lunes, 19 de diciembre de 2011
A saltos y a lo loco: LomoMatrix en Caracas
La primera vez que escuché sobre Lomografía ( hará sus buenos seis años ya ) no tenía la más remota idea sobre que me hablaban. Sabía lo básico: que se trataba de una nueva tendencia visual, donde el film era el protagonista y que tenía una cierta espontaneidad impensable en el trabajo tradicional fotográfico. Un nuevo mundo, en suma. Y creo que precisamente por su novedad, me pareció tan lejano e inalcanzable en nuestro país, con su lentitud para asumir ideas artísticas y sobre todo, por ese cierto aislamiento que sufrimos a diversos factores fuera de nuestro control.
Comencé a investigar sobre Lomografía. Y resultó que no solo no se trataba de algo precisamente "nuevo" sino que además, era una reformulación de esa idea de la fotografía como documento diario, como búsqueda de una identidad, como una forma de expresión personal. Porque en Lomografía, hay mucho de ese ojo intimo, esa necesidad de contar historias, cámara en mano. Caminar por la calle de siempre, y encontrar que hay algo distinto que contar. Encontrar en quienes nos rodean un rostro nuevo. Y es que la lomografía es sin duda, un reflejo de esa nueva juventud de todas las edades que forma el nuevo siglo: esa intensidad necesidad de expresarse, esa continua busqueda de identidad e individualidad. Un poco de bella rebeldía.
Pero la Lomografia, seguía sin llegar a Venezuela o eso creía yo al menos. Y mientras yo miraba arrobada, con un poco de envidía, las cámaras, actividades y pequeños y grandes logros de las Comunidades internacionales, seguía añorando algun día tener un espacio en esta Venezuela un poco apática para lo artistico, un lugar para ese pequeño experimento de la realidad como lo es la Lomografia. Y lo deseaba no solo por mi propia inquietud, sino porque estaba convencida que este país joven, esta comunidad de artistas extravagantes y llenos de vida, podrían dar un nuevo impulso a una idea que precisamente reflejaba eso: una nueva forma de ver el mundo.
Y un dia, casi por casualidad, descubrí que la Lomografia de hecho, SI había llegado a Venezuela. Realmente no sé como llegué a la Galería Flickr de Peligroo ( Gabriela Aguilar ) que por aquel entonces llevaba el simpático nick de PotatoNose, pero cuando comencé a recorrerla, no pude menos que reir. Reir de alegría, de saber que la fotografía Lomografia, con toda su carga simbolica, inquieta, vital, hermosa, extravagante, ya estaba en nuestro pais, que formaba parte de un buen grupo de creadores visuales, que habian decidido que la fotografía era más que una simple recopilación de imágenes sino la creación de las ideas. Y es que probablemente, lo más valioso de la Lomografia sea eso: recordarnos que el lenguaje personal forma parte de un gran cantidad de símbolos y pequeñas metáforas personales, que nacen de pequeños momentos y se quedan para siempre.
Ha transcurrido un buen tiempo desde eso: desde entonces, no solo conocí a la comunidad Lomografica de mi país, sino que puedo decir orgullosamente que pertenezco a ella. Y de hecho, Nuestro mundo extraño no ha hecho más que crecer: cada día el número de entusiastas cámara en mano aumenta, se dictan talleres ( como el estupendo que lleva a cabo Escuela FotoArte impartido por Gaby Aguilar ) , se crean grupos de debate sobre técnicas, se llevan a cabo actividades cada vez más grandes y representativas. Pero por sobre todo, la comunidad Lomografica Venezolana posee ese impetu, esa variopinta capacidad de siempre sorprender.
Y llegó el LomoMatrix:
Ayer, se estrenó en Caracas, en los espacios de la Escuela FotoArte, el primer LomoMatrix, un evento tradicional en toda comunidad Lomografica que se precie, y se abrió la puerta de todos los eventos que vendrán, de todos los sueños por realizar, de todas las expectativas que nuestra comunidad Lomografica tiene que cumplir en el año que dentro de poco comienza y en todos los que le siguen. De manera que, la Lomografía llegó para quedarse en Venezuela, y sobre todo, para crear, junto a los jovenes de todas las edades de nuestro país, un momento visual único: esa capacidad del fotógrafo no solo para soñar en grande, sino para crear con pasión.
Por aquí te dejo, el vídeo del Primer LomoMatrix Caracas, disfrútalo y conoce a nuestra comunidad! Y quién sabe, si en el Próximo, tu también aparezcas en él!
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