menos que el homenajeado te acompañe a la zapateria a probarse su futuro regalo - sino además, al gusto o estilo que suele utilizar. Claro, que habrá aquel que sea sencillisimo adivinar cual es su tipo de zapato favorito - tengo un amigo que solo utiliza convers y otro más que unicamente zapatos de cuero trenzados - pero igualmente, es probable que el modelo que desee tener ya lo tenga! De manera que preguntate porque no lo ha adquirido el mismo: ¿No es su color favorito? ¿tiene un par muy parecido? ¿Es muy costoso? . Cualquiera sea la respuesta, tomala en cuenta para tomar la decisión si insistes obsequiar un par de zapatos en estas navidades.
Caso de la vida real:
A una de mis primas, mi madre le regaló unas bellas botas...cuatro tallas más grandes que la suya. Lo peor, es que siendo un obsequio, mi prima las ha llevado puesta en más de una ocasión para agradecer...con la consiguiente incomodidad y torpeza que implica calzar un zapato que no solo es de tu talla sino de tu gusto. Al final, las botas fueron regaladas al fondo del closet y supongo que continuarán allí, hasta que mi prima encuentre la manera de desahecerse de ellas educamente.
* Artículos de maquillaje y de tocador:
Aqui el terreno es incluso más resbaladizo que el caso del perfume: regalar un articulo de tocador - llamase crema, locion, maquillaje - implica no solo que conozcas al dedillo el gusto de quien lo recibe, sino además que no sea un desastre en lugar de un homenaje: El maquillaje y los articulos para la piel son un producto meramente intimo que cada quien escoge según sus particulares maneras y necesidades. De manera que regalar uno, implica no solo que sepas con exactitud que necesita el homenajeado sino que además: a) No lo tenga B) lo necesite c) No sea causa de alguna alergia subita o cualquier otra reacción desconocida. Asi que a la hora de regalar algo tan privado como un articulo para la piel o maquillaje preguntante si realmente tu obsequio agradará a quien lo recibe y no será la causa una serie de pequeños problemas incomodos.
Caso de la vida real:
Una amiga recibió un set completo de limpieza de una reconocida marcas de cuidado de la piel...que le provocó una inesperada y fuerte alergia en las mejillas que le llevó casi seis meses - y todo tipo de medicamentos - controlar. Al final, resultó que era alergia a uno de sus ingredientes activos y que quien le obsequió el equipo, no tenía idea que lo contenia - ni sabia que debia cuidar que no lo tuviera - . Un pequeño desastre sin sentido.
Como dije, se trata de una lista pequeña y sumamente personal. No obstante, creo que cada uno de nosotros tiene una en particular, de manera que pregunto al amable lector: ¿Que no deseas que te regalen?
0 comentarios:
Publicar un comentario