La primera vez que redacté un curriculum vitae fue un auténtico desastre: no solo me llevó casi diez páginas contar de manera muy primorosa mi corta carrera profesional sino que, además, cometí el desatino de incluir fotocopias de los certificados de cursos y talleres realizados, cartas de recomendación e incluso una pretenciosa carta donde ofrecía mis muy calificados servicios para la vacante que pretendía ocupar. Por supuesto que no recibí llamada alguna —¿quién en su sano juicio me contrataría así?— pero sí aprendí un par de cosas sobre la competencia en el mundo laboral y sobre todo, la manera de vender tu experiencia y capacidad como el mejor producto que tienes. Con el tiempo, aprendí también que el currículum vitae es una forma de construir una imagen laboral consistente y que probablemente se convierta en el mejor activo que puedas tener para mostrar tu rostro profesional.
Como suelo hacer cada vez que toco este tipo de temas, dediqué un poco de tiempo a plantear unas cuantas preguntas a no profesionales en el tema sino a quienes, como yo, tuvieron una experiencia desagradable con el tema. El resultado es una serie de consejos prácticos que permiten no solo la redacción de un curriculum vitae moderno, lo bastante atractivo como para llamar la atención del posible empleador. Nunca se aprende más que de los errores y en este caso encontré que además de eso, el error nos dejó a todos una lección concreta sobre el mundo laboral: mírate como un producto de tu experiencia.
¿Y cuáles son esos consejos y trucos que pueden ayudarte a redactar el mejor curriculum vitae posible? Los siguientes:
* Sé breve:
Y con breve me refiero a descartar cualquier información que no sea la imprescindible para explicar y reseñar tu experiencia y habilidades laborales. Como aprendí por tropiezo y vergüenza, en el caso del curriculum vitae también se aplica la conocida máxima del “menos es más”, sobre todo, al momento de elaborar un resumen de tus principales cualidades como posible empleado. Descarta largas explicaciones sobre tus anteriores cargos laborales —con mencionar el enunciado y años en que desempeñaste el cargo, es suficiente— e incluir toda tu formación académica prácticamente desde la primera vez que te sentaste en un pupitre. Recuerda: el currículum vitae es un resumen inteligente de tu desempeño laboral y la manera más rápida como tu empleador podrá conocer tus habilidades y capacidades, no un documento autobiográfico.
Dato:
Según mi madre, experta en RRHH, el curriculum vitae moderno no debe extenderse más de dos folios y estar organizado de manera tal que el empleador pueda hacerse una idea clara sobre tu carrera profesional de manera rápida y eficiente.
* Ordena los datos sobre tu formación académica de manera lógica:
Por algún motivo misterioso, cuando redacté mi primer curriculum vitae, pensé que era una buena idea incluir toda mi formación académica: hablo desde los colegios en que curse la primera enseñanza, hasta cada curso, taller y seminario que tomé en mi vida. ¿El resultado? Una gran cantidad de datos por completo inútiles para mi futuro —y asumo que aterrorizado— empleador.
De manera que lo que aprendí del percance, es que en cuanto a reseñar tu experiencia académica, actúa con lógica: incluye directamente tus estudios universitarios porque se sobreentiende que si los cursaste, por necesidad tuviste que aprobar los anteriores. No incluyas información inútil como cursos y seminarios sin relación directa al cargo que deseas ocupar ni tampoco información académica que resulte intrascendente al momento de esbozar un perfil profesional. Por cierto, desde hace más de cinco años se dejaron de utilizar hojas de notas o calificaciones en un curriculum vitae, así que hazte un favor y no intentes impresionar a tu posible jefe mostrándole tus logros académicos. Recuerda que serás contratado por tus habilidades para desempeñar un cargo y nada más. Concéntrate en demostrar el punto lo mejor que puedas.
Dato:
Organiza la información académica de manera cronológica, del más antiguo al más reciente. Procura que no ocupe más de una línea cada información que incluyas al respecto.
* Cuida la presentación formal de tu ‘curriculum vitae’
Hace menos de una década, el asunto era sencillo: el curriculum vitae era un documento escrito, con una fotografía más o menos decente y además, un resumen de todos tus datos profesionales. Pero a medida que el mundo laboral se ha vuelto más completo y competitivo, el curriculum vitae —como planteamiento— se ha diversificado. De manera que al momento de redactar el tuyo, ten en cuenta varios elementos: tipo de empresa al que lo dirigirás, cargo al que estás optando, tipo de enfoque laboral de la empresa. Todos son datos que te permitirán definir la mejor manera de presentar tu postulación laboral y algo más: hacerla original. Recuerda que un jefe de recursos humanos verá probablemente docenas de curriculum vitae: descartará los que no encajen en el cargo, los que no contengan la información necesaria y sí, también lo que no le llamen la atención al primer vistazo. Hablamos de un asunto de rapidez y de visión empresarial y es bastante probable que si tu resumen profesional solo es una hoja con unos cuantas lineas donde informas tu desempeño, pase a engrosar la lista de los que son rechazados “por motivos varios”. Seguramente, allí también se encontrará mi largo y detallado currículum de jovencita, sin duda.
De manera que al momento de elaborar un curriculum vitae, esfuérzate por que tu presentación refleje lo mejor de ti mismo: lo original de tu trabajo, tu visión fresca de tu profesión. En una ocasión, un jefe de recursos humanos de una empresa de publicidad me comentó que había contratado a su director creativo gracias a su maravilloso currículum: era una gran carpeta de color rojo chillón, donde podías tocar y mover piezas como un juego de niños, para describir su carrera y logros profesionales. Aunque no fue la única razón para aceptar al nuevo empleado, si le permitió resaltar sobre el numeroso grupo de postulantes y tener una mejor oportunidad de conseguir el empleo soñado.
Dato:
Actualmente, lo normal es enviar tu resumen personal vía correo electrónico, pero eso no quiere decir que no debas tener especial cuidado en la presentación. Nunca, por ninguna razón, envíes un curriculum vitae en formato Word. El consejo general sugiere que el mínimo formato aceptable sea el PDF. Recuerda que cada detalle aumenta —o disminuye— el valor de tu currículum vitae. Cuida que las hojas que utilices sean membretadas o al menos individualizadas con algún tipo de diseño que no compita con la atención del texto, que no haya un solo error ortográfico —no es admisible ninguno, incluso uno que te parezca inofensivo— y que todo texto que incluya sea legible y comprensible. Si vas a incluir una fotografía, que sea de excelente resolución: procura que sea una imagen profesional y con cuidado a todos los detalles visuales. En resumidas cuentas, no olvides que cada elemento dentro de un curriculum vitae habla de ti, incluso los que te parecen irrelevantes.
* Deja un espacio para datos de interés que te parezcan puedan promover o mejorar tu oferta profesional:
Es el momento de demostrar que te hace especial por encima del resto de los que optan también al cargo que quieres ocupar: mencionas todos los idiomas que manejas (nivel, fluidez y dónde lo aprendiste), tus conocimientos de recursos informáticos, incluso si tienes un automóvil y tu disponibilidad para usarlo. Por favor, es imprescindible que los datos que incluyan sean reales y verificables. Puede parecer inofensivo exagerar tu fluidez al hablar un idioma cualquiera, pero recuerda que eso no solo pone en peligro la veracidad del resto de los datos que mencionas en el resumen profesional, sino que además puede hacerte perder toda posibilidad de aspirar al cargo que optas. De manera que si hablas inglés con dificultad pero lo escribes muy bien, limítate a señalar que tu gramática y comprensión lectora es muy buena, sin añadir nada más. Será una manera honesta de poner en relieve tus puntos fuertes sin mentir.
* Carta de presentación:
Actualmente no se exige una carta de presentación en un curriculum vitae, pero todos los jefes de recursos humanos a los que le pregunté, están de acuerdo que siempre les gusta leer las aspiraciones y la personalísima perspectiva sobre el mundo profesional de su posible empleado, de manera que si lo deseas, inclúyela. Como insistí antes, debe ser corta y concisa, no te vayas por las ramas ni intentes impresionar al posible lector con grandes historias laborales que, créeme, no le van a interesar. Resulta más práctico y efectivo, explicar el motivo por el cual crees que eres idóneo para el cargo y mencionar de manera pragmática las ventajas que puede suponer para la empresa contratarte. ¿Qué te parece egocéntrico? Piénsalo mejor: estás intentando promover tu carrera profesional entre un grupo de aspirantes tanto o más preparados que tú para ocupar el mismo cargo, de manera que esfuérzate por explicar que te hace mejor que el resto al momento de ser escogido. Si es posible, dirígela directamente a la atención de la persona que se encargue del proceso de selección. Será una manera de demostrar que sabes la pirámide jerárquica de la empresa y más allá, la manera como se maneja la información dentro de ella.
¿Una lista corta? Sin duda, pero igualmente creo que incluye todos los datos y consejos que puedas necesitar para redactar un curriculum vitae que te permita competir de manera adecuada en el difícil mercado laboral actual. ¿Tienes algún otro consejo, truco o sugerencia que quieras compartir? ¡Nos leemos en los comentarios!
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