lunes, 19 de marzo de 2012
El bosque Mágico: Principios de Herbolaria para todos los gustos
La herbolaria y en general el conocimiento de las propiedades de sanación de las plantas, es una de las ramas de la Tradición Oral mágica Europea que despierta mayor interés, además de ser una de las más antiguas. Tal vez se deba, que por una serie de numerosas razones, todos tenemos algún tipo de conocimiento al respecto o que simplemente, nos parece intrigante que la historia médica confirme la mayoría de las viejas recetas. Como sea el caso, La tradición del bosque sagrado, a menudo asociada al secretismo y a los ritos de iniciación, es común a muchas culturas. Grupos de árboles, o porciones de bosques naturales o plantados, se consideraban distintos del resto e intocables.
Un ejemplo que nos permite ilustrar de manera magnifica la abstracción sobre plantas a las cuales se le atribuyen aspectos mágicos es el Espino Albar. Considerado un árbol maléfico según la tradición, se dice que era utilizado por la Diosa Blanca, en su versión negativa como Cardea, para confeccionar maleficios. Entre los galeses se le identificaba como el gigante hechicero Ispaddaden Penkawr. Simbolizaba la castidad forzosa, aunque emitía un sugestivo olor a sexualidad femenina.
Para los antiguos griegos espino tenía un efecto inmediato como vigorizante para las cabras, de ahí procede su denominación científica, Crataegus, es decir, cabras fuertes.
Con la raíz se fabricaban cepillos y hachas, y la madera ofrecía una buena lumbre a los hogares campesinos.
Sin embargo, para la herbologia tradicional, lo primero que hay que alabar del espino blanco o albar son sus propiedades cardiotónicas, que lo convierten en un aliado a tener en cuenta para todas aquellas personas con problemas de corazón.
Recolección y secado de la planta:
Los campos se llenan de flores de espino albar en primavera y los frutos surgen en los últimos días del verano. Las flores se conservan secas y emanan un sutil aroma que recuerda a la tila. Los frutos tienen un sabor acre, pero son muy apreciados por los pájaros del bosque.
Una visión cientifica sobre el Espino Blanco:
Para la botánica, el espino blanco es un Arbusto de 2 metros o árbol de hasta 6 metros de altura, corteza de colorgris claro, con espinas como ramas, de hoja caduca, ancha y segmentada, y flores blancas olorosas y en ramillete. Poseé un Fruto comestible (majuelo), rojo, redondo, del tamaño de un garbanzo y con un hueso (C. monogyna) o dos o tres (C. oxyacantha). Abunda en zarzalesy bosques caducifolios de Europa y América, Asia y África. Se cría entre otros árboles, entorrentes y laderas de montaña, en ribazos y bordeando tierras de labor en casi toda la Península Ibérica, preferentemente sobre suelo arcilloso y limoso seco, calcáreo.
Para la confección de esencias y aceites curativos a partir del Espino Blanco, se utilizan las flores y las hojas recolectadas al comenzar la floración, los frutos maduros y la corteza de las dos especies (monogynay oxyacantha), prácticamente idénticas en su aspecto, principios y propiedades.
Los principios activos del Espino blanco son elementos médicos de reconocida efectividad: Flavonoides (hiperósido o galactósido de quercetol,ramnósido, y trazas de espireósido), leucoantocianósidos o pignogenoles,aminas (feniletilamina y metoxifeniletilamina), ácidos fenolcarboxílicos(caféico y clorogénico), trazas de aceite esencial con aldehido anísico, y
ácidos triterpénicos pentacíclicos (crataególico, ursólico y oleanólico).
Las propiedades médicas de la planta también son de reconocida eficacia: Cardiotónica, mejora la circulación coronaria y la nutricióndel miocardio. Compensa los desequilibrios neurovegetativos, regularizala tensión arterial y los trastornos del ritmo cardíaco y reduce la ansiedad. Suave accióndiurética, sedante del sistema nervioso simpático, relajante muscular y antiespasmódica.
Las flores actúan contra las tricomonas vaginales. Indicada en problemas del ritmo cardíaco:
extrasístoles, taquicardia paroxística, arritmias y palpitaciones, coronaritis, hipertensión
arterial, arteriosclerosis, prevención de angina de pecho, insuficiencia cardíaca leve,
recuperación postinfarto, espasmos vasculares, distonía neurovegetativa y úlcera por estrés.
Se recomienda utilizar de forma discontinua. Contraindicada en tratamientos con heterósidos
cardiotónicos o con benzodiacepinas.
Los principios activos que lo traducen en una planta aliada del corazón son: flavonoides, aminas, polifenoles, ácido cafeico y clorogénico, cumarinas y taninos.
* Aumenta el riego sanguíneo en las arterias coronarias y combate el espasmo causante de la angina de pecho.
* Reduce el riesgo de padecer arteriosclerosis.
* Tiene efecto regulador sobre la tensión arterial, capaz de hacerla descender en quienes la tienen alta y provocar su ascenso si se padece hipotensión.
* Es beneficioso sobre todo en personas de edad avanzada, con problemas cardiacos y pérdida de memoria, al favorecer la circulación sanguínea en el cerebro.
No en vano, su elevada acción cardiotónica es la base de muchos medicamentos para tratar los trastornos circulatorios, y en países como Alemania, los médicos especialistas en cardiología, lo prescriben como tratamiento preventivo al menor síntoma de insuficiencia cardiaca.
Formas de presentación vía oral y posología:
Infusión, decocción, tintura, jarabes y extractos secos y fluidos.
En la Tradición de la Diosa que practico, El espino blanco se utiliza durante rituales de invocación a deidades femeninas como Venus Afrodita, Innana y Artemisa. También se utiliza en cocimientos curativos y aceites medicinales de la siguiente manera:
- Para combatir estados de inquietud, intranquilidad o los desánimos persistentes que pueden aumento de las pulsaciones.
Combinamos a partes iguales 10 gramos de espino albar con mejorana, pasionaria (pasiflora), tila y anís estrellado, en una proporción de una cuchara rasa de la mezcla por taza, y se añade una ciruela seca.
Se deposita la hierba en el agua recién hervida, se deja reposar bien tapada la infusión durante unos 15 minutos y posteriormente se cuela.
Se recomiendan 3 tazas diarias durante un mes. Pasado este tiempo las taquicardias deberían haber desaparecido y las pulsaciones haber recuperado su ritmo normal.
- Infusión para regular la tensión sanguínea:
Calentamos una cucharadita de espino albar por taza de agua, la mantenemos en reposo durante 10 minutos y la colamos.
Debemos ingerirlo lentamente para que el organismo lo asimile. Bastan 2 tazas al día, una en ayunas y la otra al acostarse, pero en épocas de mayor tensión puede aumentarse a tres tazas.
- Para prevenir la arteriosclerosis.
Mezclamos a partes iguales 10 gramos de espino albar, alcachofera, hipérico, muérdago, vincapervinca y hojas de olivo.
Hervimos agua durante 3 minutos, echamos una cucharada de la mezcla por taza de agua, colamos y dejamos reposar 15 minutos.
Se debe tomar en periodos de 9 días seguidos cada mes.
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