Tengo un problema con "El asombroso Hombre Araña", hijo del Universo de Marvel Comic: no me simpatiza. No lo soporto. Tal vez se deba a como suele decir mi amiga E. que es un "looser" o simplemente, que hay algo tanto en su alter ego Peter Parker como el en super heroe enmascarado que no comprendo. Llamese cinismo que tienta lo ridiculo, buen humor que borda un poco lo patético, el caso es que nunca he sido gran fanática de la Arañita trepa muros. Pero con todo, no he dejado de ver una sola de sus películas. La razón obvia, es que soy una fanática irreprimible del mundo del Comic, de manera que siempre apoyaré cualquier aventura cinematográfica de sus personajes. Por Dios, si hasta vi, los Cuatro fantásticos y el deslizador plateado. Y en el cine. Perdón Stan Lee en el Olimpo de los dibujantes, pero lo hice.
No obstante, esta loable intención, este llamado "Reebot" de "El Asombroso Hombre Araña", estaba casi llevando demasiado lejos mi buena voluntad. Entiendo, todos los argumentos: la saga con Tobey Maguire parecía agotada, después sobre todo de una tercera parte que perdió brillo e inteligencia y no obstante así, la franquicia parecía más viva que nunca, en estos tiempos de historias de Super Héroes revitalizadas, con Nolan y Weedon a la cabeza. Ocurrió entonces una de las estrategias más extrañas de la que se tenga memoria en el cine de entretenimiento reciente: volver a 0, al origen mismo. Y no para contar la misma historia conocida, sino otra version. En otras palabras, borrón y cuenta nueva.
Una jugada arriesgada que ocurrió justo después que Sony cancelara los planes de una cuarta entrega y que además, diera por terminada la Era del Hombre Araña levemente heroico, ese que San Raimi bordó con cuidado en la primera pelicula y que destrozó en las dos secuelas posteriores ( especialmente en la tercera, que fue, en mi opinión, un total fiasco ). Así que, luego de reformular los planes, comenzó a producirse lo que sería la primera de una aparente trilogía basada en comics clásicos y originales de 1962, de Stan Lee y Steve Ditko, como la línea Ultimate creada por Brian Michael Bendis y Mark Bagley. Poco después, se confirmó a Marc Webb - cuya filmografia incluye (500) Days of Summer - para la llevar adelante al proyecto y un reparto muy novel que asombró a propios y extraños: Andrew Garfield sería el encargado esta vez de llevar la máscara y Emma Stone, su interés romántico. El resto del elenco estaba conformado por veteranos de la actuación: Sally Field y Martin Sheen como los tios de Peter, Denis Leary como el Capitán Stacy y Rhys Ifans como Dr. Curtis Connors / Lagarto, el villano. Todo listo, y luego de la profusa campaña publicitaria y las habituales expectativas que puede despertar una producción semejante, solo quedaba saber cual había sido el resultado de esta extraña muestra.
Pues puedo decir, como cinéfila de hueso rojo y aun, con mi antipatía hacia el Amistoso hombre araña, que la película me gustó muchisimo. Y sí, me gustó esa combinacion de naturalidad, frescura e inteligencia como se planteó una historia que teniendo en contra la inevitable comparación, funcionó de manera coherente y sobre todo aceptablemente solida, a pesar de algunos que otros traspiez de guión. Me agradó además, que la película es un intento bastante decente de dotar de humanidad a un Super héroe, sin llegar a los lirismos del Batman de Nolan - cuyo estilo parece emular - pero sin torpedearse con efectos especiales y dialogos chirriantes como ese despropósito que fue Linterna Verde de Martin Campbell.
Un chico normal, un Super Héroe extraordinario:
La mayor virtud del "Sorprendente Hombre Araña" es sin duda su reparto. Hay una quimica sutil pero envolvente que sostiene la historia con suma facilidad. Andrew Garfield, un actor que tiene la enorme capacidad de crear matices en personajes que podrian no tenerlos, dota al Hombre Araña de una afabilidad creible, una humanidad amable que es probablemente su mayor triunfo. Hay una verdadera y especial quimica entre Garfield y sus padres cinematográficos, encarnados por los siempre correctos Sally Field y Martin Sheen. Y que agradable resulta, esa dinámica familiar, donde Tia Mae es una mujer inteligente, graciosa y solida, y no la anciana frágil y un tanto enloquecida de las anteriores entregas. Martin Sheen cumple su papel con su habitual comedimiento, y crea una calidez realista que nos permite comprender, no solo su papel como Padre adoptivo de un adolescente confuso, sino que a través de él comprendemos a Peter de una manera más diáfana y cercana. Porque a pesar de todo, Peter es solo es un adolescente, sin grandes aspiraciones pero si una perfecta comprensión de su responsabilidad y los alcances de sus recién adquiridos dones. Una proeza de sutileza, esas miradas amables entre tio y Sobrino, y esa complicidad delicada que parece parmear sobre esa familia tipica, con una historia levemente inquietante a cuestas.
Y de nuevo Ema Stone se roba el show. Graciosa, adorable pero sobre todo con una actuación inteligente, la Gwen Stacy de Stone se roba cada escena donde aparece y no solo por su belleza fisica, sino por ese saber hacer que permite que su personaje sea algo más que un mero interés romántico donde el héroe puede verse reflejado. Es un personaje por derecho propio y eso es algo que se agradece.
Nuestro Villano, aunque disminuido por los inevitables efectos especiales, también da la talla. Rhys Ifans otorga a su Doctor Connors esa instropectiva lucha moral que parece después convertirse en una genuina forma de locura. Y aunque su monstruoso personaje resta un poco de solidez a la actuación del actor - cosa lógica por otra parte - agrada mucho su manera de recrear esa personalidad retorcida, furiosa y fuera de control del tradicional enemigo del Hombre Araña.
Pero no todo es perfecto.
Y dudo que la película de Marc Webb lo intenté al menos: Lamentablemente el fallo mayor de la película es algunos altos y bajos del guión. Hay una cierta predisposición a resolver elementos y baches del guión por giros argumentales tan flojos y carentes de lógica, que atenta y de una manera muy seria contra su solidez. Es lamentable, que un buen entramado de historia y actuación, se venga a bajo en momentos sin mayor coherencia y lo que preocupa más, rotos por lo que parece una especie de facilismo barato que arruina lo que pudo ser un gran producto de entretenimiento. Hay momentos donde la trama sufre baches de ritmo - escenas que parecen haber sido cortada en edición de manera poco menos que torpe - y otros, donde la acción parece detenerse sin que medie transición alguna. Lamentable que un producto de alta factura - como hay momentos bajos, hay otros muy inspirados - haya perdido buena parte de su brillo por torpezas de un equipo de guionistas - los veteranos James Vanderbilt, Alvin Sargent y Steve Kloves - que al parecer decidieron resolver muchas de las circunstancias de guión a golpes de efectos e increibles casualidades carentes de todo sentido.
En resumen, Amazing Spiderman, brilla por ella misma: no trata de emular las anteriores entregas - cosa que se agradece - y tiene un encanto propio que me agradó muchisimo. Hay un elemento de naturalidad y sobre todo, sencillez que da como resultado una historia que sin grandes pretenciones, cumple con su principal objetivo: divertir.
Esto es suficiente para una película?
Para alguien que no encuentra especialmente adorable a este Super Héroe tan humano como simple, quizá si.
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