sábado, 17 de diciembre de 2011

Sobreviviente





Lo que quiero escribir no tiene relación directa con lo que me ocurrió hoy - un asalto - sino específicamente, con un pensamiento. La única idea que pensé mientras un desconocido me apuntaba con un arma a la cara: Voy a morir.

Fue un pensamiento fugaz, instantáneo. Demoledor. Sentí un pánico infinito, duro, tan insoportable que me quedé sin respiración. Y fue un abismo: el tiempo dejó de correr y me quedé de pie, mirando el arma con los ojos muy abiertos y al hombre que la sostenía, que no le importaba quien era yo. No le importaban mis cientos - millones - de sueños sin cumplir, ni mis pequeñas alegrías o tristezas, mis tardes de Murakami, mis días de café, mis mañanas difíciles o mis noches de insomnio. Que tenía un arma en la mano y podía acabar en un instante con el futuro: con todas las fotografías que deseaba soñar,  los proyectos inconclusos y por comenzar, las palabras que no había escrito, las risas que me esperan, las tristezas seguramente. Los sobresaltos y las buenas noticias, cada pieza de mi pequeño mundo.

Pero no ocurrió. Cuando todo terminó - el tiempo en esa circunstancias pierde sentido, se hace eterno - permanecí de pie, sin moverme. Y después, como en un segundo abrupto sin resolución, me encontré caminando hacia mi casa, tambaleándome un poco, tan aturdida que apenas podía respirar. Llorando. Pero no sabría decir si de tristeza, angustia, furia o simple alivio. Lloraba, con las manos apretadas a los costados, las uñas clavadas en la palma de las manos. Y de súbito, sentí una sensación electrizante. Estaba viva. No importa lo que hubiese ocurrido, no importaba esa espantosa fractura en el devenir de mi cotidiano, estaba viva.

Y la idea me asaltó literalmente con furia. Quise gritar, a todo pulmón, en medio de la calle solitaria, donde los curiosos de palo que observaron mi asaltos se escondieron para no verse involucrados. Entre los árboles en los que crecí y las aceras que conozco de toda mi vida. Gritar de cólera, gritar de miedo, gritar de dolor, pero por sobre todas las cosas, gritar por encontrarme viva, para escucharme, para darle una palabra, un sonido a toda esa sensación radiante y dura de saber que estaba viva, que pudiera no haberlo estado, pero que lo estaba.

No puedo dejar de pensar en eso. En que estoy viva. No puedo dejar de pensar en todo lo que significó ese instante de incertidumbre si lo estaría en el minuto siguiente y que me hace sentir ese escalofriante pensamiento. Porque no es solo miedo - que existe - sino una enorme sensación de asombro. Estoy viva, y esa conciencia es tan poderosa que parafraseando al Inolvidable Steve Jobs, acabo de comprender que esa certidumbre es más fuerte y luminosa que el miedo, que la sensación de vulnerabilidad - que supongo no podré sacudirme tan fácil -, incluso la simple desazón de lo que ocurrió. Estoy viva y de pronto, el futuro vuelve a existir, es real, la posibilidad de llevar a cabo todos mis planes de nuevo es tan consistente como la idea que lo haré, que el mañana es tan inmenso como la infinita posibilidad de creer y confiar.

Lloro mientras escribo esto. Supongo que es inevitable. Pero también sonrío. También estoy conciente de lo afortunada que soy, y que el tiempo que queda por vivir - cual sea ese - tiene toda la pureza y la firmeza de saber, que pudo no haber existido.

C`la vie.

8 comentarios:

Caps dijo...

Ay! Estoy leyendo esto con una arrechera gigantesca desde la primera letra!

Siento profundamente que tú hayas pasado por esto porque se todo el tiempo que has invertido en confiar en esta ciudad para vivirla un poco más y porque eres demasiado altruista como para que te den cosas como estas! no es justo pues! Y por supuesto que aplaudo y doy gracias de que estés bien pero la arrechera me acompañará aquí mientras hago la maleta!

Cuídate mucho porfa...Te quiero!

Miss B dijo...

Amore, pero creo que incluso con esto, insistiré en vivir mi ciudad. Vivir, pues. Realmente creo que la alternativa - recluirme otra vez, mirar todo desde lejos - me duele muchísimo. De manera, que si, me asusté, me angustie, pero de verdad, quiero vivir.

Un besote gigantesco por preocuparte y de sobra sabes, que mucho de mi empeño en vivir es por tener amigos tu que me apoyan.

Te ADORO!

Guayoyo Charallave Videos dijo...

Amiga, es lamentable...pero es la cruda realidad que nos cobija.
Gracias a Dios estas bien, much@s no han corrido con suerte.
Sigue adelante sin mirar atras, la vida te sonrrie !!!
Un gran abrazo

Miss B dijo...

Gracias Cariño :) Y si, hay que estar agradecido de estar vivo de verdad :) Besotes! Gracias por leer y comentar!

iravall dijo...

Caramba amiga, lamento tanto que hayas pasado por eso, y si, podríamos decir que eres muy afortunada. Lo importante es que estas viva para continuar soñando. Un fuerte abrazo y cuídate TQM

Miss B dijo...

Gracias mi bellisima :( Un besoootote y gracias por preocuparte! <3! Tqm2

AI's Photography dijo...

Hola Aglia que bueno saber que estas bien, en ocasiones leo tu blog y también me encanta tu trabajo de auto retratos. Lamentable situación la que pasaste y gracias a dios que estas bien. Muchos me critiquen mi punto de vista pero yo le recomiendo al que vive en Venezuela y tenga la oportunidad, por muy pequeña que sea, la de salir del país, que la tome, y por lo menos hagan el intento. No es verdad que sea un paraíso afuera, casi siempre se pasa mas trabajo, pero solo el hecho de que no te pongan una pistola en la cabeza no tiene precio. Duelale a quien le duela, pero es así...yo voy de visita estas navidades y si tristemente sino fuera por mi familia ni de visita paso....la gente en otras partes del mundo no les entra en su cabeza la situación que vivimos los venezolanos a diario.

Alfirio dijo...

2 veces tuve una pistola en la boca, ese sabor como a "centavo con aceite 3 en 1" no se olvida.

Esas situaciones dejan un gran hito que en ocasiones se diluye cual promesa de año nuevo.

Celebra la vida y aprovecha de compartir un "Qué falta aún por leer" "Qué falta aún por ver" "Qué falta aún por escribir" y un "Qué falta aún por fotografiar"

Tanta bruja que eres para algo tenía que servir, ya eres eterna e inolvidable, pero ahora es que queda historia. Viva tu vida y la de todos los sobrevivientes.

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