sábado, 19 de mayo de 2012

Grandes descubrimientos: El ABC del saboteo a la rutina de Ejercicios.




Hace poco, comenté que aunque no me inquiete en exceso los kilitos de más que tengo, en ocasiones tengo una especie de crisis de conciencia: comienzo a preocuparme por mi manera de comer y también, por mis rutinas de ejercicios. Admitamoslo, soy sedentaria a extremos irrisorios. Realmente, mis actividades físicas se resumen a recorridos a pie - y bajo protesta - de mediana a corta distancia, jugar con mi gato y recorrer mis librerías favoritas de vez en cuando. Y claro está, aunque sé muy bien que estoy cometiendo una afrenta contra todo lo que se considera saludable - y necesario - a mi edad, no puedo negar que realmente, hacer ejercicios no es una de mis maneras favoritas de pasar el tiempo. Pero bueno, llegados a este punto y decidida a mejorar mi estilo de vida, durante la semana tome la decisión de comenzar a hacer algunas cosas para sentirme más saludable y fuerte.

Otra vez.

Porque como mencioné antes, no es la primera vez que decido comenzar a llevar a cabo alguna que otra rutina de ejercicios...y tampoco es la primera vez que me saboteo. No lo hago consciente claro - quiero creer que no - pero los errores que cometo, hacen que poco me aburra o simplemente desista de continuar. Y este saboteo, de la ignorancia y sobre todo de convencerme que los mitos urbanos sobre el ejercicio son reales, son los que envían al traste - por enésima vez - mis buenas intenciones. De manera que después de tanto intentarlo, en algún momento comencé a entender que me hacia fallar y comprender mis errores, lo que me permite escribir este pequeño resumen sobre la manera más eficaz de sabotear tu rutina de ejercicios. Muy semejante al ABC del saboteo a la dieta, el del ejercicio tiene mucho que ver con ciertos elementos que combinados entre sí, pueden hacer naufragar las mejores expectativas de un plan de ejercicios que apenas comienza.



* Realizar rutinas de ejercicios sin el debido calentamiento:

Soy muy impaciente. De manera que la mayoría de las veces, quisiera llevar a cabo cualquier rutina de ejercicios lo más rápido posible. Y eso me ha traído dolorosos estirones, un incomodo desgarro muscular e incluso una torcedura de espalda que aun recuerdo en los días especialmente fríos. De hecho, tengo la afición por comenzar a realizar cualquier ejercicio de la manera más difícil porque una parte de mi mente, esta bastante convencida que es la manera más efectiva de hacerlo.

Ley del Saboteo: 

Nunca se debe realizar ninguna rutina de ejercicios sin previo calentamiento. Los músculos necesitan prepararse para el movimiento y aun peor, si eres como yo que su máxima actividad física consiste en mover los libros de su biblioteca.

* No fijarse metas:

Lo que equivale a decir, realizar rutinas de ejercicio de manera descontrolada y con poco conocimiento de qué deseo lograr o hacía donde me dirijo. Y  es tan simple como que mis rutinas de ejercicio son combinaciones de los movimientos más comunes, algunos que aprendí  en mis esporádicas visitas al gimnasio y mis preferidos. Y mientras doy saltos y hago estiramientos sin son ni ton, estoy perfectamente convencida que solamente moverme, tendrá "algún efecto" concreto sobre tu salud física.

Ley del Saboteo:

El ejercicio, como cualquier otra rutina que implique progreso, debe tener un fin definitivo y perseguir un propósito muy concreto: ¿Quieres bajar de peso? ¿Reafirmar? ¿Aumentar tu nivel de resistencia? Todas las posibilidades anteriores requieren de rutinas de ejercicios muy especificas y como aprendí, lo mejor es asesorarse con un entrenador que pueda indicarte como empezar, que tipo de desempeño necesitas para lograr lo que deseas y sobre todo, conseguir la mayor efectividad.

* No cuidar lo que comes durante la rutina:

Siempre que comienzo a hacer ejercicios, me convenzo de una serie de Clichés más o menos preocupantes con respecto a lo que como: que solo debo comer proteínas, que los carbohidratos me ayudarán a recuperar energías más rápido e incluso que tomar con frecuencia bebidas energéticas me permitirá mantener el ritmo al ejercitarme. Un error clásico que solo provoca no solo que no logre disminuir medidas - o peso - sino además, entorpezca cualquier rutina concreta que esté realizando, por el motivo que sea.

Ley del Saboteo:

Pareciera que tomar bebidas energéticas o barritas de energía es una manera sana de alimentarte mientras realizas ejercicio pero no lo es. Consumir este tipo de alimentos durante una rutina moderada sólo aumentará las calorías que ingieres. Evita consumirlas a menos que tu ejercicio dure más de dos horas diarias.




* Sacrificar la calidad por la cantidad. 

De pronto, transcurre el tiempo - unas dos semanas quizá - y siento que he conseguido algunos progresos. Sigo llevando a cabo las mismas rutinas y el mismo número de repeticiones, y de hecho siento que no me agoto en absoluto. Y no lo hago porque no estoy forzando mi nivel de resistencia a su limite, ni llevandome a otro nivel de esfuerzo físico. Simplemente hago lo mismo, una y otra vez, y eso no solo no me beneficia sino que además, carece de total sentido. Y es probable que con el correr del tiempo, el hecho de no obtener verdaderos resultados, haga que me frustre y abandona - para variar - mi improvisado programa de ejercicios.


Ley del Saboteo:

Cuando estés listo para aumentar el número de repeticiones de un ejercicio en particular, y fortalecer los músculos correspondientes, en lugar de forzarte a hacer un poco más cada vez, intenta disminuir el número de repeticiones, pero aumentar el número de series. Es decir, si haces dos series de 10 repeticiones, reduce a 5 repeticiones, pero haz 5 series. Te sentirás menos cansado y serás capaz de aumentar la fuerza de tus músculos de contracción rápida.


* Sin dolor, no hay resultado:

Y llega el momento ( casi siempre al comprobar que mi rutina de ejercicios no me está reportando ningún beneficio ) que la frustración supera mis buenas intenciones. Y de realizar los mismos ejercicios durante semanas enteras, paso de intentar rutinas más complicadas y exigentes, sin preocuparme si estoy preparada para realizarlas o si puedo incluso si físicamente, tengo la fortaleza para hacerlas. Es entonces, donde surgen los terribles dolores musculares, desgarramientos y una serie de inconvenientes que llevan al traste lo que debió ser una actividad saludable.


Ley del Saboteo:

Cuidado. El dolor es la forma que tiene tu cuerpo para informarte que algo anda mal. No ignores esto. Cuando vas más allá del ejercicio, y el entrenamiento se transforma en una prueba de resistencia al dolor, a la corta o a la larga te encontrarás con verdaderas molestias físicas y con la necesidad de hacer algo para superarlas. Por ejemplo, si participas en una maratón. Es importante que tengas una “formación de base” adecuada antes de entrar en la competencia. Esa formación de base desarrollará tu cuerpo y lo dejará listo para una más amplia exigencia. Tienes que aprender a “leer” tu cuerpo. Si tu respiración es pesada, tal vez estás exigiendo mucho a tu cuerpo, o tal vez podría ser el comienzo de un ataque al corazón. El ejercicio es importante. Pero hazlo correctamente y lo podrás hacer por el resto de tu vida.

Por supuesto, con el correr de tiempo ya tengo bastante claro cuales son mis errores y como subsanarlos. Asi que, esta vez, si lograré seguir mi rutina de ejercicios y comenzar a mejorar mi estilo de vida.  Así que cuando empiece el Lunes... o mejor dicho - seré dolorosamente franca-  cuando sea que decida volver a intentarlo, sabré como lograr el mayor rendimiento y el mayor beneficio para mi estilo de vida actual.




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