martes, 30 de octubre de 2012

De nimiedades y otros tormentos: Si celebro Halloween ¿Y que?





Yo celebro Halloween. Y desde que lo recuerde. Solo que yo lo conozco por fiesta de los Ancestros ( si usted que me lee es Wicca, lo conoce por Samhain ). El caso es que lo celebro con toda la felicidad que puedo sentir por una fecha que celebra mis creencias, y de hecho, lo hago con muchísimo orgullo: engalano mi casa, me visto para la ocasión y como en familia ( este año lo haré con mi familia de la vida, porque mi mamá ahora mismo se encuentra en otros de sus viajes demenciales ). Lo cierto del caso es que lo celebro porque quiero, porque lo deseo y es significativo para mi. Al final de cuentas, ese es un buen motivo, como cualquier otro, para celebrar una fecha. Como usted celebra navidad, año nuevo, carnaval, La fiesta de la matraca, la festividad del Espagueti Western o lo que sea que tenga la costumbre de festejar.

De manera que me irrita y muchísimo, toda esta campañita ridícula que últimamente se ha hecho viral sobre lo improcedente  irrespetuoso y "antipatriotico" que es celebrar "una costumbre transculturizada". La campaña, que está acompañada además de una serie de imágenes donde se ve un primoroso Diablo Danzante de Yare junto a una caricatura de lo que parece ser una criatura amenazante sosteniendo una calabaza en llamas - he visto otros, pero este es el que más me molestó - insiste en que la celebración "Transculturiza", e insiste que es un deber ineludible "amar a lo nuestro". Un llamamiento poco menos que crudo y directo  a ese nacionalismo que se supone debería despertar una lucha por "nuestros valores", una idea que parece surgir de vez en cuando y que intenta exacerba ese "sentido de lo nacional" que se ha convertido, para bien o para mal, en simbolo de esta idea política "revolucionaria" que se construye a diario.

Lo peor del caso, es que toda esta pantomima de "rescate de valores" viene precedida por esta extraña ambivalencia, una combinación de crasa ignorancia y lo que es peor, irrespeto por la libertad personal del ciudadano. Porque es estos "Ultranacionalistas" de medio real, como comentaría mi augusta y sabia abuela, los mismos que celebran sin pudor alguno navidad, carnaval, semana Santa y algunas otras fechas que les tengo noticia, también tiene calidad de importación. ¿Habrá, alguno de estos esforzados, gritones y chocantes precursores de los valores patrios, investigado cual es el origen de la Navidad como celebración? ¿Habrá siquiera uno de ellos hundido la nariz en un libro - más fácil, tecleado en google y visitado la inefable wikipedia - para comprobar de donde provienen la mayoría de las celebraciones que probablemente festeja? ¿Al menos uno de estos patriotas de puño en alto habrá leído, someramente no pido mucho, de donde provienen las palabras, usos, costumbres, incluso los platos que come con toda probabilidad con gran apetito cada día? ¿Sabrá cualquiera de estos nuevos venezolanos llenos de "coraje" de donde proviene la Tradicional hallaca, la criollisima arepa, el negrito tinto, el chocolate? Por pura curiosidad, ¿Habrá tomado un libro de historia para educar ese musculo de la mente que en su caso parece flojear para saber por qué los Diablos Danzantes de Yare se celebran en esa fecha y que es lo que se celebra? ¿O solamente colgarán la máscara en alguna pared para mirarla de reojo y pensar que Venezolano lo hace que esté allí? Que patriótico  la bandera colgada a su lado, con el par de maracas y probablemente la infaltable tapara. ¿No es así?

Muy probablemente. Y el pensamiento me irrita aun más, porque son estos mismos "Patriotas" los que arrojan la basura en la calle sin un pensamiento de culpabilidad, los mismos que desobedecen las señales de tránsito y se sienten muy orgullosos por ello, los mismos que no duran "engrasarle la mano" a un funcionario para que ese trámite fastidioso sea más rápido. Son los mismos que intentan "colearse" en una larga fila de espera a la menor oportunidad, que conducen con la cervecita en la mano, que rellenan la planilla de impuestos con datos falsos, intentando "no pagar esa mierda inutil del impuesto". Y por supuesto, son los mismo que a la primera oportunidad, se toman el famoso "puente" venezolano que no es otra cosa, esa capacidad del "vivo criollo" para ausentarse del trabajo de la mejor manera posible y sin ningún tipo de remordimiento.

De manera que es este el "patriota" que grita muy airado porque cada quien ejerza el muy libre derecho de celebrar la fecha que le provoque, le convenga, prefiera. Es este el mismo "patriota" que está convencido que yo, ciudadana respetuosa de las leyes, que llevo una bolsa para botar mis propios desperdicios en mi morral, que cruzo calles y avenidas por la estricta señalización, que respeto con la fe ciega de los necios las leyes y las buenas costumbres, no tengo derecho a celebrar lo que bien me parezca celebrar y que si lo hago, soy una "Apátrida". La "Apátrida" que se levanta a las 5 de la madrugada los días de votación para ejercer su ciudadano derecho, cuando muy probablemente alguno de estos "patriotas" sigue durmiendo a pierna suelta sin haber decidido si votará.  La "apátrida" que jamás ha pagado un solo céntimo más allá de lo legal para conseguir un documento oficial, aunque a pesar de cualquier incomodidad. Con ese desparpajo del idiota, estos nuevos nacionalistas, tienen el absoluto descaro, de llamar "irrespetuosos" a los que simplemente ejercen su derecho de celebrar la fecha de su preferencia, de manera privada y como mejor les parezca. No queda menos que preguntarnos que caldo de cultivo este de un nacionalismo pendejo, sin mayor asidero que un rencor sin ningún tipo de disimulo a cualquier idea que contravenga la norma, lo establecido. Y quizás ni eso: el rencor a cualquier cosa que tenga aroma a libertad personal.

De manera que sí, celebro Halloween. Y seguiré haciéndolo probablemente por muchos años más, con el convencimiento que amar a mi país tiene poco que ver con una postura nacionalista y sí mucho, de como respetes esa misma nacionalidad que dices defender.

C'est la vie.

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