lunes, 5 de marzo de 2012

De los sueños que se hacen realidad: de #ProyectoBiblioteca a Biblioteca FotoArte





Amo los libros desde muy niña. Cualquiera que me conoce lo sabe, por supuesto. Pero no hablo del amor que se limita a esa sensación de asombro que me despierta cada vez que leo la primera linea de una historia. O esa experiencia extraordinaria de soñar con pequeños mundos, con tierras de mi memoria cada vez que recorro una nuevo camino de palabras. Me refiero al poder, concreto y enorme de un libro. A esa capacidad desconcertante con que un castillo de sueños creado por párrafos puede transformar tu vida. La magia de un libro, el poder de la imaginación. A ese sentimiento poderoso y extraordinario, es que me refiero. Y con toda probabilidad, debido a ese sentimiento complejo, siempre soñé con llenar el mundo de libros. Una gran biblioteca, a donde todos pudieran acudir para educarse, para descubrir como yo, pequeños y grandes misterios entre las palabras y las imágenes. Soñé, tantas veces, con un lugar para crear. 

Lo he comentado varias veces, ser fotógrafo en Venezuela no es sencillo: no solo es una  profesión que muchas veces se menosprecia, sino los medios y recursos al alcance del estudiante, del apasionado, del profesional son escasos y muchas veces, complicados de recopilar. En mi caso particular, investigar sobre referencias y fotografía me llevó años de esfuerzo: recorrer las escasas bibliotecas de nuestra ciudad en la búsqueda de recursos, intentar comprar libros y material que en Venezuela resulta tan costoso que casi podría catalogarlo de inalcanzable. 

Quizá, por esa experiencia amarga o por el simple hecho de desear que la fotografía en mi país tuviera el lugar que merece,  #ProyectoBiblioteca nació como una forma de construir una base concreta para el futuro del arte de la imagen. Un deseo, una esperanza, que después de muchos meses y un enorme esfuerzo en equipo, culmina finalmente un ciclo para comenzar otro. La esperanza crece, se hace enorme.

Real.

Y tal vez, no pude recibir en un mejor día la noticia que más esperé por meses, que #ProyectoBiblioteca tiene casa,  hoy que personalmente  celebro el día de las Mariposas amarillas, del Macondo de mi mente.  Un sueño construido a base de esperanza, de creer firmemente en que el poder de la enseñanza transciende diferencias, crea puentes, habla un lenguaje universal que se eleva por encima de cualquier temor. Y es que desde niña aprendí, que el amor por el conocimiento es una pequeña forma de redención, una puerta abierta hacia tiempos nuevos de tu mente, hacia esa forma de fe tan intima como lo es aprender. Y mirar, hacia tu futuro, con la convicción que recorres un camino que te llevará a ese lugar originario de tu mente, donde está quizá, tu deseo más personal.

De manera que, finalmente, La Biblioteca FotoArte es una realidad, después de haber sido un sueño enorme, compartido por muchos soñadores, que tienen la misma visión de un futuro, donde la creación visual se sostenga en la educación, que creen, como yo, que una mente bien educada no tiene limites y que están creando espacios para que todo los fotografos de mi país, los jovenes que apenas comienzan a descubrir el alcance de su lenguaje visual y los que construyen su propio mundo visual a diario, puedan crear. Porque la verdadera imagen, comienza justo antes del click, comienza con la sonrisa, la emoción, el miedo, el asombro, la lágrima, la necesidad de hablar. Y es ese instante extraordinario, único e intimo lo que brinda a la fotografía su eterno valor, su profunda significado personal.

Gracias a toda la gente que hizo posible que #ProyectoBiblioteca se transformará en Biblioteca FotoArte, a mis profesores Luis Roberto Lipasky y Arlette Montilla, siempre convencidos que el Fotografo Venezolano merece una educación de altura, a todos quienes han donado, de una u otra manera, esperanza: Mario, Josefina y Adriana Bertorelli, los primeros en confiar en mi para comenzar a recorrer este camino singular y hermoso,  El Instituto Cultural Goethe por su ayuda desinteresada,  Banco del Libro de Venezuela, Universidad Simón Bolivar, Lorena Tasca, Claris Trigero por soñar conmigo en convertir el mundo en una gran Alejandria, Antonio Sifontes por su sustancial aporte en conocimiento y recopilación, Ivan Niño, por sus oportunos consejos, Erika Zambrano por el apoyo y los regaños, Ineles Di Donna por su ayuda desinteresada y todos aquellos que han contribuido a crear, con pequeños y grandes aportes, esta gran realidad que nos pertenece a todos: porque de ahora en adelante, todos tendremos un lugar donde educarnos para crear. 

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